Conexión Desconocida

¡CAPÍTULO FINAL!

Veo la hora en mi celular y rápidamente lo lanzo en mi cama al ver que se me hace tarde.

Me desvisto y abro la ducha dejando que el agua recorra mi cuerpo.

Me gustan estos momentos en la ducha porque, pienso, recuerdo, analizo e imagino tantas cosas.

No sé si sea la única a la que le pasa.

Tan rápido con entro, salgo y comienzo a vestirme; paseo en ropa interior por toda mi habitación buscando los posibles vestuarios para ésta noche.

No sé que ponerme.

Un frío recorre mi piel haciendo que me de cuenta de que dejé ventana la abierta, algunos copos de nieve cayeron dentro de la habitación, rápidamente la cierro y agradezco mentalmente que Alan no haya estado en su ventana, digo, ya me ha visto antes, por accidente, pero ahora es diferente.

Me coloqué medio armario y aún no estoy segura.

Bien, piensa Natasha, hace frío, y él pidió que fuera abrigada...

Un caliente abrigo negro, un cálido pantalón negro, y unos zapatos para la nieve.

-¡Perfecto!- Digo mirándome en el espejo. -Ni muy llamativo, ni muy simple.- Hablo conmigo misma.

Suelto el moño en mi cabello y lo dejo caer sobre mi espalda, lograron formase algunas ondas naturales, no durarán mucho pero eso es lo de menos.

Decido maquillarme un poco, rizando mis pestañas y aplicando un poco de lápiz para los ojos, resaltando así mi mirada, mis labios sólo los hidrato con un brillo labial. Agradezco haberle prestado atención a Valery con respecto al maquillaje, de lo contrario me hubiera sacado un ojo.

Una llamada entrante suena haciendo que corra a buscar mi teléfono.

-¿Sí?- Dije llevando el celular a mi oído.

-Voy llegando, princesa.- Un escalofrío recorre mi cuerpo al escucharlo.

-Vale, te espero afuera.- Sonreí nerviosa.

Corté la llamada y casi que corriendo bajé las escaleras.

-¡Hey! ¿A dónde vas a ésta hora?- La voz de mi tía me detiene.

¡Ups, la olvidé por completo!

-Nelson viene por mí, es nuestro aniversario.- Respondí con la voz agitada.

-¡Oh, que bien! No vuelvas tan tarde por favor, ayer no siquiera viniste a dormir.- Se cruzó de brazos.

-Lo siento.- Agaché mi mirada.

-Ahora ve, no lo hagas esperar, cuídate.- Me dio una sonrisa desde su lugar y sin más salí apresurada.

El frío golpeó mi piel de inmediato, ajusté mi abrigo y un escalofrío me hizo temblar.

Adoro los días así, pero el clima es fatal.

Casi que en segundos de yo haber salido, Nelson estacionó su camioneta frente a mi casa, haciéndome sonreír tontamente de sólo pensar que él está adentro esperando por mí.

Me dirijo al auto a pasos cuidados, atravesando mi jardín cubierto en nieve. Antes de yo poder tomar la manilla, Nelson se baja del auto y con una sonrisa da la vuelta a su coche para abrir mi puerta.

Lleva una chaqueta azul marino y unos pantalones a juego... ¿Cómo vistiendose tan normal puede verse tan hermoso?

-Primero las princesas.- En su voz pude notar el frío que tiene.