Capítulo 19: " Ya no escucharé a mi mente, escucharé a mi corazón."

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Al poco rato llegó Drake junto a Valery riendo entre ellos; llevan una amistad muy unida... Si es que realmente tienen una amistad.

Entre todos comenzaron a conversar, yo no participo en ello, sólo me entretengo observando las puntas de mi cabello.

Nunca he estado tan callada en mi vida.

Sentí una extraña sensación e inconscientemente suelto mi cabello y subo mi mirada.

Nelson estaba observándome tiernamente, parecía hipnotizado, pero rápidamente desvié mi mirada al encontrarlas.

Algo nerviosa, me levanto e intervengo por primera vez en la conversación.

-Iré al baño.-

Escapé del momento y entré al baño mirándome en el espejo, no molesta, no con tristeza, no con alegría... Simplemente me sentía extraña, de una forma que no puedo explicar.

Di un pequeño salto al escuchar la puerta cerrarse y al darme cuenta que era Nelson.

No, esto no estará bien.

Estamos solos en un pequeño cuarto de baño... ¿Saben qué significa eso?

Claustrofobia.

-¿Qué...- Tragué saliva nerviosa. -...estás haciendo?- No lo estoy viendo a los ojos, mi vista está clavada en el suelo.

Intento estar tranquila, pero entraré en pánico.

-¿Por qué me evitas?- Preguntó acercándose.

Mi respiración está agitada, comienzo a sudar y a temblar.

Esto no puede estar pasando, no ahora, no en frente de Nelson.

-Nelson, déjame salir por favor.- Supliqué en un susurro.

-No lo haré hasta que me digas por qué.- Dijo en mi mismo tono de voz.

-Por favor...- Hablé entrecortada. -Déjame salir de aquí.- Las lágrimas comienzan a cristalizar mis ojos.

-No hasta que me digas por qué.- Repitió acercándose más a mí.

-Nelson, déjame salir.- Mi pecho se aprieta. -No puedo...- Las palabras se atoran en mi garganta. -No puedo permanecer más en éste lugar tan cerrado, tan pequeño.- Subo mi mirada.

Él me observa y se acerca hasta estar a centímetros.

No puedo soportarlo más.

-DÉJAME SALIR.- Grité ya sin control.

-Tranquila.- Me toma de los hombros.

Intenté gritar nuevamente pero Nelson tapó mi boca ligeramente.
Comencé a moverme y a patalear como loca, me falta la respiración y comienzo a perder la fuerza. Sus fuertes brazos me sostienen de la cintura y su cuerpo comienza a deslizarse junto al mío hasta quedar sentados sobre el suelo del baño. Aún así hago un intento en vano de safarme de su agarre, correr y gritar...

-Tranquila.- Repite susurrando en mi oído. -Yo estoy contigo.-

Mi cuerpo se quedó inmóvil ante sus palabras y sólo dejé caer todo mi peso escondiendo el rostro entre mis piernas, sintiendo como la calidez de su cuerpo me envuelve cada vez más.

Conexión DesconocidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora