🔱Los recuerdos sobre Ness🔱

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—¡Yo no voy a depender de un príncipe casado así que quieras o no me voy a ir con Lucas!

—¿Te molesta que esté casado acaso?

—¡No! puedes casarte con las perritas que se te de la gana, eso a mí no me importa.

—¿No te importa entonces pero te refieres a Ana como perrita? Quién te entiende... parece como si estuvieras molesto con ella.

Claus sacudió su cabeza como respuesta. —No me importa ya te dije.

—¡Está bien, puedes largarte cuando quieras! Pero a Lucas no te lo llevas, él estará seguro aquí conmigo. -Ninten se levantó de la cama y dio un fuerte portazo al salir de la habitación.

—¿Qué pasa Claus? ¿Y Ninten? —Lucas se asomó por la puerta del baño y preguntó.

—Se fue molesto.

—¿Por qué se molestó? ¿Qué le dijiste?

—Le dije que se case con cuanta perrita se le de la gana.

—¿Estás celoso?

—¡No! ¿Por qué piensan eso? Lo dije porque a nadie le gusta depender de los hombres casados.

—Bueno, te creo, pero no mucho no creo que fuese necesario llamarle perrita a su esposa. ¿Oye que vamos a hacer hoy?

—Tenemos libre el día así que podemos conocer el hogar de Ninten. ¿Te parece? Él nos autorizó.

—¡Levántate Claus yo quiero ir al jardín ahora!

—¿Por qué no vas tú solo si tienes tanto apuro?

—¡Pero si dijiste que... olvídalo, voy yo solo, no te necesito...

DIVIDER********

De Lucas no se supo nada hasta el atardecer. Su hermano lo había estado buscando por todos lados en el palacio. Comenzó a sospechar de Ninten, y no quería ir a hablarle por orgullo, ni siquiera lo había visto casi en todo el día a él también, de todas formas fue para preguntarle. Debió comerse el orgullo.

—¡Hola Claus! —Saludó Lloyd.

—Hola Lloyd. ¿Me ayudas a buscar a Lucas? No te asustes, con Ninten hicimos las paces así que no nos va hacer ningún rasguño.

—Sí ya lo sé, él mismo me trajo aquí, al principio casi me oriné del susto cuando él tocó mi hombro y me dijo: «Hola Lloyd», me lo dijo con una gran sonrisa en su rostro y me invitó a recorrer su hogar y pues aquí estoy, ¡Ah! si, te ayudaré a buscar a tu hermano.

Ya era medianoche y Lucas seguía sin aparecer

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Ya era medianoche y Lucas seguía sin aparecer.

—¡Ninten entrégame a Lucas! —Gritó Claus en plena reunión.

—¡¡Sáquenlo de aquí y enciérrenlo en el calabozo!! —Ninten estaba molesto por la interrupción de Claus.

—¡Ninten escúchame, entrégame a Lucas y me largo!

—¡Yo no tengo a Lucas tonto estúpido! Lloyd lo había estado buscando también por otro lado.

—¡Esperen lo encontré! —Chilló Lloyd.

—¿Donde está ese tonto? —Claus preguntó.

Lucas habías regresado, se veía agotado y triste.

—¡¡Eres un cabeza hueca!! —Claus lo regañó apenas se encontró.

—¡Déjame en paz! —Lucas le contestó e intentó salir corriendo.

Claus tomó a su hermano de la muñeca, lo haló hacia él. —Tú no te moverás de aquí.

—¡Quiero ir a comer algo! Suéltame Claus, tengo hambre.

—¿No vas a salir de aquí verdad?

—No voy a salir, lo prometo —Lucas corrió por un plato de alimentos y salió a comer al jardín, ahí estaba tranquilo y alejado de los demás, «eso pensó él».

—¿Porqué estás tan solito Lucas? —Ninten lo saludó por detrás. Lo había seguido como siempre lo hacía.

—Ah, hola...

—¿Así que fuiste a ver a tu Ness?

Lucas se sonrojó no quiso mirar Ninten a los ojos.

—Sí, fui a verlo, le llevé flores.

—Recuerdo que ese día... esa mañana yo me acerqué y le entregué un pedazo de árbol y el fabricó un corazón para ti aunque le costó mucho formarlo y se dio un horrible corte en la mano... se le veía muy mal esa herida, bueno... Después de terminado el corazón lo envolvió y me pidió que te lo entregara...y que te dijera que por favor lo perdonaras. Ese día me entretuvo bastante contándome casi toda su vida en historias, pero una de esas historias me llamó mucho la atención, era una linda historia de un amor, era tan triste a la vez.

—¿D-de que trataba esa historia? —Lucas preguntó en pequeño sollozo.

—Eso deberías saberlo tú más que yo.

Lucas sacó las pocas lágrimas que tenía en sus ojos con las mangas de su ropa.

—Disculpa, soy un poco lento es por eso que me cuesta entender.

—Lucas eres bastante ingenuo. ¿Te puedo decir una cosa sin que te enojes?

—S-sí... adelante.

—Lo único que Ness deseaba en el mundo era que tu crezcas como príncipe para que luego seas el rey. Tal vez no te guste que te comparen con tu hermano y que digan cual es el mejor de los dos...

Vida de príncipesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora