CAPITULO 3

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Camino hasta la Aldea de los Vencedores. Este camino generalmente es silencioso y solitario,ya que va directo a la aldea.Veo la fuente,que esta en el centro de la aldea,rodeo la fuente y veo mi casa.Me quedo paralizado cuando veo el auto del Capitolio fuera de mi casa.Noto como mi respiracion se agita y mis pelos se ponen de punta con pensar en el porque pueden estar aqui.En mi casa.

Intento controlarme y actuar lo mas normal hasta mi casa.Llego a la puerta y la abro lo mas normal que puedo.Me paro en el pelfudo de la etrada,sacudo mi botas y me quito la chaqueta.

-Como te fue en tu paseo,querido-dice mi madre,quien acaba de salir de la cocina.Camina hasta mi,muy nerviosa,se acerca y me besa la mejilla.

-Bien-digo,algo confundido ya que ella sabe que fui a cazar con Delly.Pero algo me dice,que si lo digo,algo malo puede pasarnos.

-Hola,Peeta-dice Prim,caminando rapidamente hacia mis brazos.A medida que se acerca me agacho a su nivel y la abrazo.

-Tranquila,Prim-le digo en un susurro,mientras acaricio sus rubio y finos cabellos.

Me separo,le dedico una sonrisa que ella corresponde y me pondo de pie.Prim se queda a mi lado y toma mi mano con fuerza.Con mi pulgar dibujo pequeños circulos en el dorso de su mano,para hacer que se calme.

-Joven Everdeen-dice,una extraña voz a mis espaldas-por aqui

Volteo,sin soltar la mano de Prim,y veo fijamente al dueño de la voz.Es un agente de paz,pero no como los del distrito,este es del Capitolio.Le doy un suave apreton a la mano de Prim,la suelto y me dirigo al agente de paz.

-Por aqui-dice señalando un pasillo detras de él.

El camina enfrente mio, yo solo lo sigo.Es extraño que te dirigan en tu propia casa,pero para evitarle problemas a mi familia me quedo en silencio.El agente se detiene frente a unas de las habitaciones,donde esperan dos agentes mas.

-Entre,por favor-me dice uno de ellos,apartandose para que pueda pasar.

Yo asiento,abro la puerta y entro en la habitacion.Entro silenciosamente,cerrando la puerta detras de mi.Cuando volteo,me paralizo,al toparme con los ojos frio del Presidente Snow.Esta sentado en el escritorio de la sala,el mismo lugar donde Prim hace sus deberes y mi madre las cuentas.Me lleno de impotencia,ya que el no tiene derecho a entrar asi en mi casa,pero no puedo hacer nada al respecto.

El me mira detenidamente,como un cazador mira a su presa y mantiene  una gran sonrisa en su rostro.Camino hacia él,lo mas calmado que puedo.Me sudan las manos y mi corazon late demasiado fuerte,pero me controlo lo suficiente para poder hablar.

-Presidente, a que debo su grata visita-digo forzando una sonrisa.

-Es mejor si no nos mentimos el uno al otro ¿no cree joven Everdeen?-dice con la misma sonrisa.

-Eso creo-digo,al mismo tiempo que me siento en unas de las sillas frente al él,sin eliminar el contacto visual.

-Tengo un problema,joven Everdeen,un problema que empezo cuando usted saco las bayas en la arena-dice serio,esperandoa que diga algo- los distritos no piensan que todo ese acto de amor se real,y si creen que un chico del Distrito 12 puede contra el Capitolio,que le impide a ellos hacer lo mismo.

-Un levantamiento-digo,casi en un susurro,al asimilar lo que me esta diceiendo.

-Eso mismo-dice,el observando detenidamente una galleta,que creo mi madre le trajo.

-Muy bonita, ¿las hizo su madre?-dice,mordiendo un trozo de galleta.

Yo miro el plato de galletas con atención.Los suaves trazos,delicados colores y su peculiar aroma.No necesito verlo mas,yo se quien las creo.

-No, Katniss-digo serio,observándolo comer.

-Oh,ya veo-dice,limpiando la comisura de sus labios con la servilleta- ¿Como esta su encantadora enamorada?-dice con una gran sonrisa.

-Ella esta bien-le digo,serio.-Tan bien como se puede estar después de haber estado en la arena- quisiera decirle,pero me muerdo la lengua.

-¿Como esta su querida amiga?-dice,con una sonrisa extraña.Como si supiera algo que yo no.

Se que se refiere a Delly,cuando dice "querida amiga".Me tenso al saber que es posible que le haga daño a ella tambien,pero intento hablar y parecer lo mas normal posible.

-Ella esta bien,con su familia-le digo sonriendo forzosamente.

-Eso espero,al igual que espero que todo rasto de levantamienos se vea controlado-dice serio.

-Como se supone que lo haría?-digo,ya que yo no puedo controlar a cientos de personas.

-Debe estar locamente enamorado de esa chica-dice,es practicamente una orden.

-Lo haré,los convenceré-digo seguro de lo que debo hacer para salvar a mi familia.

-Apunte mas alto por si se queda corto-dice poniendose de pie.

-Mas alto?-le pregunto,al mismo tiempo que me paro de la silla.

-Convenceme a mi-dice acercandose hacia mi.

Yo solo asiento,mientras lo observo acercarse.Se para a mi lado,con la mirada fija en la puerta.Noto mi respiracion agitarse y mis nervios volver.

-Por cierto-susurra en mi oido,haciendo que su respiracion me ponga los pelos de punta-se lo del la reunio en el bosque-dicho esto se va y sale de la habitacion.

Me quedo paralizado y nervioso.El sabe que estube con Delly,que me reuni con ella en el bosque.De pronto me lleno de miedo al pensar que ahora ni en el bosque estoy fuera del alcanze del Capitolio.Me quedo viendo por la ventana.la nieve se acumula en el marco.El sumbido que genera el motor del auto del presidente,hace que reaccione y que mis nervios se calmen un poco.

Respiro y suspiro, no se con quien podria hablar de esto.Mi primera opcion es Delly,pero esto solo serviria paraque se enfurezca mas contra el Capitolio,no me ayudaria. Luego esta Portia, pero no puedo hablar con ella por telefono ya que las conversaciones son grabadas por un sistema del Capitolio.Debo hablar con Haymitch,el es mi mentor,el sabra que hacer.

Salgo de mi casa,evitando las miradas de preocupacion de mi madre y Prim,diceindoles que les explicare al regresar.Tomo mi chaqueta,y salgo de mi casa.

La temperatura a bajado,por lo que el viento es aun mas helado que en la mañana.La nieve empieza a caer mas fuerte,corro hasta la casa de mi mentor y toco desesperado ya que el frio se hace cada vez mas insoportable.

Veo como una luz se enciende en la sala de la casa,escuchos los pasos de mi mentor y noto como la puerta se abre.Dejando ver al dueño de la casa.

-Hola,Peeta-dice una voz dulce,que no le pertenece a mi amargado mentor...

EN LLAMAS: LA NUEVA HISTORIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora