🔱Una tienda mística🔱

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EN EL PUEBLO DE PODUNK...

—¿Tienes hambre Lucas? -Preguntó Claus.

—Sí, pero no, es decir... no quiero comer aún, ¿Podemos hacer otra cosa  antes no?

—¡Lucas mira, una tienda de magia!

—¡Es de brujería tonto!

—En Nowhere se prohíben esas practicas, allá se castiga a las brujas con la muerte en hogueras ¿Lucas quieres entrar a ver tu futuro... o a que te maldigan? Jaja...

—Me dan un poco de miedo esas cosas, será mejor que no hermano, podemos hacer otras cosas más interesante en este reino —Lucas respondió tembloroso.

—Vamos Lucas, las brujas son simpáticas —Claus arrastró a su hermano a la fuerza en aquella tienda.

Lucas se estremeció, el lugar era tan oscuro tanto por fuera como por dentro, ni siquiera sabía donde pisaba. Se aferró a Claus escondiéndose detrás de su espalda.
Allí una persona los esperaba, estaba cubierto en una manta de color negro y todo a su alrededor era oscuro, la luz de unas pocas velas les permitía distinguir algunas cosas del lugar.

Claus comenzó a temer también y abrazó a su hermano. Ambos se peleaban por esconderse detrás del otro.

—B-buenos días -saludó finalmente Claus.

—Príncipes Claus y Lucas, ¿No es así? —Preguntó la persona con una voz masculina.

—S-sí, así es, yo y mi hermano Lucas quisiéramos... y-yo...

—¿No deberían estar ocultos en vez de perder tiempo valioso? ¿Acaso no le temen a la gente que los busca para vender sus cabezas? Deberían de estar huyendo, están en tierras enemigas perdiendo tiempo muy valioso. Deberían estar haciendo algo por ustedes mismos.

—G-gracias. ¿Cuánto es? —Claus deseaba irse cuanto antes por el miedo. Sentía la presión del brujo reprimiéndolos a ambos.

Lucas se distrajo y comenzó a bizquear algunos objetos que llamaron su atención. Miraba unos frascos de líquidos coloridos, parecían ser pociones mágicas, pensó que tal vez encontraría algo interesante. Tomó uno con sus manos para observarlo más detalladamente.

—Ese te ayudará para que superes esa enorme carga que llevas por la perdida —le afirmó el brujo.

—¿Acaso revivirá a Ness? —Preguntó Claus.

—¡Lo quiero, Claus cómpramelo por favor hermano! —Exclamaba Lucas con desesperación mientras que daba pequeños saltitos.

—Yo no creo mucho en eso de revivir a alguien —el hombre dio una sonrisa como si se estuviese burlando de él—. Eso es para olvidar ese peso que tienes encima.

—¡No lo quiero entonces, si no puede revivir a Ness no quiero nada! —Lucas lanzó el frasco al suelo, los ojos se les inundaron de lágrimas.

—Lucas. ¿Qué pasa con tus modales? —Claus lo reprimió—. Jeje lo lamento, mi hermano es algo torpe aunque es buena persona, puedo pagar los daños que ha ocasionado.

—Claus... ¿Qué es el príncipe Ninten para usted? —El sujeto lo interrogó.

—Ninten es... el príncipe... mi amigo.

—Usted no volverá a ver a Ninten si es egoísta como su hermano, él habrá recuperado su memoria y se olvidará de usted y de todos sus amigos. Ninten volverá a ser quien era y usted deberá temerle más a él que a su propio padre porque él y este reino son sus enemigos. Deben salir de Podunk antes de que el príncipe Ninten se case. Pero antes debe tomar una decisión si usted cree en la amistad. El acceso y salida de Podunk estará restringida y castigada con la muerte, esas serán las reglas del futuro Rey.

—¿C-cuánto es ese plazo para huir? —Preguntó Claus tragando un poco de saliva.

—Dos meses, si él se casa tendrá tanto poder como para convencer a su padre de que los saquen ya sea vivos o muertos de acá, usted debe marcharse a Eagleland ahí estará seguro más que acá.

—¿Y si voy ahora con Ninten puedo cambiar el destino?

—Ninten no quiere estar más con usted, por eso es que él escapó quizás se hartó de tanto que lo insulta usted, pero si dice que es su amigo, debería intentarlo sin miedo, aunque debe asumir que su vida correrá un gran riesgo.

—¡Eso no es verdad! Ninten no se molesta por eso, solo lo hacía porque... bueno, él es alguien de confianza para mí, Ninten no es así como para andar enojándose conmigo por mis bromas, yo lo conozco. -¿Por qué él se fue? Respóndame con la verdad.

—Eso yo no lo sé. —El hombre se levantó de su asiento y alcanzó un pequeño frasco de un liquido de color rosa y otro más grande de color blanco. Se los entregó a Lucas—. Éste líquido blanco lo ayudará a dormir mejor en las noches si no quiere pesadillas. Derrame una gotita en su almohada cada noche, y éste que es de color rosa... cuídelo y averigüe usted mismo para que sirve. Lucas asintió con la cabeza.

—¿Y para mi nada? —Preguntó Claus.

El hombre tomo una barra de vela color marrón y se la entregó a Claus.

—Ésta vela tiene un rico aroma a chocolate —añadió el hombre.

—¿Tiene alguna propiedad curativa o algo en particular? —Preguntó Claus.

—Tiene un buen aroma a chocolate. —Replicó el hombre.

—¡Oh, genial! —Claus dijo con sarcasmo.

—Muchas gracias. ¿Cuánto es? —Preguntó Lucas.

—Sólo quiero que se retiren ahora y dejen de perder tiempo, ya se los he dicho.

—Gracias por todo. —Claus salió del local con su hermano.

Vida de príncipesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora