COPIER [BARNES] LEAGUE OF HEROINES ¹

23. Mjölnir

—Muy cerca, pero no, lo siento —se burló Astlyr con una sonrisa socarrona. Sam la apuntó con ambos dedos índices, advirtiéndole, pero ella se siguió burlando—. Yo era voluntaria en un asilo, ¿sabes? Y los ancianitos jugaban mejor que tú.

—¡Así que ahí fue donde conociste a Steve! —bromeó Sam.

Astlyr soltó una carcajada.

—Oye, yo no estoy jugando. ¿Por qué el ataque? Además, hablan mucho, pero no veo que ninguno gane —contraatacó Steve ofendido, aunque sonriendo.

Después de que Tony la presentara con casi todos los presentes en la fiesta, presumiéndola como la nueva vengadora, se había ido a refugiar con Steve, que conversaba con su amigo, Sam Wilson. Quedándose con ellos, Astlyr se sintió más tranquila y menos abrumada por ser el centro de atención. Steve evitó que cualquiera se le acercara a hacerle más preguntas sobre sus poderes y su papel en el equipo, y ella eso se lo agradeció.

Entre plática y broma por un rato, terminó retando a Sam al billar, y ahora los tres estaban conversando con ánimo alrededor de la mesa.

—Admira a la diosa del billar, pollo de metal.

—¿Acaba de insultarme por mis alas? —preguntó Sam indignado a Steve, quien sólo se rió.

En un golpe, Astlyr quedó victoriosa y celebró con una pose de triunfadora con el taco como si fuera su cetro de reina. Sam dejó el taco sobre la mesa.

—Como sea, ni siquiera me gusta este juego.

—Eres un bebé llorón —dijo Astlyr, sin dejar de sonreír.

Dio un sorbo a su vaso con akvavit, que Tony había comprado especialmente como obsequio. Tenía 40% de alcohol. Tony esperaba embriagarla en su fiesta de bienvenida al equipo de los vengadores, para ella eso era imposible debido a su curación acelerada. El alcohol noruego no lograría ni marearla un poco.

Yendo al segundo piso, Sam cambió el tema.

—Por cierto —mencionó Sam, mirando a los dos vengadores—. Oí que tuvieron una gran pelea en Sokovia. Siento habérmela perdido.

—De haber sabido que sería una pelea tan grande, te habría llamado —le consoló Steve.

—Aunque no fuiste necesario, no te preocupes. Me tenían a mí —añadió Astlyr con petulancia.

—Te odio —respondió Sam, a lo que Astlyr sonrió divertida antes de dar otro trago a su bebida—. Pero da igual. Sólo intento parecer rudo. Soy muy feliz siguiendo pistas falsas en casos de desaparecidos.

Astlyr se quedó completamente callada ante eso. Esas pistas falsas eran sobre Bucky. Sam se había dedicado a buscarlo por su cuenta mientras Astlyr estaba fuera del país con el resto del equipo.

—Los Vengadores son su mundo —dijo Sam, mirándolos a ambos—, y su mundo es una locura —concluyó, deteniéndose en el ventanal para ver el resto de la fiesta en el primer piso.