CAPITULO 21

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Despierto suavemente, solo al tener a Katniss entre mis brazos lo puedo hacer. Abro los ojos y bajo la mirada en busca de la mirada gris que me tranquiliza. Katniss sigue dormida, por lo que no puedo ver sus hermosos ojos.

Me quedo acostado en silencio, para no despertarla, solo acaricio sus cabello. Paso el tiempo acostado, descansando en la poca paz que tengo ahora. Le aparto unos mechones oscuros de la frente y le doy un suave beso en ella.

Noto como se mueve lentamente ante mi tacto y sus ojos se comienzan a abrir. La observó sin quitar mi agarre para evitar que caiga al moverse. Sube la mirada y me sonríe al cruzar su mirada con la mia.

-Buenos dias-le digo con voz ronca.

-Buenos dias, Peeta-me dice con voz dulce.

Ella me mira sonriendo, parese recordar algo cuando aparta la mirada de golpe y se levanta. Yo la miro extrañado, me incorporo en el sofa sin apartar mi mirada de ella.

-Pasa algo?-le pregunto confundido.

-No, estoy bien-me dice nerviosa.

-Katniss, no sabes mentir-le digo poniendome de pie a su lado.

-Es solo que me preocupa lo que pueda pasar-me dice con tristeza en su voz.

-Nada pasara-le aseguro y beso su frente.

Ella asiente con una leve sonrisa en su rostro y me abraza con fuerza. Correspondo su abrazo y le doy varios besos en la coronilla de su cabeza. Ella se separa de mi, para luego darme un beso en la mejilla.

-Peeta, ire a mi casa a cambiarme, volvere para el almuerzo-me dice con una leve sonrisa.

-Esta bien-le digo,  mientras observo como toma su abrigo y camina hacia la puerta.

Ella abre la puerta,  el viento helado llena la habitación, y sale no si antes dedicarme una dulce sonrisa. La puerta se cierra, bloqueando el paso de mas viento. Oigo pasos en la escalera, volteo inmediatamente, para ver a mi pequeña hermana que baja las escaleras lentamente.

Al verme sonríe y camina un poco mas rapido hacia mi. Lleva un vestido de seda como pijama, el cabello suelto en sus rizos naturales, golpeando en sus hombros cuando camina. Llega hasta el final de las escaleras y empieza a caminar en mi dirección.

-Buenos dias, Peeta-me dice alegre, pero con voz ronca.

Se acerca lentamente, mientras frota sus ojitos con sus manos y me sonrie. Al estar a mi lado se pone de puntillas y me da un beso en la mejilla.

-Como dormiste, Prim?-le digo acariciando su mejilla.

-Muy bien-dice sonriendo- y tu?-me dice con una ceja levantada, debe haberme visto dormir en el sofá.

-Bien, Prim-le digo entre risas- Quieres desayunar?-le digo jugando con su cabello.

-Si, porfavor-dice caminando hacia la cocina.

Yo sonrio al verla, tan inocente, tan pura, todo lo que debo cuidar en ella. Salgo de mis pensamientos y la sigo hasta la cocina. El dolor que sentia en el tobillo ha disminuido, ahora casi no lo siento.Creo que mi madre no ha despertado aún, pero prefiero no preguntar.

Entro en la cocina y veo a Prim comenzando a sacar cacerolas y platos de la alacena. Ella voltea a verme, me sonrie y sigue buscando las cosas. Saco la comida que vamos a cocinar y la ayudo.

Cocinamos cereales calientes con fruta, bollos con chocolate, que Katniss dejo, y zumo de naranja. Al terminar de preparar y servir todo, lo llevamos a la mesa y nos sentamos juntos.

EN LLAMAS: LA NUEVA HISTORIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora