29. Alejandro.

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-¿Y ya no volviste a hablar con él?-. Me preguntó Celeste.

-No.

-¿Ni por mensaje?

-No.

-¿Porqué?

-Porque lo bloqueé Cristal, ¿Haces muchas preguntas siempre?

-Estoy intentando llevarme bien contigo...

-Pues, para que no preguntes, no volví a hablar con Alejandro cuando se fue con Ezequiel y Ciro a las águilas.

Celeste hizo una mueca, -¿Y cuando jugaron contra ellos, como le hiciste?

-Simplemente no lo vi. Ahora, tengo que ir a hacer algo. Nos vemos luego.

En realidad no tenia nada que hacer, pero no quería seguir hablando, no es que odie a Celeste o algo pero a veces es muy.... Imprudente.

-Nos vemos luego.

El entrenamiento ya había acabado y hoy tendría que caminar hasta mi casa ¡7 cuadras!

Pero después de un capitulo de el psicoanalista, que por estar viendo Stranger Things no he leído casi nada.

Después de un rato me faltaban 10 páginas para terminar el libro...

-¿Qué haces aquí?

Reconocería es voz en donde sea, traté de calmarme, y no le contesté.

-¿Vas a seguir ignorandome?

No le contesté. Otra vez. Y lo conocía tan bien que podría jurar que estaba rodando los ojos.

-¿Sabes que son las 9 de la noche?

-¿Qué?- Cerré el libro de golpe, ya era de noche y ni me di cuenta por las lámparas que las encienden antes de que oscurezca.

-Y tu celular se encendió unas ¿5 veces?

El celular estaba a un lado mio. Y justo cuando volteé mi mamá estaba llamando. No contestaré.

-¿No vas a contestar?-Negué con la cabeza asustada, cuando llegue ojalá ya se haya dormido.

Me iba a levantar, cuando Alejandro tomó mi celular, ¡LE ESTABA MARCANDO A MI MAMÁ!

-¡Hey! -Intenté quitárselo pero es mucho mas alto que yo... Y mamá contestó la llamada.

-¡ALEJANDRO!

Aunque podría ser buena idea, mamá siempre adoró a Alejandro, incluso más que a mi.

-¿Hola? Ah, sí, soy yo... Sí, esta conmigo, no se preocupe... Está ocupada, haciendo un trabajo que le encargaron por eso no contestó. Sí, adiós.

Me regresó el celular.

-¿Tan difícil era hacer eso?

-Me iba a matar si contestaba yo, tú siempre le caíste bien.

-¿Y a quien no?

-¡A muchas personas! No eres el centro del mundo.

-No quiero ser el centro de cualquier mundo, quiero ser el centro solo del tuyo.

-Eres un fastidio, mejor me voy, prefiero que mamá me regañe.

Puso una mano en su pecho ofendido.

-Me ofendes.

-Me fastidias.

-Me amas yo lo sé.

-Sí, te amo.

Volteó a verme sorprendido.

-¿Qué?

-Te ha mordido un perro, ¿no te acuerdas aquel día, que te causte de la bicicleta y el perro del señor de la tienda te mordió?

Me reí a carcajadas al ver la cara del chico.

-¡Oh, por dios! ¡Debiste haber visto tu cara!

-¿Ah, sí? Con que esas tenemos.

Lo observé confundida, mientras este me sacaba la mochila, el celular y los libros dejándolos en la banca.

-¿Ya no traes nada? ¿Que se pueda romper o algo?

Negué confundida.

-Bien.

Se acercó a mi y me cargó como su fuera un costal de papas.

-¿QUE RAYOS TE CREES QUE HACES? ¡SÚELTAME YA!

-Como gustes.

Me dejó caer y yo estaba con el corazón acelerado a la espera del golpe... Pero no llegó. En cambio, quedé toda empapada. Me había lanzado a la fuente. ¡Estaba helada!

-¡ALEJANDRO!

-Tú empezaste. Adiós.

Pero antes de que se fuera lo agarré del pié.

-Ni creas que vas a salir limpio.

Y con todas mis fuerzas lo halé hacia la fuente, cayendo justo al lado mio. A los pocos segundos salió del agua.

-¿Cómo sabias que no traía nada en los bolsillos?

-No sabia.

Me miró mal, lo empujé haciendo que nuevamente cayera al agua y salí de ahí, seguida de él.

-Sí estaba fría.

Lo miré incrédula. -¿En serio? ¡No lo sabia! Gracias por la información, tienes más conocimiento que wikipedia.

Él rió, pero después se cara cambió a una seria -Será mejor que te vayas a cambiar.

-¿Porqué?-Pregunté tras su repentino cambio de humor.

-No me gusta como te ve ese chico de allá -Señaló a un chico que estaba en una banca con unos audífonos -O tengo una mejor idea para que deje de molestar.

Otra vez sonrió, ¿Es que este chico es bipolar?

Lo miré confundida, se iba acercando mucho a mi, y justo cuando iba a darle el golpe de su vida...

—Ah, ¿creiste que te besaría? Pues ahora no por tirarme al agua.

—¿Qué? ¡Por supuesto que no! ¡Que asco! Te iba a dar el golpe de tu vida.

—Ya sé que te mueres por besarme, admitelo.

—Eres IN-SO-POR-TABLE. Ya ni Dedé en serio.

Guardé las cosas en la mochila con cuidado de no mojarlas, cuando Alejandro me da la vuelta haciendo que quedé muy cerca de él.

—Creo que tendré que hacerlo yo—Y me besó.

.....

N/A:

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Ustedes elijen de quien será el próximo y.... Último imagina,  como ustedes quieran. (Ideas).

O11CE [Imaginas, One Shots]         Donde viven las historias. Descúbrelo ahora