Ya en casa mamá comenzó a hacer la cena. Apenas probé un bocado, aún me sentía bastante mal después de lo que había visto. Y como siempre mamá leyó mi mente.
- ¿Aún te sientes mal, verdad?
- Más que mal... estoy como... no sé. Es inexplicable.
- Como aturdida.
- Podría decirse. - Mamá se acercó un poco. Revolví la comida en mi plato.
- ¿En que piensas?
- En todo. Papá en ese informe forense...en una semana se cumple un mes desde su muerte.
- Lo sé, aún es poco tiempo. Tengo que ir a buscar las cenizas el miercoles.
- ¿Quieres que te acompañe?
- No amor, prefiero que te quedes pensando que podemos hacer con ellas.
- Por mi tíralas a la basura. - tenia lágrimas de tristeza y furia en los ojos.
- Reagan. - me regañó mamá.
- Que se vaya al infierno. - solté por último y me levante de la mesa. Me encerré en mi cuarto y lloré.
Afortunadamente mamá respeto mi espacio, quizá no mi enojo, pero mi espacio era algo con lo que ni ella se metía. Era muy buena persona, a veces tanto que tenía compasión por papá.
Él representaba todo lo que me hizo daño.
Defendía asesinos y violadores.
Defendía a gente como Sebastián.
Defendía a todos los que iban a ir al infierno.
Bueno, "defendió", ya que él ya no estaba. Aún así mis sentimientos de odio prosperaban.
Los salvaba de la carcel, pero no del mismísimo demonio, a quien seguramente el está visitando ahora mismo. Muy divertida su vida llena de dinero, pero no le iban a salir gratis las consecuencias. El salvaba monstruos, y eso lo convirtió en el peor, el que mira y no hace nada.Desperté como a las 5 de la mañana, me fui lavar la cara y los dientes para seguir durmiendo, y entonces empecé a escuchar ruidos abajo.
Ruidos de ollas. Como si mamá hubiera olvidado lavar los platos.
Baje despacio y entonces lo vi.
Un lobo.
Había un lobo enorme en mi cocina. De un tono de marrón claro. El aún no me había notado. Estaba oliendo algo en el suelo. Comida tal vez.
¿Como había entrado esto a mi casa? Era enorme, casi tres veces más grande que yo.
Por suerte aún no me había notado.
Yo estaba en las escaleras. Eso estaba en la cocina. A casi 10 metros de mi, lo veía por la enorme puerta abierta pegada al comedor.
Yo estaba del otro lado del living.
La puerta de entrada estaba abierta. De par en par.
El lobo olió unos segundos hasta que levantó la cabeza y me vio.
No se imaginan la cantidad de pensamientos que se me cruzaron entonces.
¿Me pregunte como iba a morir, qué atacaban ellos primero, si existían lobos de ese tamaño, alguien alguna vez resolvería mi caso o me convertiría en esos videos de YouTube que hace Dross? ¿Mi mamá lo soportaría, o que haría entonces?
Sacándome de mis horribles pensamientos el lobo camino hacia mí. Salió del comedor, pasó por delante de la mesa, siguió por detrás del sofá, miró hacia afuera por la puerta y regresó la vista a mi.
Luego huyó por la puerta.
Espere unos segundos y entonces me acerque poco a poco. Y cerré la puerta con traba.
También empuje el sillón hasta la misma para trabarla aún más.
Corrí escaleras arriba y busqué a mamá.
Cuando abrí la puerta de su cuarto muy despacio, comencé a pensar que iba a decirle para que me creyera y se preocupara. Quizá solo que la puerta de entrada estaba completamente abierta, con eso será suficiente para, no sé si, un llamado a la poli... Mi mamá no estaba.
Abrí las frazadas, nada. En el baño no. Mi mamá no estaba en mi casa. Baje rápidamente. ¿Y si le pasaba algo? Me moría, literalmente. Pero no.
Mamá no estaba en casa.
¿Donde estaba entonces?
Decidí buscar la ubicación de su teléfono, dudo que me diga por qué está afuera de casa a esta hora, así que me puse unos zapatos, agarre un abrigo y salí a buscarla. El teléfono me indicó que estaba en su trabajo, donde guardan los archivos de Hemlock Grove, ¿qué hacía allí? ¿Investigaba tal vez?
Antes de ir al garaje cerré la puerta con llave, esto no volvería a entrar.
Deje almohadas debajo de la frazada para que si mamá llegaba antes y así ganaba un poco de tiempo, aún así lo sabría antes yo, que estaba al tanto de sus movimientos, y si ella llegaba antes vería que no estaba el auto. Así que mejor que mejor, debía llegar antes que ella.
Antes de trabar la puerta del garaje también, saque el auto con extremo cuidado, me coloque el bate de baseball a la mano y arranque.
Cuando ya estaba bajando del pavimento algo salto en mi auto.
El lobo.
Simplemente salto encima del capo y me miro desafiante.
Grité del susto, con todas mis fuerzas, casi perdí la garganta. Y aquel animal solo me miraba desafiante. ¿Me iba a morir?
Literalmente estaba apunto de mearme.
Ya esta, sino me mato antes me iba a matar ahora.
Me quede súper quieta, el lobo se acostó en mi capo, como si quisiera evitar que me mueva.
Entonces sonó mi teléfono, que indicaba que mi mamá se estaba moviendo de su ubicación actual. El lobo se giró y me miro, desafiándome, estiré la mano del asiento para agarrar mi teléfono y me gruñó más.
Okey, este lobo estaba esperándome para torturarme.
Cuando se recostó y me dio la espalda de nuevo abrí la puerta pero fue en vano, el lobo escucho y de nuevo enfadado giro la cabeza para mirarme, en cuanto cerré la puerta volvió a la normalidad.
Entonces se me ocurrió una idea, tenía que parecer que yo no estaba ahí, entonces el lobo se iría.
Pero también tenía que demostrar que me había ido, no podía salir del auto sin hacer ruido o sin dejar nada abierto, y si lo lograra el lo notaría y se que no correría más rápido que esa bestia marrón de dientes grandes.
Tuve una idea tan brillante que casi lloro, si sobrevivía a esto me iba a regalar por lo mínimo unas vacaciones a Europa, aproximadamente.
Le quite el elástico de la capucha al abrigo que traía, tire atrás mi asiento y lo até a la manija para abrir la puerta de atrás, lo pasé para adelante por detrás mío, y lo dejé asegurado en la palanca de cambio. Segunda parte del plan, alerta cerebro, esto puede fallar. Pero solo tenía unos pocos intentos, quizá sólo uno hasta que la bestia se cansara de mí estupidez y rompiera el vidrio para cométeme viva.
Abrí mi puerta nuevamente y tire del lazo, por dentro casi que rece, la bestia volteo su cabeza de nuevo, sin levantarse de su cómoda posición y me gruño, cerré la puerta de adelante y entonces el lobo nuevamente se acostó y me dio la espalda.
Cuando me di vuelta noté que mi plan funcionó a la primera, abrí ambas puertas camuflando el sonido de una con la otra, y cuando cerré la mía había quedado la de atrás abierta.
Casi que saltaba de la felicidad, pero aún faltaba otra parte del plan, esconderme, aunque existía la mínima esperanza de que podía escapar también existía la de morir por ser la más lenta en la clase de atletismo.
Pase el bate y mi teléfono para atrás, y luego con muchísimo cuidado y lentitud pase yo. Abrí la puerta de atrás un poquito y dejé uno de mis zapatillas afuera, como para darle credibilidad al asunto.
Después abrí la tapa del baúl, que eran los respaldados de los asientos de atrás, entre, agarre el bate y mi teléfono y cerré muy despacio para quedar en la oscuridad de mi baúl.
Perfecto. Ahora había un auto vacío a simple vista, con una zapatilla en la puerta trasera que estaba abierta.
A esperar a que la cosa esa lo note.
Waw, a pesar de ser una chica estupida que se podría decir que se metió sola en esto, tengo que admitir que soy el James Bond de los planes de escape. Era casi excitante. Bueno, ahora que ya no me van a comer, antes quería simplemente morir y ya.
Pasaron como cinco minutos, en los que casi me quede medio dormida hasta que escuche que mi auto se movió.
Supuse que la cosa esa había saltado desde mi capo y había visto lo qué pasó. Se escuchó un aullido y entonces silencio.
Esperé bastante tiempo, quizá unos dos minutos más.
Mi teléfono sonó de nuevo asustándome, y demostrándome un cercano sentimiento al infarto, mamá aún estaba en la central de su trabajo pero se movía bastante.
Espere más tiempo mientras silenciaba mi teléfono.
Rezaba por no haber sido escuchada.
Y finalmente empuje los respaldos apenas y saque mi teléfono, lo puse a grabar, saque apenas mi mano y lo giré para ver que había al rededor.
Volví a meter la mano y miré la grabación, estaba todo vacío.
Gracias a Dios por inventar las películas, donde pude desarrollar mis habilidades para escapar de todo.
Salí del baúl, tomé mi zapatilla, que aún seguían ahí afuera, cerré la puerta desde adentro, me pase adelante con mi teléfono y el bate y comencé a conducir con luces bajas. Si atropellaba a alguien, lo siento, son las 5 de la mañana, no es hora de cruzar calles...
No iba muy rápido, o quizá si es rápido ir a 60km por aquí.
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La Nueva Vargulf - Una historia de Hemlock Grove
FanfictionReagan es nueva en el pueblo, nadie sabe por qué una chica tan popular y rica como ella de pronto se ve obligada a vivir en un lugar como Hemlock Grove. Peter y Shelley han vuelto a la ciudad, luchando por fingir que tienen una vida medianamente no...