Capitulo 39

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En un campamento sobre una colina, Exodus observaba como la luna iluminaba el firmamento. Junto a el, su fiel Claudia y su sirviente Leonidas contemplaban la escena. Varias gárgolas lideradas por Jinzo prestaban guardia en los alrededores. Exodus sostenía en su mano derecha la gema y la levantaba en dirección de la luna esperando el momento justo cuando le daría la ubicación de la próxima reliquia. Varias antorchas iluminaban su alrededor y cerca de ellas el líder de los Arkians miraba a su amo.

—En solo momentos sabré el lugar de descanso de la próxima reliquia, ya puedo sentir el poder del brazalete aumentar—dijo Exodus.

—Con ella el día de la purificación se acercara a estas tierras—menciono emocionada Claudia.

—Ya nadie podrá oponerse a mis planes, Al fin tendré la ventaja sobre esa maldita Orden.

Como si fuera un gran profeta todos los presentes escuchaban muy atentos sus palabras. Cada uno de ellos sentía una fascinación enfermiza hacia el, al punto que estarían dispuestos a morir o matar en su nombre. Pero en ese momento todas las miradas se dirigieron a la gema que comenzaba a brillar cuando los rayos de la luna tenían contacto con ella. La joya se deslizo de la mano de Exodus y se elevo a varios pies sobrepasando la altura del hombre. Tanto Brarka como las gárgolas de Leonidas retrocedieron un poco al detestar la luz brillante que provenía de ella.

—Al fin ha comenzado—mencionó Exodus—. En segundos ella me dará el lugar en donde esta escondida la otra y con ella estaré a tan solo medio camino de desatar la oscura justicia.

La gema empezó a lanzar fuertes destellos de energía roja, mientras que giraba sobre su eje a gran velocidad dando un despliegue de luz impresionante. La joya se ilumino con mayor fuerza, descendiendo con rapidez e incrustándose en el brazalete. Liberando un gran resplandor al momento de su unión. Entre la energía varias imágenes detalladas se fueron creando ante los ojos emocionados de Exodus. Estas enseñaban poco a poco varios territorios del continente. Exodus apretó sus dientes en impaciencia mientras que el brazalete continuaba produciéndolas.

—Apresúrate maldita sea—exigió alterado él.

En ese momento un rayo de luz rojo intenso surgió del brazalete y una gran imagen apareció. Exodus la observo con detalle y al cabo de segundos logro reconocerla. En esa imagen la forma de la próxima reliquia al igual que su lugar de descanso aparecían delante de ellos.

La daga de Calius-Tai se encuentra en ese lugar —mencionó Exodus.

Mientras Exodus contemplaba su logro desconocía que simultáneamente un hechizo de sangre se activaba haciendo que Dazadiel sintiera un potente dolor de cabeza. Cayendo de rodilla en las afueras de la cabaña intentaba resistir el dolor.

—Algo le ocurre a Dazadiel venga rápido maldita sea—grito Kalya tratando de ayudarlo.

Topacio salio junto a los demás y observo como los ojos del caído tomaban un tono claro sin pupilas. Tylios y su hermano de raza llegaron desde el bosque y lo ayudaron a levantarse.

—Se ha activado el hechizo—aseguro Topacio observándolo—. Déjenlo en el suelo, no interfieran.

—Mierda esto duele— respondió Dazadiel al ser dejado en el suelo.

—¿Puedes ver algo?—preguntó Topacio al acercarse.

—Veo todo distorsionado, no logro ver detalles. Maldición perderé la oportunidad.

—Debes concentrarte, si pierdes el vinculo será el final del hechizo.

—No estoy viendo nada y esta volviéndose mas distorsionado.

Las Reliquias Del Antiguo: El Resurgir De Los CaídosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora