Capítulo 7: La clase de trigonometría

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Al día siguiente me levante una hora antes. Mamá nunca llegó así que cene sola y me fui a la cama. Hoy comprobé su habitación y ya había llegado. Hasta parecía que hubiera llegado hace unos minutos.
La dejé dormir tranquila. Me bañe, hice el desayuno y y luego de comer terminé de cambiarme.
Estaba sacando el auto y al bajar finalmente a la calle tuve que frenar instantáneamente.
Una especie de enorme animal se había cruzado corriendo por mi camino.
Un animal rarísimo. Parecía un lobo enorme color caoba oscuro.
¡Qué sustos me estaba dando en este pueblo de mierda!
Llegué al colegio aún alterada traté de calmarme antes de bajar.
Pero no funcionó para nada.
Veronica cruzó con su grupo de amigas riendo junto a mí y gritando intencionalmente frases como "¡Está loca! Rompió mi carpeta de biología".
Pero evidentemente me importo menos que nada ya que continúe con lo mío.
Busqué mis libros en mi casillero y esperé a Shelley, que llegó segundos después de que terminara de cerrar mi casillero, junto a su hermano Roman.
- Shelley, ¿Cómo estás? ¿Tu mamá se enojo por tu hora de llegada ayer? - Pregunté recordando la cara de su aterradora madre. Ella sonrió negando.
- ¿Conociste a mamá? -Preguntó Roman con su patética sonrisa de superioridad.
- Solo me dedico una extraña y no muy alentadora sonrisa. - Dije lo más respetuosa que pude.
- Lo siento, el noventa por ciento del tiempo está en modo perra. Si algún día lo apaga te llamo. -  Dijo sacando un cigarro y colocándoselo entre los labios.
- No me llames. - Dije quitándole el cigarro de los labios mientras comenzaba a moverme a mi siguiente clase. - ¡Y deja de fumar! Da cáncer y hace mal a la piel.
- ¡Mi piel está bien! - Protestó parado desde los casilleros, Shelley y yo ya estábamos unos metros adelante.
- ¡No eres el único en la habitación, Roman! - Canturreé irónicamente tratando de resaltar su egocentrismo.
Nos alejamos mientras entrábamos en la clase de trigonometría. ¿Qué clase de monstruo separaba matemáticas de trigonometría para que pensáramos que pasábamos poco tiempo con los números?
Me senté con Shelley, claramente, y hablamos por chat casi toda la clase.
Ella me contó sobre su familia, su aterradora, pero muy hermosa, madre, Olivia Godfrey, era viuda hace mucho tiempo y que su padre se había suicidado cuándo ella era pequeña. También me contó que amaba mucho a su hermano Roman, porque aunque sintiera que lo estaba justificando por las cosas que hace, él había tenido una infancia horrible y traumática puesto que él había sido quien encontró el cuerpo de su padre en el living, donde se había disparado.
Si me pareció algo horrible y muy traumático, y lo sentía mucho por Roman, yo no me podía imaginar lo que significaba encontrar a alguien muerto en mi casa, y mucho menos que era pariente que amo que se había disparado a si mismo. Pero aun así no me alcanzaba para justificar la manera en la que había oído que trataba a las mujeres, y al mundo en general...
Shelley también me dijo que toda la familia Godfrey contaba con un fuerte odio por parte del pueblo ya que gran mayoría de sus riquezas ayudó a una fuerte crisis y quiebre que sufrió Hemlock Grove a finales del siglo XX y que no obstante, continuaba llevándose empresas y negocios por delante sin importar de quienes eran.
Comprendí a Shelley, le expliqué que en Los Ángeles a mi padre tampoco lo querían porque era un abogado defensor famoso por ganar casos de acusados culpables. Era prácticamente el hombre que liberaba a los monstruos de la carcél a cambio de dinero sucio, puesto que lo contrataban con grandes cantidades de dinero que eran robadas o cobradas en paraísos fiscales. Algo que claramente declaraba el estatus laboral de mi padre en el campo de la abogacía. Esto se hizo evidente cuando papá dejó de intentar demostrar que los culpables eran inocentes y comenzó a ayudarlos a declararse culpables pero bajo emoción fuerte y profundo arrepentimiento, logrando reducir cadenas perpetuas a 15 años de prisión. Años de prisión reducidos a 7 años por buena conducta. 7 años convertidos en fianza que era pagada y a la semana siguiente el asesino de tu madre estaba caminando por la calle.
Mi papá era una mierda, y el lo sabía.
Pero eso a él no le importaba, él solo quería dinero. Y eso es lo que siempre tuvo: Dinero, porque familia la había tenido pero no supo apreciarla.
Y por eso murió solo.
Tristemente si Shelley y yo tenemos algo en común es que nuestros padres se habían dispararon, muriendo solos en el sofá de un living con un vaso de whisky.
En mi caso mi padre vivía solo. Que había sido una de las razones por las que actuó de esa manera. Mamá y yo nos habíamos ido de casa hacía un año, perdimos el contacto como 8 meses después. Y entonces papá se mató. Pero no lo encontraron sino hasta una semana después.
Su departamento olía a podrido, y yo lo llamaba repetidas veces y no contestaba.
A la semana de llenar su buzón, un día antes de que la policía lo encontrara, mamá y yo ya sospechábamos lo que había ocurrido.
La soledad puede ser muy mala compañía.

Al terminar la clase de trigonometría Shelley y yo nos abrazamos en la puerta.

La Nueva Vargulf - Una historia de Hemlock GroveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora