42. La Loba Blanca

14.5K 1.7K 520
                                    

Astlyr lo apretó con fuerza en el abrazo, y de todos modos no fue suficiente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Astlyr lo apretó con fuerza en el abrazo, y de todos modos no fue suficiente. La cargó y la sostuvo por la cintura con el brazo, dejó que sus piernas le rodearan el torso, enterró la cara en su cuello, sin importarle sus largos cabellos platinados pegados, pero no tuvo suficiente de ella. Seguramente parecía un koala por cómo se colgaba de él, pero no le importó. Le encantó oírla soltar esas risitas bobas por los nervios y la emoción.

Astlyr nunca había sentido tanto alivio en su vida. No tendría que esperarlo por años, separada de él, olvidando su aroma o la sensación de su barba crecida, o su rostro naturalmente serio que mágicamente adoptaba ternura cuando lo hacía reír con sus tonterías. No tendría que preocuparse nunca más, porque él ya estaba ahí, curado, sin recuerdos que lo atormentaran hasta volverlo otra persona o palabras rusas que lo convirtieran en un asesino.

Por un momento creyó que tal vez se habría desmayado y estaba soñando, o se había quedado dormida en la nave y no era más que su mente brindándole un rayo de esperanza. Pero no, todo lo que la hacía sentir una felicidad desbordante estaba ahí, cargándola y abrazándola, aspirando su aroma y sintiendo su calidez.

—¿Por qué no me lo dijiste? —le reclamó separándose para mirarlo, pero al instante volvió a abrazarlo, con temor a despertar— ¿De-d-desde cuándo?

—Desde hoy —respondió. Astlyr sintió una completa relajación en todo su cuerpo cuando escuchó su voz ronca tan cerca de su oído—. Antes de que me criogenizaran, le pedí a la princesa que no te dijera nada cuando fuera momento de despertarme. Quería darte una sorpresa cuando pasara.

—Yo quería estar ahí cuando despertaras.

—¿No estás feliz?

—¡Claro que sí! —dijo con voz mimosa, fortaleciendo su agarre— No sabes cuánto.

Cuando por fin Astlyr dejó que Bucky la bajara, Shuri entró a la escena alegremente, declarándose una genio. Astlyr la abrazó a ella y a M'Bwana, mostrando su infinito agradecimiento, pero pronto volvió al lado de Bucky y subieron a la nave que los llevaría a la Tribu Fronteriza.

Al bajar, Bucky supo que Astlyr había formado varias amistades, ya que docenas de niños llegaron a recibirla cuando la vieron bajar, llamándola "Loba Blanca".

Las preguntas respecto al hombre que la acompañaba no se hicieron esperar. En lengua wakandiana, los niños empezaron a burlarla y cantarle cosas cursis para avergonzarla, lo que logró que ella riera aún más feliz.

—¿Qué es lo que dicen? —preguntó Bucky, divertido de ver tanto canto, risa y gritos, junto con los ojos curiosos que lo miraban.

—Me están haciendo burla, diciendo que eres mi novio —explicó—. Son muy carrilludos.

Bucky asintió, comprendiendo, y la vio decirles algo que no fue capaz de entender. Hablaba varios idiomas, pero definitivamente el wakandiano no era una de ellos. Astlyr, por el contrario, podía hablar cualquier lengua.

COPIER [BARNES] LEAGUE OF HEROINES ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora