Al final Shelley llegó y se quedó con su hermano hasta que se durmió, lleve a Peter a su casa, quien se mantuvo en silencio todo el camino y se despidió con un "Gracias por todo". Le di mi teléfono y le dije que aún me debía una tanda de cervezas y tequilas.
Cuando llegué a casa Roman ya se había dormido y Shelley, con una increíble fuerza que no se de donde saco, lo llevo al auto mientras yo fingía que hacía algo de fuerza, pero ciertamente no lo hacía.
Al final los lleve a su casa y luego fuí a buscar el auto de Roman para evitar que la policia o los hombres enojados le hagan algo.
Lo lleve a su casa, lo estacione, deje la llave en el buzón y me tome un taxi hasta mi casa pasando antes a buscar algo para la cena.
Cuando ya estaba en casa, termine de preparar la cena y la esperé a mamá.
Mientras tanto le avise a Shelley que había llevado el auto de Roman para que no se preocupara.Mamá nunca llego.
Comí sola y me fui a dormir dejándole una nota.
A la media noche mamá llegó. Entro a mi cuarto a saludarme pero y estaba dormida, o al menos eso fingí puesto que no quería causarle más problemas, susurró un suave "te amo" y luego se fue cerrando la puerta.
¿Mamá era feliz?
Si no lo era la culpa era mía. Y estaba más que conciente de eso.Al día siguiente me bañe y me seque un poco el cabello para que no esté completamente mojado, solo un poco húmedo.
Estaba por salir y entonces Shelley me envió mensaje.
- ¿Puedes venir por mí? A Roman le duele un poco la cabeza, creo que no irá a la escuela.
- Voy.
Llegue a la casa y toque un par de bocinas, vi a Shelley salir con un Román enfadado atrás.
- Falsa alarma, me duele la cabeza pero aún así pienso ir a la escuela.
- Pero no conducir, sube. - le ordené. Shelley se rió un poco y subió al auto rápidamente.
- Tengo auto. - Contestó arrogante. ¡Qué mal! Me gustaba el Roman de ayer, pero estaba decidida a no dejar que olvidara que lo voy a enfrentar siempre que pueda.
- Lo que no tienes es conciencia. Roman subeee. - Alargué la e como una niña pequeña.
- De acuerdo. - Dicho esto subió adelante y nos dirigimos al colegio.
El viaje fue silencioso, Shelley puso un poco de música pero Roman iba un poco enojado mirando por la ventana.
- ¿Te duele la cabeza? - Pregunte tratando de matar el horrible silencio incómodo.
- Ya no.
Si Roman hubiese sido mas cortante, yo estaría partida al medio.
Llegamos a la escuela y rápidamente Shelley se despidió.
- Espero que tu cara no sea porque no te deje venir en tu auto.
- No es por eso. -Dijo aún al lado mío mientras sacaba mis libros de mi casillero.
- ¿Por Peter?- Su cara cambió bastante mientras levantaba las cejas entre ofendido y confundido, estaba bastante sorprendida porque ni yo esperaba preguntarle tal cosa tan descaradamente.
- Supongo.
- Lo siento. - dije rápidamente. - No tengo derecho, de verdad perdón. - me miro comprensivo y triste. ¡Qué extraño! Juraría que pensé que me iba a gritar que era una estúpida y que dejara de meterme.
- Está bien. Supongo que solo quieres ayudar. ¿Aún sigue en pie lo de ser amigos? - Me dijo una vez que había cerrado mi casillero.
- Nunca te pregunte si querías ser mi amigo o si podía ser tu amiga, simplemente me auto consideré una, si no te gusta... me temo que tendrás que acostumbrarte, como ya te dije. - Conteste para romper el hielo. Entonces sonrió.
- ¡Ay Reagan no tienes idea de que es ser mi amigo! - Dijo suspirando y terminó casi riendo como solo Roman sabe reírse.
- No, por favor. - Lo corte exageradamente asustada.
- ¿Qué? - Estaba muy confundido.
- Si vuelves a reírte como un loco te voy a tener que pegar con mi libro de filosofía y tiene más de 300 páginas. - Advertí.
- Perdón, perdón. - Levantó las manos en señal de rendición. Comencé a caminar a clases y el me acompaño.
- ¿Qué tu nunca traes libros? - Me di cuenta que Roman siempre traía su billetera, un celular y una cajetilla de cigarrillos. Ni si quiera traía las llaves de su casillero o una mochila.
- No, no los necesito.
- Si tú lo dices. - Llegamos a la puerta de mi salón y antes de entrar lo mire.
- ¿Te llevo a tu casa a la salida?
- Si entro a la última clase... Nos vemos - Me contesto como si no el lo supiera y luego se alejó caminando por donde habíamos venido. Antes de entrar al salón volteó y grito.
- ¡Gracias por lo de ayer, eres una buena amiga Reagan! - Me guiñó un ojo y dobló por un pasillo donde ya no pude verlo. Lo más extraño es que no uso su habitual arrogancia para decirme lo que dijo, pude hasta notar dulzura en su tono de voz. ¿Estará realmente agradecido o tendré que dormir con los ojos abiertos esta noche?¡Ay Roman, eres un tipo tan raro! Pero por alguna razón eso comienza a darme mucha curiosidad.
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La Nueva Vargulf - Una historia de Hemlock Grove
FanfictionReagan es nueva en el pueblo, nadie sabe por qué una chica tan popular y rica como ella de pronto se ve obligada a vivir en un lugar como Hemlock Grove. Peter y Shelley han vuelto a la ciudad, luchando por fingir que tienen una vida medianamente no...