42. Arturo.

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-¿Qué fue lo que te dijo papá, _____?

-Que no llegara tarde a las clases.

-¿Qué fue lo que hiciste?

Rodé los ojos.

-Llegué tarde a clase de Olson.

-¿Y dónde estaba Ludmila? -pregunta Ezequiel.

-Ehh, ¿Ludmila?

-Sí, Ludmila.

-¿Ludmila?

-¡Sí! La pelirroja, nuestra hermanastra, a la que la vives.... -pareció comprender. -¿Le volviste a echar harina en su secadora?

-¿Cómo crees? No, yo no repito bromas. Esta vez le dejé una cucaracha en su cama... O varias.

-Esta vez te excediste.

-Bien que te quieres reír, anda expajarito, ríe. Sólo imagínala gritando al despertarse porque había cucarachas por toda su cara.

Él suelta un suspiro negando con la cabeza. -Estás en Cuarto grado. Tienes que aprender a comportarte.

-Istis in cirti gridi, tinis qui iprindir i cimpirtirti.

-Oh, bueno. Contigo no se puede hablar. -dijo, iba a cortar la videollamada, pero antes hablé.

-¡Espera, espera! ¿Cómo les está yendo allá? ¿Ya entrenaron con el equipo? ¿Cuándo van a jugar? -pregunté sin dejar tiempo para que respondiera.

-Ni bien ni mal, sí y hay un partido dentro de unos días pero no sabemos si vamos a jugar nosotros. ¿Y las cosas por allá?

-Buenooo, con las Fénix todo bien, esperamos ir al mundial, pero no se puede decir lo mismo de los halcones.

-¿Eso porque?

-Están mas divididos que cuando volviste a el IAD, dice Zoe que incluso están peor que cuando recién llegó Gabo, pregúntale a Lorenzo. Los nuevos integrantes de los halcones, mis compañeros por cierto, no se entienden con los que quedaron. Hay muchas diferencias de opiniones y, en mi opinión, uno de ellos es insoportable.

-Mira quien lo dice- menciona soltando una risa irónica.

-Cierra la boca. Es mucho más insoportable que yo. Los demás parecen sus súbditos. ¡Como cuando eras capitán de las Aguilas! Pero un poquito peor.

Me miró mal, reí.

-¡Ezequiel! -escuché que habló alguien.

Mi hermano volteó, dijo algo en un idioma que no entendí- Me tengo que ir, llamo luego, no llegues tarde a las clases que te van a reprobar.

-Como digas, expajarito.

Terminé la videollamada.

Me senté en una de las mesas de la cafetería.

-¿Con insoportable te referiste a mí? -voltee a un lado.

-¿Qué haces aquí? -pregunté.

-No se responde con otra pregunta a una pregunta.

-Sí, con insoportable me refería a tí. Ahora, ¿que haces aquí, y porque estabas escuchando la conversación que tenía con mi hermano?

-Escuché por casualidad, estaba casi a un lado tuyo, y vine porque me pareció escuchar que yo soy insoportable.

-Pues sí, lo decía por tí. -me levanté y caminé hacia la biblioteca.

-Es de mala educación dejar a las personas hablando solas.

O11CE [Imaginas, One Shots]         Donde viven las historias. Descúbrelo ahora