Capitulo 10

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La búsqueda de los responsables del hurto de la reliquia, había llevado al grupo en dirección hacia los bosques al sureste de Thorian. Siguiendo el rastro de los Arkians se habían internado en un bosque gobernado por enormes robles. Una brisa constante mantenía el ambiente fresco a pesar de que era más del medio día. Sentada en el cuello del Grundam, con ropas de cuero rojizo ajustadas y comiendo una manzana, Kalya disfrutaba del viaje. Con dos espadas gemelas en su espalda vigilaba el camino a la vez que examinaba la zona en busca de rastros. Todos parecían disfrutan del viaje con la excepción de Jennifer, quien se aferraba con fuerza a su asiento. Temía caerse del animal al este moverse en ocasiones bruscamente por lo irregular del terreno. Dazadiel estudiaba un mapa, mientras que Dextius conducía a la bestia por una vereda ondulada rodeada de gruesos arbustos por ambos lados. Ulises y Langrid vigilaban los alrededores en busca de algún peligro. Kalya acarició la cabeza del animal y con gran agilidad dio un giro sentándose al lado de Dazadiel mirando el mapa que esté estudiaba.

—Estamos cerca de una villa—comentó Dazadiel mirando el mapa—. Llegaremos en menos de un día si seguimos este camino.

—El rastro parece ir en esa dirección—comentó Kalya ajustando las ataduras de una de sus botas de cuero negro.

—Es la aldea de Klainos, una villa leal a la Orden que se dedica a la siembra—mencionó Ulises—. Hay podríamos conseguir provisiones. ­¿Estas segura que se dirigen en esa dirección?

—Así parece, sus rastros son más fuerte en este bosque y conducen en ese rumbo.

El Grundam continúo su marcha clavando sus garras en el terreno para tener mejor tracción. Pero al hacerlo la bestia no se percató de un hueco tapado por hojas. Esto  hizo que su pata delantera derecha se doblara provocando que perdiera el balance por unos segundos. El movimiento ocasionó que todos se sacudieran en sus asientos con fuerza. Jennifer se alteró liberando un leve grito provocando la risa de algunos.

—Por favor hermano Dextius, tenga más cuidado—pidió Jennifer—. Gran Elysion-Rad como odio viajar en estas bestias.

—Calma hermana, solo perdió el balance nada de que preocuparse—respondió riendo Kalya a la vez que terminaba de comer la manzana.

—No veo lo gracioso de todo esto, hágame un favor y dedíquese a olfatear cosas, no fue para eso que fue traída —contestó muy alterada Jennifer.

—Sí, pero también puedo hacerle el favor y romperle los dientes—respondió ella molesta.

—Cálmense damas, no es necesario ser tan agresivas entre ustedes—comentó tranquilo Dazadiel—. La hermana no esta acostumbrada a viajar en un Grundam, les tiene cierto pavor.

—Ya veo, por un momento pensé que le hacía falta un macho—mencionó molesta Kalya mirando hacia el frente.

Jennifer dirigió su mirada hacia Dazadiel quien solo giro su rostro hacia el lado con una burlona sonrisa. Todos en ese momento se quedaron callados, con la excepción del Grundam,que rugió mientras pasaba por el lado de unos gruesos árboles. Esto le abrió paso por un pequeño claro lo que permitió que los rayos del sol los alumbrará.

—Como se atreve, soy una hermana de la Orden CelesGard y he prestado un juramento de pureza hasta que llegue el momento de procrear mi linaje—dijo alterada Jennifer—. No como usted que parece gustarle provocar a los hombres con su vestimenta. ¿Acaso no pudo encontrar unas ropas más cubiertas?

—No me agrada sentirme restringida—respondió con un poco de sarcasmo Kalya a la vez que se estiraba—. Además solo tengo un escote y los brazos al igual  que mi abdomen están descubierto. Así que no exagere tanto.

Las Reliquias Del Antiguo: El Resurgir De Los CaídosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora