Claus y Lucas vivían una vida normal y cómoda como príncipes del reino de Nowhere, sin embargo un día escuchan un escabroso plan que se está gestando en torno a quien de ellos será Rey, por lo que deciden escapar, pero el destino los lleva a conocer...
―¡Yo sabía que Lucas era mejor que Claus! ―Ninten exclamó en modo de burla―. ¿Qué se siente Claus?
―¡Como si me importara! ―Se quejó Claus y se cruzó de brazos.
―Finges que no te importa Claus, pero estoy seguro que por dentro te retuerces de la envidia ya que por ser el mayor debías de haber heredado todo, pero tu hermanito te lo ganó, ¡eres un perdedor!
―Ja, ja, que gracioso.
―Claus se casará con la princesa Tracy cuando esta cumpla la mayoría de edad y será el rey de Eagleland. ―Habló el rey Flint.
La mandíbula de Ninten casi cae al suelo cuando escuchó eso. ―¿Quién demonios es Tracy?
―¡Toma eso niño mono en toda tu cara!
―B-bueno, ya es de noche... deberían quedarse e irse mañana temprano. ―Añadió Ninten.
―Sí Niño mono, me voy a quedar hasta mañana, estoy cansado por tu culpa que me despiertas a las tres de la madrugada. ¡Tonto Niño mono! ―Claus como si nada se lanzó a un sofá para descansar.
Ninten detestaba que Claus lo llamara Niño mono, tomó una almohada del mismo sofá para ahogarlo unos segundos. ―¡¡Que no me digas Niño mono!!
Casi la mayoría reían de ambos príncipes y sus juegos.
―Claus vamos a dormir ―dijo Lucas―. Tengo sueño y mañana debemos irnos temprano.
―Me quedaré aquí en el sofá a dormir.
―¿Papá podemos darles a los demás una habitación también? ―Ninten preguntó.
―Por supuesto hijo.
Esa noche ambos reyes arreglaron sus diferencias e hicieron las pases, mientras que sus hijos dormían frente a ellos.
Claus se había quedado dormido en el sofá y Ninten le había traído un edredón, pero ambos reyes fueron testigos de ver el gran cariño que ambos príncipes se tenían.
―¿Así que Ninten está casado? ―Preguntó el rey Flint.
―Lastima, ¿no?
Ambos reyes se rieron de la situación.
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Ya era de madrugada y Flint y sus dos hijos, Kumatora y Duster estaban ya apunto de partir.
Ninten quería llorar, esa sería la última vez que vería a Claus y a Lucas. ―¿Me quedaré solo?
―Yo me puedo quedar contigo ―Lloyd le dijo alegremente.
―¡Por supuesto!
Lucas se acercó al príncipe Ninten. ―Se que no nos veremos en quizás mucho tiempo o años, pero no dejes de escribirme, ambos seremos reyes muy amigos.
―Te escribiré siempre Lucas amigo.
―Ninten hasta... ¿Nunca? O algo así. ―Duster se despidió también.
―Te deseo lo mejor Ninten, serás un buen rey e intenta caerle mejor a tu reino y deja de ser un monstruo como todos dicen. ―Kumatora igualmente se despidió y se burló a su vez.
―Cambiaré, se lo prometo señorita Kumatora. Aunque yo nunca he sido un monstruo como todos dicen, no sé de donde sacan esas cosas de mí... sólo lo dicen porque me ven con el brujo y piensan que soy malo, pero ni él ni yo lo somos.
El rey Flint solo se despidió con una sonrisa.
―Bueno, Ninten... ―Dijo Claus y todos se alejaron para comenzar a caminar y para permitirles despedirse mejor―. Pero que pesados son...
―Adiós Claus, espero volver a verte... de verdad que lo espero más que nada. ―Ninten puso sus manos en las mejillas de Claus suavemente y se acercó a él.
Kumatora se dio la vuelta de casualidad. ―¡Miren yo lo sabía! ―Chilló señalando al par de príncipes.
Claus sonrió un poco sonrojado y se despidió por último con la mano ya que sentía un nudo en la garganta que le negaba soltar más palabras.
―¡C-Claus! ―Gritó Ninten―. ¡Te quiero!
Claus se dio la vuelta para volver a mirar a Ninten quizás por ultima vez ―¡Yo también te quiero Chocolate sé que serás un buen Rey!
