La Nueva Vargulf - Una historia de Hemlock Grove

Capítulo 11: ¿Amiga?

Solo podía poner mi cara de confundida. ¿Este chico se estaba escuchando?
- Lo siento, creerás que soy un loco... pero ninguna mujer me había dicho que era un imbecil, y mucho menos en la cara.
- Pues vete acostumbrándote Roman, porque estás actuando como uno, y es mi deber como tú nueva amiga decírtelo cada vez que pueda.
Roman no era mala persona, o quizá si, pero entiendo que tuvo una infancia horrible, quizá lo único que necesitaba era una buena amiga o al menos alguien que este ahí para él.
- Amiga... - Dijo lentamente mirando a la nada. Parecía muy confundido. - ¿Tu quieres ser mi amiga?
- Claro, ¿Por qué no?
- Amiga... - Cada vez lo decía más extrañado.
- Vamos Roman, supéralo, ¿acaso nunca has tenido una amiga?
- Reagan, ¿qué es una amiga para ti? - preguntó como si realmente no supiera de lo que estábamos hablando.
- Alguien que te ayuda, alguien con quien sales a hacer cosas que no harías en una cita, alguien que te lleva a lugares, quien se queda al lado tuyo cuando vomitas en una fiesta, te escucha cuando peleas con tus padres... una amiga.
- Yo peleo mucho con mi madre... - Reflexionó.- pero no necesito que me lleves a ningún lugar ni que me sostengas el cabello cuando vomito.
- Pero seré tu conductora designada cuando estes ebrio, y cuando tu auto esté averiado pasaré por ti y por Shelley para ir a la escuela, además te escucharé cuando pelees con tu madre. - La verdad no sabía que estaba haciendo, quizá simplemente estaba metiéndome en la boca del lobo. ¿Amiga de Roman? Quizá si lo tenía como amigo no representaría una amenaza para mí.
- De acuerdo. - Sonrió como si el hubiera comenzado a entender un chiste muy complicado. - ¿Y ahora?
- Ahora pasaré a buscar a tu hermana que estaba muy preocupada por ti. - Me levante una vez terminado el asunto, Roman tenía cortes por toda la cara y sostenía una bolsa de hielo en su hombro.
- No. - Dijo tomándome la mano para que no me alejara. - No me dejes.
- Pero tengo que ir a por Shelley.
- Envíale un mensaje. - Dijo finalmente.
- Roman ¿cómo voy a dejarla a Shelley plantada?
- Por favor no te vayas. - suplicó.
- De acuerdo, espérame un segundo que iré a la cocina y volveré con algo para beber. - Roman dudoso lo pensó y luego asintió con la cabeza soltando mi mano suavemente.
En la cocina me encontré con Peter sentado en el banco junto a la isla de mi cocina con la cabeza entre las manos.
- Tranquilo, ya despertó. ¿Puedes ir a bucar a Shelley al colegio? Roman no quiere quedarse solo.
- Y tampoco era muy conveniente dejarme solo con él.
- ¿Qué sucedió con ustedes dos? Según los rumores de la escuela ustedes eran mejores amigos...
- Sucedió que me porte como un Idiota, no fui lo suficientemente hombre para aceptar mi vida... y entonces huí.
Dicho esto le di las llaves de mi auto y me quedé en silencio viéndolo salir.
Entre al cuarto a ver a Roman pero el ya no estaba.
- ¿Roman? - Entonces escuche un ruido en el baño. Estaba vomitando.
Entré y me lo encontré arrodillado frente al inodoro.
- ¿Roman estás bien? - Tome una pequeña toalla, la mojé, me senté junto a él y le limpié la boca.
- A esto te refieres cuando dices que estarás ahí cuando vomite... - Dijo irónico.
- Y aquí estoy. - Dije finalmente.
- ¿Sabes? Nunca había tenido una amiga. La persona que está ahí cuando tengo que vomitar es Shelley o mi mamá.
- ¿Y Peter? - Se tensó al oír su nombre.
- ¿Estuvo aquí verdad?
- Y volverá, fue a buscar a Shelley. Roman ahora somos amigos, y si bien tuviste problemas personales con Peter el fue el único que te ayudo cuando te vio salir del bar a los golpes. Deberías considerarlo.
- No puedo, - comenzó a agitarse y a llorar. - no me pidas eso Reagan porque simplemente no puedo. - comenzó a llorar cada vez más. Le limpie la boca por última vez y se quedó llorando frente a mi hasta que nos abrazamos.
Ay Roman, estás muy roto. Veamos si puede hacer algo por ti la chica más rota del mundo.