Capitulo 14

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Se encontraba arrodillada con unos pedazos de ramas rotas entre sus manos. Kalya rastreaba la zona boscosa en busca de pistas escondidas en el camino. Guiaba al grupo por un camino serpenteante que ascendía por una pequeña colina con poco follaje. El Grundam la seguía a varios metros de distancia, a su lado caminaban Dazadiel y Ulises muy atentos al entorno y a cualquier cosa que se moviera. La hermana Jennifer se encontraba al lado de Dextius quien dirigía a la bestia a paso lento. Un atento Langrid vigilaba la retaguardia con su arma lista. Todos alertas ante la posibilidad de una nueva emboscada.

—Anoche se retiró y no lo vi hasta esta mañana—dijo Jennifer mirando a Dextius—. ¿Se encuentra bien?

—Lo siento, tenia cosas en que pensar—respondió Dextius—. Cosas que aun me mortifican la mente.

—No debe dejarse llevar por los problemas, nunca es bueno. Además si necesita hablar con alguien, estoy dispuesta a escucharlo.

El guardián observó a esta bella mujer y solo pudo sonreírle. Una sonrisa que fue devuelta con rapidez por ella. Por unos segundos solo se miraron directo a los ojos. Sus respiraciones se calmaron como si estar cerca uno al otro les sirviera de antídoto a sus preocupaciones. Langrid se dio cuenta de las miradas que ambos intercambian las cuales no necesitaban ninguna traducción.

—¿A qué distancia estamos de la villa?—preguntó Langrid para interrumpirlos.

—Ah,...creo que estamos cerca—contestó un sorprendido Dextius—. No debemos tardarnos mucho tiempo en llegar.

ùEstoy ansiosa de encontrar una cama decente—afirmó Jennifer arreglándose el cabello un poco sonrojada.

—Me conformaría con una comida caliente—respondió Langrid.

Langrid rió al notar como se habían sonrosados, en especial Jennifer quien trataba de acomodarse el cabello a pesar de que la brisa lo movía con frecuencia. Bruscamente Dextius halo de las riendas que controlaban al gigantesco animal, haciendo que frenara con fuerza casi lanzando al suelo a los demás. La razón de esto era que Kalya se había detenido enfrente de ellos al llegar al tope de la colina. La media sangre detectó un aroma preocupante para ella y utilizó todos sus sentidos para asegurarse de lo que percibía. Dazadiel se acercó a su lado observando con seriedad en la dirección a la cual Kalya dirigía su atención. Un olor preocupante llegaba con la brisa cambiante que en ocasiones aumentaba en fuerza. Pequeñas nubes de humo negro se podían observar a una corta distancia de ellos.

—No puede ser—dijo Kalya.

—En esa dirección se encuentra la aldea de Klainos, ¿Qué has percibido mujer?—preguntó Ulises alterado.

—El olor a muerte viaja con el viento—contestó Dazadiel con seriedad—. Incluso yo puedo percibirlo.

Ulises hizo una señal con su mano la que Dextius entendió forzando al Grundam a moverse con rapidez. Todos se subieron a la bestia y esta descendió colina abajo casi deslizándose por el camino. Al llegar al fondo el animal corrió con todas sus fuerzas hacia el lugar de donde provenía el humo. Siguió a toda velocidad hasta llegar a un claro que les daba acceso a una grotesca escena. Los ojos verdes de Jennifer se llenaron de horror al ver enfrente de ella una pequeña aldea arrasada. Las llamas se movían como pequeños demonios rojizos que se dispersaban junto a las cenizas. El olor a carne quemada se apoderaba en ocasiones dependiendo de la fuerza de la brisa. Todos descendieron del Grundam con cautela. Ulises y Dazadiel fueron los primeros en descender del animal.

—Piadoso Elysion-Rad, te suplico que guíes sus almas en el viaje por la luz—dijo Ulises apretando el mango de su mazo.

Cada paso que daban entre los escombros se encontraban con los cuerpos quemados y destrozados de los habitantes de la aldea. Dazadiel caminó entre las ruinas de la villa buscando alguna señal de vida entre los restos. Los cadáveres de hombres, mujeres y niños yacían en el suelo sin haber sido perdonados durante esta masacre. Una gran tristeza invadió a Jennifer al ver en una esquina cercana a una cabaña los cuerpos sin vida de una mujer y dos pequeños niños. La mujer había muerto tratando de cubrir con su cuerpo a los pequeños.

Las Reliquias Del Antiguo: El Resurgir De Los CaídosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora