CAPITULO 29

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Abro los ojos lentamente, pero los cierro nuevamente por la fuerte luz que entra por la ventana. Levanto la cabeza un poco, pero me arrepiento inmediatamente, todo comienza a dar vueltas. Bajo la cabeza lentamente, apoyando mi frent contra la fria madera d de la mesa, tratando de recordar que fue lo que paso. Trato con todas mis fuerzas, provocando qie el dolor e cabeza sea insoportable, pero lo unico que reuerdo es haber bebido junto a Haymitch, luego solo existe un profundo vacio oscuro en mi memoria.

De un momento a otro siento como mi estomago se contrae, haciendo que me ponga de pie de golpe y corra a la cocina. Al llegar al fregadero, apoyo mis manos a ambos lados y regreso todo el alcohol que pude haber ingerido.

El licor al entrar es satisfactorio, pero al salir de tu cuerpo deja una sensacion totalmente contraria. No vomito nada mas que el licor, ya que no he comido nada mas. Entre vomitos, intento calmarme, pero se me es imposible debido a la rapidez con la que mi cuerpo expulsa el alcohol.

Cuano parece que todo el licor ha salido de mi cuerpo, logro calmarme lentamente. Me mantengo apoyado contra el fregadero, por temor de que al soltarme pueda caer. Cierro los ojos con fuerza, mientras trato de calmar mi respiracion agitada. Siento la suave capa de sudor cubrir mi frente y el mal sabor que el vomito ha dejado en mi boca.

-Peeta?- escucho la ronca voz de Haymitch.

Al oir su voz subo la mirada instintivamente, pero al ver sus ojos llenos de tristeza, aparto mis ojos azules que solo demuestran verguenza. Me incomoda estar asi frente a Haymitch, ahora mismo mi apariencia debe ser fatal, sin mencionar que acabo de vomitar en su cocina.

-Te sientes mejor?-dice senalando el fregadero junto a mi, restandole importancia.

-Porque me duele tanto la cabeza?-le pregunto casi en un susurro, evitando subir mi tono de voz.

-Es normal, es parte de la resaca-me dice con una extrana sonrisa.

No digo nada mas, ya que el sabe lo que se siente, aunque parese no afectarle. El al mirar mi cara de confusion, solo sonrie, para luego pasar de largo. Veo como se acerca a la alacena, toma un pequeño vaso de vidrio y lo llena con agua, para luego darmelo a mi.

-Bebe, te hara bien, pero luego debes comer algo-me dice serio, hablando con clara experiencia sobre el tema.

Tomo el vaso entre mis manos, para luego tomarlo de un solo trago, es sorprendente lo seca que tenia la garganta. Al terminar el vaso lleno de agua, lo dejo sobre la mesa y luego abro el grifo del agua dejando que el agua se lleve todo el vomito del fregadero.

Haymitch toma el vaso, lo llena nuevamente, pero antes de darmelo saca del refrigerador una bolsa con hielo. Me da el vaso, el cual tomo con una mano y luego me indica que me coloque el hielo en la cabeza. Hago todo lo que el me dice, bebo el agua mas lento esta vez, mientras con mi otra mano sostengo el hielo junto a mi cabeza.

Haymitch me aconseja sentarme, lo que hago si  vacilar, ya que la cabeza comienza a darme vueltas nuevamente. Me siento en una silla cerca de la cocina, mientras observo como Haymitch comienza a preparar algo de comida. Veo qe saca un trozo de pan, que unta con algo de queso y me lo entrega sobre un plato.

-Tienes que comer- dice colocando el plato frente a mi.

Obsrvo el pan sobre el plato, lo tomo en una mano y lo llevo a la altura de mi boca. El olor que llega, al queso salado, hace que mi estomago se revuelva provocandome nauseas. Trago con fuerza y luego muerdo el trozo de pan, el queso grasoso se derrite en mi boca, dandome cuenta de lo hambriento que en realidad estaba.

Haymitch sonrie satisfactoriamente, para despues sentarse en una silla junto a mi. Cuando termino de comer, el aparta el plato y me mira fijamente pero sin decir nada. Yo lo miro por un tiempo, al no ver reaccion de su parte, cierro los ojos y me acomodo sobre la silla, con el hielo sobre mi frente.

EN LLAMAS: LA NUEVA HISTORIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora