Capítulo 30: Mentir

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Desperté en el hospital, Peter estaba junto a mi cama.
- Reagan ¿Cómo te sientes?
- Como si me hubieran metido en un lavarropas industrial. - cuando me toque la cabeza, sentí gaza. - ¿Qué tengo? - tambien tenia gaza en el cuello.
- Tuviste una contusión.
- ¿Cuántos días pasaron? - Pregunté, él me miró apenado.
- Dos años. - confesó.
- ¿Qué? -
- Es broma, lo siento, unas 5 horas tal vez. - Lo golpeé en el hombro a modo de enojo. Aunque realmente me dolió más a mí.
- ¿Qué pasó? - pregunté desconcertada.
- Me temo que ahí sí que no tengo buenas noticias, no te las puedo decir yo de todas formas. Ahora vendrá el oficial Brook. Solo estoy aquí para pedirte perdón, no fue mi intención que pasara nada de esto, pero necesito que guardes el secreto, prometo que te daré respuestas de todo, pero después de la declaración. No puedes mencionar los disparos que recibimos, solo la puñalada de Roman.
- ¿De qué hablas? - Pero de pronto empecé a recordar. Roman con sangre en su boca, los ojos de Peter. Ellos eran monstruos. - Aléjate de mí.
- Por favor, guardanos el secreto.
- No están en condiciones de pedirme nada. Lárgate o grito. -
Y entonces Peter mostró su rostro, su inconfundible rostro de vergüenza y arrepentimiento. -
- Le... diré al médico que despertaste y al oficial Brook que pase. - Dijo yéndose.
Segundos después una avalancha de personas entraron. Tres médicos y enfermera entraron casi trotando, detrás de ellos Brook junto otros dos oficiales y por último mi mamá.
- ¡Reagan! - Gritó y se acercó a mí.
- Mamá, estoy bien. Tranquila, me veo peor de lo que parece. Estoy bien. -
Los médicos me tomaron la presión, me midieron la azúcar, me vieron los ojos con esas pequeñas linternas, revisaron unos signos y luego dos enfermeros salieron, dejando a una doctora mirándome.
Me miraba con lastima y a la vez preocupada. Finalmente ella habló:
- La policía va a darte malas noticias, aunque preferiría que no te alteres no es mi decisión y tienes derecho a saber lo que sucede, es importante.
Supongo que iban a tomarme declaración o a decirme que alguien había muerto. Un hombre de traje entró sigilosamente y detrás estaba el detective Brook.
- Reagan soy el detective Bermudez ¿Sabes dónde estás? - El detective frente Brook empezó a hablar.
- En es hospital.
- ¿Sabes que dia es hoy?
- En realidad no. - la verdad es que no estaba segura ni de qué hora era.
- ¿Recuerdas que sucedió ayer?
- Vagamente. - no mentí del todo, pero decir la verdad no era una opción en estos casos. Tengo antecedentes, y un largo historial de depresión, si alguien se lo propusiera podría enviarme a un psiquiátrico un buen tiempo.
- ¿Qué significa vagamente?
- Creo que voy a necesitar un abogado. - solté algo preocupada.
- Está aquí cariño, puedes decir lo que sabes. - Mi mamá me hizo señas para que me calme y una mujer de traje azul entró. Ahí estaba la inigualable señora Thompson. La misma que me ayudó con el caso de la mamá de Peter.
- ¿Qué tal Reagan? Puedes hablar tranquila, el caso ya está prácticamente cerrado.
Asentí porque supuse que ya habían declarado otras personas.
- Estaba afuera del hospital hablando con Peter y entonces él se fue, creo que discutimos... ni siquiera recuerdo qué sucedió pero de repente sentí sangre en mi boca y me desmayé. Cuando volví a despertar estaba como en el baúl de un auto, salté pero me volvieron a atrapar. Luego no recuerdo todo, me sentaron en una silla, me ataron, tenía una venda o una bolsa no lo sé. Solo se que me costaba respirar y no veía nada en la horrible oscuridad.
- Luego llegaron a rescatarme o no sé. - pude sentir como caían las lágrimas en los ojos. Recuerdo mi desesperación al ver a Román en el suelo sangrando. Pensando en toda la bronca que cruzaba por mi mente al pensar quien le estaba haciendo esto. Entre llanto y enojo... planee maneras de asesinar a todos estos imbéciles, pero luego me siento inutil otra vez. - Escuché muchos disparos... recuerdo a Roman desmayado en el suelo, también golpearon a Peter. -
- Podemos darte un minuto si quieres tranquilizarte. - el detective que anotaba todo me vió con lastima.
- No, quiero terminar de una vez con esto.
- De acuerdo, pero tranquilizate que puede hacerte mal.
- Estoy bien. - me limpie las lágrimas con la mano y traté de continuar. - No recuerdo como pero creo que Peter me ayudó a liberarme y me pidió que corra pero la mamá de Sebastián me golpeó y luego nos amenazó a todos... no recuerdo de donde salió.
- ¿Sabes cómo te encontraron Peter y Roman?
- Mmmm, no. No lo sé. ¿Quizá me siguieron? No estoy segura. - la primer cosa que dije que no es mentira. ¿Cómo fue que me encontraron?
- Ellos dicen que te siguieron después de ver algo raro. -
No lo sé.
- ¿Y qué sucedió luego? - El detective parecía notablemente interesado ahora.
- La madre de Sebastián comenzó a disparar pero no vi bien a donde, se que en un momento le clavó un tacón a Roman en una herida, no paraba de disparar y cuando me iba a disparar a mi encontre un arma en el suelo y le dispare antes de que ella me matara a mi. No se que paso despues, no se como le dispare o que le pasó. Escuche gritos y luego me dolio la cabeza otra vez y bueno... soñe con langostas... no se si sirve de algo.
- ¿Le disparaste? ¿Afirmas que tu le disparaste? - Pregunto Bermudez.
- Sí, estoy casi segura. Yo disparé y la vi caer pero no se donde le dí.
- ¿Langostas? - Dijo Brook algo confundido.
- Si, como ganas de comer langosta, no sé. - me sentía estúpida porque quiza deberia haber omitido ese dato.
- La señorita Nielsen recibió un fuerte con un elemento de madera y luego con la base de un arma, seguro tuvo algunas alucinaciones o deseos extraños. Es muy normal. - la doctora que me había revisado antes parecía entender con mucha coherencia lo que estaba diciendo.
- Bueno, si afirmas haberle disparado en defensa propia, caso cerrado. - Dijo el tal Bermudez.
- ¿Y el señor Vega? - pregunté al recordarlo.
- Él... quiere hacer un trato contigo para no levantar cargos, igual no creo que ganes nada más que ahorrarte problemas de papeleo, con el historial que llevan sus hijos y su esposa dudo que gane siquiera la mitad del juicio por más que soborne a quien sea. La prensa se lo va a comer vivo.
- Bueno, háganlo pasar. - Dije para terminar de una vez con eso.
- Pero... antes tienes que saber algo. - Brook se acercó a mí preocupado. Parece que iba a decir algo que los tenía a todos afectado. No hablé, espere lo que tenía que decir... solo quería irme a mi casa y que eso se terminara. - Resulta que bueno, Derek está en el hospital custodiado, lo internaron para pasarle sangre. La señora Vega falleció definitivamente y...
- ¿Sebastian? ¿Qué mierda pasó con él? ¿Se murió? - no tenía prácticamente ningún sentimiento más que odio.
- Él llegó al hospital muy herido, hicimos todo lo posible pero se volvió a escapar. - Dijo Brook muy apenado.
- ¿Qué? - Prácticamente lo grité.
- Robo un arma y le disparó a dos de nuestros policías de custodia y también hirió a varios más. - Brook no podía ni verme a los ojos pero entonces note que tenia el brazo enyesado.
- ¿Él te hizo eso? ¿Qué pasó?
- Atacó a varias enfermeras e intentó robar drogas pero se cruzó conmigo y me rompió el brazo.
- ¿Qué? No puede ser, ¿estás bien?
- Si, estoy bien. - contestó algo incómodo. Y entonces noté que lo estaba tuteando frente a todos.
- Bueno, señorita Nielsen. Déjeme decirle que usted es muy valiente y ya estamos al tanto del trato que quiere hacer el Señor Vega. Sabemos que usted tomara la decisión adecuada. - Bermudez me estrechó la mano y se fue con Brook. La médica se acercó.
- Bien hecho, mantente tranquila porque tu pulso es muy bueno. Te haremos una resonancia para ver si esta todo bien y entonces podrás irte. - Asentí y se fue sonriéndole a mi mamá.
- Reag, parece que Los Ángeles te persiguen. - me dijo Thompson acercándose al otro lado de la cama.
- Sarah, parece que te sigo molestando desde lejos.
- Esta bien linda, lo importante es que estes bien. En unos minutos entrará el señor Vega, sin abogados aparentemente. - como si hubiera sido convocado el señor Vega cruzó la puerta abierta dando unos golpes.
- Se que no lo merezco pero... me gustaría que aceptes un trato. - Dijo muy serio.

VAMA QUE TERMINAMOOOOOO AHRE que falta un toque bastante. Mentira no les tengo que decir cuanto faltan, tiren sus apuestas

La Nueva Vargulf - Una historia de Hemlock GroveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora