Claus y Lucas vivían una vida normal y cómoda como príncipes del reino de Nowhere, sin embargo un día escuchan un escabroso plan que se está gestando en torno a quien de ellos será Rey, por lo que deciden escapar, pero el destino los lleva a conocer...
-¿Claus está hablando en serio? -Duster le preguntó al menor.
-No... está jugándote una broma, lo dijo para que no lo regañes por hacerme llorar... por eso se fue. -Mintió Lucas.
-¡Lo sabía, voy por él ahora mismo!
Duster se retiró de inmediato dejando a Lucas solo. El príncipe esperó que el mayordomo se alejara lo suficiente para dirigirse al comedor de los trabajadores, necesitaba encontrarse con su amiga la doncella. Rápidamente se dirigió a aquel lugar.
Kumatora se encontraba junto con muchos de los empleados, disfrutando de la comida junto a otros de los empleados.
Cada vez que Lucas iba a ese lugar los empleados dejaban todo de lado para ofrecer sus servicios al príncipe y ofrecer reverencia.
Lucas agradecido los servicios de las amables personas se negó amablemente a hacer una petición y les pidió que continuaran disfrutando de la comida, tomó una silla cerca de su amiga la doncella y confidente.
-Hola Lucas, ¿qué te cuentas? -Preguntó ella sonriendo.
-B-bueno... es que yo...
-Dime, con confianza, no seas tímido.
-Necesito que primero estemos en un lugar más seguro... -Le contó cauto el príncipe, en un tono de voz bajo.
-Oh. Entiendo Lucas.
Acordado aquello, el príncipe invitó a la doncella a un lugar que se encontrara lejos de los oídos de los demás, pero lo que ambos no sabían, es que estaban siendo espiados por una persona a petición del Rey.
Cuando Lucas y Kumatora llegaron a destino tras buscar cuidadosamente un supuesto lugar donde nadie los oiría, Lucas comenzó a relatarle a su amiga los planes que la realeza tenía para él y lo que Claus tenía en mente para escapar.
-Es qué... papá se va a deshacer de mí... -Repetía una y otra vez el príncipe con mucho temor.
-Que ni lo piense o le meto veneno en su sopa a tu padre y esos viejos.
-Claus me prometió que escaparíamos juntos y me protegerá allá afuera.
-¡Eso es! Debes irte con él, y yo iré con ustedes. Voy a empacar mis cosas ahora mismo, nos iremos cuando todos duerman, conozco una salida...
-¿D-de verdad?
-Así es, ve a empacar tú también, apresúrate que no hay tiempo que perder.
-¡Entendido!
De inmediato Lucas fue a su habitación a empacar sus cosas, allí estaban Claus y Duster esperándolo.
-¿Lucas... fuiste a contarle a Kumatora verdad? -Claus preguntó seriamente y con algo de molestia.
-B-bu... bueno, yo...
-Está bien, ya no importa, nos vamos en dos días más así que tienes tiempo de hacer tus cosas. Puedes estar tranquilo mientras tanto.
-¿Irá Duster? -Lucas preguntó.
-Por supuesto, sólo él conoce todo el exterior y otros lugares lejanos a nuestro reino, él nos guiará, él nunca se pierde ya sabes. -Dijo el bermejo con mucha seguridad.
Lucas aún no sabía muy bien del plan, a donde irían, tal vez sería mala idea, aunque creía que no perdía nada intentando obedecer esta vez a su hermano. Sólo deseaba escapar de ahí cuanto antes.
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Esa noche, la doncella llegó a hacerle compañía al príncipe Lucas, ella se quedó hasta el amanecer a hacer vigilia para que nadie intentase llevarse al príncipe más vulnerable. Estaba a punto de cerrar sus ojos a causa del sueño cuando de pronto...
-Despierta. -Le dijo uno de los empleados que se había infiltrado en la habitación del príncipe.
-¡Lucas! -Exclamó la doncella asustada por aquel sujeto.
-Shh... -Siseó el desconocido-. Vengo a decirle que, Claus ha huido...
Kumatora no podía digerir lo que acababa de oír. ¿Y quién demonios era ese tipo? ¿Qué sabía él?
-Por favor, necesito hablar con el príncipe.
-¿Quién carajos eres tú y qué te crees que eres al venir aquí a meterte a la habitación del príncipe? Está prohibido para los empleados ver a los príncipes.
-¿Tú no eres una? -Dijo el desconocido.
-B-bueno, sí, pero yo soy su mejor amiga y tengo permitido estar con él.
La reina desesperada corrió hasta la habitación de Lucas sacando a los otros dos del camino a empujones.
-¡Lucas despierta!
-M-mamá... -musitó el príncipe.
-¿Dónde se fue Claus? Tú sabes a donde a huido Claus junto a Duster.
-¡¿Claus ha huido?! No, mamá él debe estar en algún lugar, él no pudo haber huido..., no sin mí.
-Tu padre está muy molesto, pronto mandará un ejercito a ir por él. Lo van a castigar bien feo si no dices la verdad hijo, te puede ir mal a ti si lo ocultas.
-¡Mamá no sé de verdad, te juro que no sé a donde se fue! -Lucas comenzó a llorar, no se creía que su hermano había roto la promesa.
-Está bien, tranquilo, seguro está jugando a las escondidas... -Dijo la mujer acariciando el suave cabello de su hijo, tratando de no preocuparlo más, pero eso ya no funcionaría.
La reina se retiró de la habitación dejando a Lucas solo. Y Kumatora corrió tras ella para preguntarle sobre Claus.
-P-príncipe... -Dijo el misterioso empleado.
-¿Q-quién eres?
-Yo puedo llevarlo con su hermano si lo desea su majestad.
-¿Quién eres tú y qué sabes de mi hermano? -Dijo este con preocupación.
-Mi nombre es Ness y estoy para servirle su majestad.
Humildemente se había arrodillado ante el príncipe, dedicándole una gentil sonrisa.
