45. El ejército alienígena

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Cuando las naves, que los transportaban hacia la frontera del campo de fuerza que protegía la ciudad de Wakanda, se detuvieron y bajaron para formar filas, Astlyr sintió unas extrañas náuseas al ver las cinco enormes naves alienígenas a algunos metros de ellos. Justo en el frente, esperaban dos extraterrestres, uno que parecía monstruo y el otro era una fémina con largos cuernos negros y cabello azul.

Steve, Natasha y T'Challa procedieron a avanzar tranquilamente hacia ellos, buscando dialogar, por idea de Steve, antes de atacar. Mientras tanto, Astly tragó duro, nerviosa, esperando verdaderamente no vomitar por el miedo. Nunca se había enfrentado a una amenaza de esa magnitud. Los alienígenas no estaban en su experiencia.

De repente, sintió la mano de Bucky entrelazarse con la suya. Lo miró, y se dio cuenta de lo tranquilo que él se veía. Aquello la relajó. Si él no se veía muy preocupado, ella tampoco debería estarlo. Es decir, ¿por qué se sentía asustada? Ella rara vez tenía miedo, y todas las veces habían salido con vida. ¿Por qué esta vez tendría que ser diferente? Bucky era un increíble soldado experimentado, y ella era una espía e inhumana, con poderes y entrenamiento que la mantendrían perfectamente con vida.

—Doctor Banner, ya que no logré sacar a Hulk, espero que no le moleste que lo copie un par de veces —le advirtió Astlyr por el comunicador.

Bruce, desde el traje creado por Iron Man, dejó salir un quejido.

—Sí, por cierto, creo que tu golpe me dejará un gran morete.

Astlyr sonrió divertida al recordar el puñetazo que le había lanzado cuando Bruce advirtió a todos que estaba teniendo un problema con Hulk, por lo que no podían contar con él para la batalla. Astlyr se vio muy confundida cuando el doctor sólo se quejó y retorció de dolor al segundo de que le propinó un golpe de puño cerrado en la mandíbula, y no hubo ni una señal de que el otro sujeto fuera a aparecer.

—Lo siento —se disculpó con tono inocente—. Creí que funcionaría.

Entonces, observaron a la mujer alta y de cuernos, parte de la Orden Oscura, llamada Proxima Midnight, alzar su arma en el aire. Ante la señal, las naves abrieron sus puertas y de ellas salió un mar de masa oscura que Astlyr no distinguió bien al principio.

Eran como monstruos, de cuatro brazos, dos patas que en momentos usaban como piernas, pues algunos corrían en seis o en dos, con ojos pequeños, boca enorme y una gran cantidad de filosos dientes de tres hileras.

—¿Se rindieron? —preguntó Bucky, sarcástico.

—No exactamente —contestó Steve al volver a su lado, dejando a Astlyr entre ellos.

—¡Yibambe! —gritó T'Challa.

—¡Yibambe! —respondieron los wakandianos.

—¡Yibambe!

—¡Yibambe!

—¿Qué diablos...? —murmuró Bucky, impresionado con las salvajes criaturas.

—Parece que la hicimos enojar —comentó Natasha.

—Rayos, Capi, ¿qué le dijiste? —bromeó Astlyr, aunque realmente espantada por la escena que tenía frente a sus ojos.

Tuvo que cubrirse la boca y agarrarse el estómago para no vomitar cuando los vio sacrificarse sin ningún signo de razonamiento, contra el campo de fuerza de vibranio que los terminaba volviendo carne chamuscada tarde o temprano.

—Se están sacrificando —comentó Okoye, horrorizada.

Eran criaturas obedientes y sangrientas, dispuestas a morir contra lo imposible, sin dudarlo. Algunas estaban consiguiendo traspasar la barrera, con heridas, pero con vida.

COPIER [BARNES] LEAGUE OF HEROINES ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora