La Nueva Vargulf - Una historia de Hemlock Grove

Capítulo 16: Baño de sangre con Dracula

Nos quedamos jugando hasta tarde y entonces oscureció un poco.
- Les tengo una sorpresa. - Roman parecía muy emocionado.
- ¿Otra? - Shelley ya tenía su teléfono en la mano.
- Sí.
Subimos al auto de Roman y nos llevó al autocine que estaba atrás del parque.
- No sabía sabía que estaba esto aquí. - Dijo Shelley finalmente.
- Y tengo mantas y palomitas sin azúcar en el baúl.
- Vaya, si que prestaste atención hermanito. - Se burló Shelley.
- Shelley. - la regaño con un tono juguetón a su hermana.
- Solo trata de verte más tranquilo y menos desesperado.- reí ante el comentario de Shelley.
- Bueno bueno, ¿qué película veremos?
- Drácula. - dijo finalmente, Shelley río.
- ¿Drácula? Nunca la había visto, al menos estoy segura de que no vi la nueva versión. -confesé.
- Tampoco la había visto nunca, y por la antigüedad de la película supuse que ninguno la había visto. Así que... veamos qué tal.
Roman movió los asientos de atrás para adelante lo más posible, quito el techo de su convertible y entonces Shelley quedo en el medio de Roman y yo, tomamos las mantas y nos dispusimos a ver la película.

Al final de la primera mordida de Drácula le da a Lucy me quede totalmente dormida, Shelley había seguido mis pasos hace unos minutos pero Román seguía muy interesado.
De todas formas mis ojos se rindieron y caí muerta.

Desperté y ya eran las 2 de la madrugada, estaba completamente cubierta con una manta igual que Shelley y Román había cerrado el techo descapotable y había tirado nuestros asientos hacia atrás.
Me estaba meando. Literalmente. Baje del auto lo más silenciosamente que pude y entré al baño del parque.
Cuando acabe me lave las manos y en el momento que necesite papel ya no había. El personal ya se había ido a su casa así que esa no era una posibilidad. Opte por entrar al baño de hombres y tomar un poco de ellos. Dudo que hubiese alguien además de Román, aunque ahora estaba dormido.
Busque el baño de hombres, que aún no entendía porque estaba junto al de mujeres y entonces lo encontré casi entrando al autocine, absurdo, podría haber ido allí directamente.
Entre despacio por si había sorpresas y grité varios "¿hola?" para avisar mi entrada.
Nadie respondió y entonces entre.

Fue lo peor que vi en mi vida.
El suelo, estaba lleno de sangre. Las paredes también, y para variar también habían dos cuerpos. Un hombre delgado y alto que yacía completamente desplomando en el piso y una mujer rubia, aunque su cabello tenía más sangre de la que había visto en mi vida, sentada junto al lavabo.

Comencé a llorar y a ver borroso. Entonces salí corriendo sin éxito, resbalé y manché mi Jean con sangre y jabón, que estaba por todo el suelo. Me levante con todas mis fuerzas y ya afuera del baño corrí hacia un lugar con pasto y vomité.
Vomite todo.
El agua, el refresco, palomitas y la manzana.
Todo.
Seguro aún estaba la hamburguesa que me comí con Shelley en la cafetería.
Cuando termine me di cuenta que no paraba de llorar, llame a la policía pero no sabía que decirles, un hombre con la vos muy grave me respondió bostezando.
- Línea de emergencia en que puedo ayudarlo.
- E-Estoy en un parque.
- ¿El parque Godfrey?
- Creo, no lo sé, aquí hay un auto cine. Y en el baño hay sangre, mucha.
- ¿Está segura que no es otra cosa?
- ¿Disculpe?
- Mire, ya nos han llamado para hacer ese tipo de bromas, le pido que si se está riendo de mi no lo haga, y si está diciendo la verdad necesito que sea más precisa. - Se me escapó un sollozo fuerte y ahogado, aquel policía sonaba cansado y enojado.
- No comprende, en el baño de hombres hay dos cuerpos, un hombre y una mujer, y hay sangre por todos lados, hasta en el techo, por favor envíen a alguien ahora. Creo que estamos en peligro.
- ¿Estamos? ¿Usted está acompañada?
- Si, vengo con dos personas que están durmiendo en el auto.
- Escúchame, envié dos patrullas y dos ambulancias ahora mismo, llegarán en dos minutos, necesito que toque lo menos posible y vaya a su auto, despierte a sus acompañantes y trate de conducir hasta la comisaría. - asentí como imbecíl, era obvio que el policía no me vería.
- Bien, hágalo y llámeme de nuevo ¿de acuerdo? ¿O prefiere que me quede? Dígame y escucha gritos o hay alguien cerca.
- No hay nada, solo el auto en el que vine.
- De acuerdo dejaré la línea abierta, marque nuestro teléfono y seguido un 9, se comunicará con su canal anterior que soy yo para poder ayudarla nuevamente. - y colgó.

Corrí hacia el auto y abrí la puerta del copiloto, me subí y trate de despertar al Román.
- Roman tienes que despertarte, estamos en peligro.
Roman abrió los ojos y me miró, entonces me observo entera y se detuvo en mi rostro.
- ¿Que ocurre?
- En el baño, hay dos cuerpos y mucha sangre.
- ¿Que dices? - Roman trato de abrir la puerta, me cruce sobre su regazo y la cerré nuevamente, me acomodé de nuevo en mi ligar y tomé su rostro entre mis manos, parecía aturdido y confundido.
- Escúchame, arranca el auto y vamos hacia la comisaría, vienen dos patrullas y una ambulancia hacia este lugar, debes moverte, el asesino podría seguir aquí.
- ¿Asesino? - Roman no entendía, entonces me vio el rostro y se detuvo en mi frente, fue cuando arrugo la nariz y abrió los ojos como platos. - sangre.
- Si, mucha, como para desangrar a dos personas.
- No, no lo entiendes. - entonces bajo rápido, impidiéndome tomarlo del brazo para que no saliera.
- Estas en peligro. - Grite desesperada.
- ¡Tu estas en peligro Reagan! No puedo si quiera ver sangre, aléjate. - Roman me grito aturdido y se tiró al suelo.
- Román no me hagas esto, sube al maldito auto y conduce o lo haré yo. Confía en mi y sube ahora.
Roman me miro a los ojos desde el suelo como si fuera un niño pequeño. Entonces asintió y se subió atrás.
Shelley observaba la escena tan confundida y preocupada como su hermano, también lloraba, cuando Román subió junto a ella, estos se abrazaron y entonces conduje a toda velocidad hacia la comisaría.

Tremendolo (*un cachetazo a la persona que me pego esta horrible palabra*) en fin... como decía: Tremendo, dos capítulos en la misma semana... mañana llueve, ahre. No mentira.
Si les gusto, no olviden leerme en el próximo.