🔱Ness y el príncipe Lucas🔱

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-¿Dónde se fue mi hermano? -Lucas preguntó al joven.

-Sígame y lo llevaré con él. -Dijo Ness alejándose del príncipe y esperando que lo siguiera.

-¡Espéreme por favor estoy con el pijama! -Se quejó el príncipe.

Ness seguía avanzando y Lucas apenas podía ponerse los calcetines por el frío y los nervios.

-¡Le ordeno que se detenga, deténgase es una orden! -Exclamó Lucas, pero Ness no lo obedecía, parecía no oírlo.

Solo puso sus calcetas y zapatos por falta de tiempo no pudo tomar abrigo y comenzó a correr tras de aquel chico.

El joven Ness abandonó la mansión, Lucas apenas salió de su cálido hogar comenzó a temblar por el frío, aunque aún así no dejó de correr para alcanzar al joven Ness.

Él se detuvo a unos metros en el establo de caballos. Ness se dio la vuelta y lo miró por fin al rubio quien estaba a poco de alcanzarlo.

-¿Príncipe por qué ha salido en pijama? Está usted entumecido de frío, debió abrigarse. -Dijo el empleado con preocupación.

Lucas quería llorar. -Usted no me dio tiempo, yo le grité y le grité... ¿Qué está acaso sordo o qué? -Se quejó el rubio.

-¿Puede ponerle usted mismo la montura al caballo que desee montar? -Dijo el azabache.

-N-no sé montar...

-Es imposible que un príncipe no sepa montar. ¿Por qué no ha aprendido aún? Está usted bien grande, debería saber...

Los dientes del príncipe castañeaban, eso le impedía decir algo en su defensa, intentaba protegerse del frío abrazándose él mismo.

Ness sacó unas sogas de aquel establo y un bolso, como si hubiese estado preparado de antes. También cogió una manta oscura que le sirvió para cubrir al príncipe.

-¿Está usted listo? -Le preguntó a Lucas sonriéndole a la vez.

-No sé... n-no sé montar caballos...

-Eso ya me lo ha dicho su majestad. -Ness subió rápidamente a un caballo, el más gruñón de todos, parecía descuidado-. Suba su majestad.

-No subiré a esa cosa, ¿quiere matarme? ¿No puede escoger un caballo más en forma?

-Claus ha escapado a las cuatro y media con Duster, se nos están adelantando.

Lucas hizo una mueca, detestaba la actitud de Ness y la de su caballo, pero se mantuvo callado un momento para intentar subir sobre el animal. Ness le tendió una mano hasta que consiguió establecerse.

-Me da miedo este caballo...

-Ponga sus manos en mi cintura su majestad.

Lucas hizo caso y se sostuvo bien de la cintura del joven, pero no esperaba que este fuese a tomar ambas manos para luego unirlas con una soga sobre las muñecas amarrándolo así a su cintura.

-¡¿Me está secuestrando?! -Inquirió Lucas muy asustado intentaba zafar la soga que unía sus muñecas alrededor de la cintura de Ness.

-Prefiero que se dañe las muñecas a que se caiga del caballo y pierda la vida.

-¿Y la manta negra con la que me ha cubierto? Seguro es para que los guardias no me reconozcan.

-Si ya no tiene frío puede quitársela, y para eso debe usar sus manos que por cierto están amarradas. Le recomiendo guardar silencio, porque Giygas no soporta los chillidos. -Dijo Ness algo cabreado.

Lucas no dijo nada más y Ness hizo correr al caballo con un chiflido.

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