Creí entender que...

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"¿No podía tener un coche? Odio las malditas motos."

- Por cierto, te dejaste tú teléfono en la barra del bar. Por suerte, lo cogí antes de que te lo robasen. - Me dijo dándome mi móvil.

- Gracias, que detalle por tu parte. - Me burlé.

Me subí como pude en el asiento trasero, rodeé con mis brazos la cintura de Gavin y
escuché como soltaba una pequeña risa.
Pensé que conduciría como un auténtico loco, pero iba con sumo cuidado, aunque cada vez que tomábamos una curva me daba la sensación de que íbamos a caernos de la moto.
A pesar de que odiaba las motos, me sentía bastante segura y tranquila junto a él.
No me di cuenta de lo fuerte que le estaba agarrando, hasta que aparcó delante de mi casa y tuve que soltarme.

- Vaya, lo siento... - Dije avergonzada, pues quizás, le había hecho daño.

- No pasa nada. Ya nos veremos, supongo... Cuídate, por favor.

Le miré con timidez sin saber que decir. No quería irme a casa, mi padre no podía verme así.

- ¿Puedo ir contigo? - Murmuré nerviosa esperando que en realidad no me escuchase.

Me miró sorprendido, por suerte o por desgracia, me había escuchado.

- No creo que sea buena idea... - Contestó apenado.

Tenía razón, ¿cómo pude preguntarle aquello? Estaría muy mal si me fuese a su casa. Pero ¿y qué más daba? Se suponía que el adulto maduro era él, no yo y no se había estado comportando como tal ¿por qué iba hacerlo yo?

- ¿Sabes? Eres un capullo, Gavin.

Me miró confundido y negó con la cabeza enérgicamente ¿De verdad no se enteraba de lo que pasaba?

- Te has estado riendo en mi puta cara y te da exactamente igual y luego apareces con aquella mujer...

- ¿Pero de qué narices hablas, Hannah? ¡No te enteras de una mierda! ¿De verdad no te das cuenta de que me gustas, joder? - Me interrumpió enfadado mientras se bajaba de la moto y se acercaba a mí.

Abrí tanto la boca que casi se me desencaja la mandíbula.
"¿Qué acababa de decir?" No había escuchado eso, debía de haber dicho otra cosa, pero yo estaba demasiado borracha para entenderle.

- Te van a entrar moscas - Dijo todavía enfadado al ver que yo no reaccionaba.

- Lo siento, es que creí entender que...

- Que me gustas - Me interrumpió de nuevo.

- Entonces llévame contigo. - Le ordené molesta. Si no me hubiese tomado aquellas copas no hubiese sido capaz de reaccionar así. De no haber estado borracha, seguramente hubiese salido corriendo de allí.

Estaba frente a mí, con aquella actitud de tipo duro, no movía ni un músculo. Se me ocurrió acercarme un poco más a él para ver si haría algo. Si no me contestaba rápido, le besaría.
Nuestros labios estaban apunto de rozarse cuando vi como las luces de mi porche se encendían.

- Vamos, joder ¡rápido! - Gritó ordenándome que me subiese a aquella moto de nuevo.

Subí lo más rápido que me permitió mi estado y volví a agarrarme con fuerza al torso de Gavin.

- ¿Iba en serio lo que has dicho? - Me atreví a preguntar.

- Totalmente - Afirmó él.

Me agarré con más fuerza si es que eso era posible y él aceleró rápidamente.

Llegamos a su casa y me ayudó a bajarme de la moto.
Le abracé asustada, pues no sabía que iba a pasar ahora. Que yo le gustase no significaba que fuéramos a estar juntos, pero quería intentar que tan solo por esa noche, yo fuese lo que él más quería.
Así qué al separarme un poco de él, apoyé mis manos en sus hombros, empujadolo ligeramente hacia mí. Cerré los ojos y ladeé un poco la cabeza, mientras me acercaba lentamente a su boca...

Chan Chan chaaaaan ¿Se besarán o no se besarán? Lo descubriremos en el siguiente capítulo! :D
Gracias a todos por leer mi historia y por vuestro apoyo, me hacéis muy feliz <3<3

Detective Reed. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora