🔱La tostada🔱

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―Siii... je, je... ―decía Claus.

Lucas y Ninten se quedaron mirándolo, deseaban reírse, pero se contuvieron las ganas sólo para seguir oyéndolo.

Lucas había recordado que había puesto en la almohada una gotita de ese líquido blanco que el brujo le había dado.

—Que tierno se ve Claus así —dijo Ninten sonrojado.

Lucas sonrió. —Es tierno mi hermano.

—Claro que sí...~ —Claus masculló.
El muy dormido Claus abrazó al príncipe Ninten inconscientemente, provocando que aquellas mejillas del muchacho se pusieran de color carmesí.

—Lucas ayúdame...

—¡Despiértalo Ninten!

—¡Claus suéltame!

Después de aquel grito Claus abrió los ojos. Se encontraba en una posición muy comprometedora con el otro príncipe. —¡Qué haces aquí tonto estúpido! -estaba no más enrojecido que Ninten.

—Tú eres el que está encima de mí... y Lucas nos está mirando —Ninten respondió avergonzado.

—Olvida esto por favor, fue un sueño nada más.

—Está bien, no te preocupes.

—Yo voy al baño a bañarme —dijo Lucas, de inmediato se alejó de los demás y entró al baño de la habitación no sin antes echar un último vistazo a los otros dos.

—Por cierto Ninten, ¿Qué haces tú aquí? —Claus preguntó aún sonrojado, no era capaz de ver a la cara a Ninten directamente después de lo que acababa de suceder.

—Les traje el desayuno temprano ―respondió Ninten cabizbajo y también apenado―, yo mismo lo preparé... aunque ahora debe estar frío y malo.

—¿Así que el príncipe Ninten se dedica a la cocina también? ―Claus se burló.

—Sólo un poco...

—Gracias por acogernos a mí y a Lucas. —Claus metió una tostada fría en su boca.

—D-de nada Claus, tú eres mi amigo, no es necesario que comas esa tostada, puedo traerte otra menos dura.

—Éstas están buenas, abre la boca y yo te daré para que pruebes.

Las mejillas de Ninten nuevamente se pusieron color carmesí. —¿Me vas a dar en la boca? Y-yo tengo manos para eso.

—Oye, cuando tú eras un príncipe mono yo te alimentaba de esta forma, también te vestía y todo lo demás así que no tienes porqué avergonzarte. ¿Está bien?

—B-bueno, ¿Entonces me viste desnudo? —Ninten estaba más rojo.

—Yo te conocí en cueros Ninten. ¿Abre la boca quieres? Ábrela muy grande y también quiero que cierres bien tus ojitos. —Él le guiñó un ojo.

Ninten obedeció aunque más sonrojado y nervioso, cerró sus ojos y abrió levemente la boca.
Claus le plantó la tostada dura en el rostro.

—Que divertido eres Claus, deberías dejar de ser un príncipe y dedicarte a la comedia.

—¡Ja, ja, ja, ! Tienes mantequilla en la nariz y migas de pan duro en las pestañas... Oye Ninten ¿Me das la autorización para marcharme de Podunk?

—¡N-no! ¿Por qué te vas? Aquí estás seguro tú y Lucas pueden quedarse aquí.

—Tengo que solucionar el problema que tú ya sabes.

—Pero, Claus vas a arriesgar la vida de Lucas. Aquí serán tratados bien.

—¿Puedo irme o no?

Ninten se cruzó de brazos. - No dejaré que te vayas...

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