🔱El reencuentro de los príncipes🔱

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—No me deje solo por favor, perdón... Ness. —Se disculpaba Lucas entre sollozos, limpiando sus lágrimas y mocos en la espalda de Ness.

—Tontito, se la creyó. Nunca lo dejaría solo. ¿Quiere saber por qué?

—Gracias, gracias. ¿Puedo tomar el queso? Muero de hambre jeje.

—Por supuesto su majestad, tómelo, es para usted...

—Tengo que hacer pipí, ¿Me cuida mi quesito? ¿Dónde está el baño?

—Aquí no hay baños...

—¿Y como se supone que voy a hacer pipí si no tengo un baño?

—Atrás de un árbol supongo...

—Pero no es correcto, además no tengo papel.

—¿Usted se limpia con el papel? De verdad es un usted un señorito. No es necesario usar papel su majestad.

—E-está bien... —dijo Lucas enrojecido, de inmediato fue a esconderse detrás de un árbol para hacer sus necesidades.

—Es tan tierno... —murmuró Ness.

—¡Lo escuché! —Gritó Lucas avergonzado.

—¿Qué? Yo no dije nada.

—¿Ahora donde se supone que debo lavar mis manos? —Preguntó Lucas acercándose a Ness.

—Majestad... no tengo idea de donde hay agua.

—¡Santo cielo! —Exclamó el príncipe—. Usted me debe una respuesta, ¿lo recuerda?

—Ya suba al caballo, se nos hace tarde.

—Yo no puedo subirme solo... y aún no me he comido el queso.

Mientras tanto en otro lugar no muy lejos

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Mientras tanto en otro lugar no muy lejos...

—¡¿Como se supone que voy a llegar a Podunk si me roban el caballo y Duster se perdió?!

Claus vislumbró algo que se movía no muy lejos. Se acercó de a poco con absoluto sigilo y pudo reconocer a su hermano Lucas y otro sujeto acompañándolo. No quería que este lo viera y se escondió tras un árbol, se maldecía a si mismo y maldecía a su hermano por haberlo seguido.

—¿Qué hace Lucas con ese bastardo? —él musitó—. ¿Y por qué es tan cabeza dura? Debería estar en casa el muy estúpido.

—Quédese aquí su majestad... —Ness le pidió al príncipe Lucas— yo voy a orinar también.

Claus se dio la media vuelta con diminutos pasos para no ser descubierto, sin embargo sintió un par de golpecitos en el hombro casi al instante del comienzo de su huida y de inmediato se dio por vencido. Ness lo había encontrado.

—Te encontré príncipe Claus. —Dijo Ness con una burlesca sonrisa.

—Por favor que Lucas no se entere que me encontraste... quiero que vuelva a casa.

—El Rey me ordenó llevarte a casa y también me dio órdenes de deshacerme de Lucas apenas te encontrase a ti.

El rostro de Claus cambió por completo, ahora parecía iracundo pero sabía que debía contenerse las ganas de ponerle las manos encima a aquel sujeto —¡Antes de que pienses en tocarle un pelo a mi hermano estarás muerto! —Amenazó el príncipe.

—Tranquilo no lo voy a matar, a mi me hubiese gustado que él fuese la elección de tu padre, lastima que tu eres su preferido...

—Me caes mal, no quiero verte con mi hermano, eres un empleado y él un príncipe. No me importa que lo hayas ayudado, te quiero ver lejos de él, eres peligroso.

—No me des ordenes, yo le sirvo a él, no a ti.

Claus y Ness sin darse cuenta llamaron la atención del Príncipe Lucas debido a su estruendosa discusión y éste ya se había dado cuenta que Ness había encontrado a su hermano y de inmediato corrió a abrazarlo como si no se hubiesen visto desde hace mucho tiempo.

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