Laura y yo, seguimos charlando un par de horas más hasta que, al final, se marchó a su casa.
Era la hora de cenar y mi padre todavía no había llegado a casa. Como ya no estaba castigada, pensé en salir a dar una vuelta y cenar por ahí.
Me di una ducha rápida, lavé mi cabello, me arreglé un poco y me maquillé.Di un paseo hasta una pizzeria que estaba cerca de la comisaría, mi padre solía llevarnos a mi hermano y a mí cuando éramos pequeños, antes del accidente. Volver a ese lugar, me hizo recordar demasiadas cosas...
Pedí una pizza pequeña para mí y tomé asiento en una de las mesas.
Estuve un par de minutos usando el móvil cuando la campana de la puerta de la pizzeria sonó, indicándome que habían llegado dos personas. Automáticamente miré para ver si era algún conocido.
Era Gavin, le acompañaba una preciosa mujer de unos treinta y pocos. Llevaba un vestido de color rojo con un escote de infarto, calzaba unos tacones super altos, por supuesto. Tenía el pelo cuidadosamente planchado y su maquillaje era impecable.
Gavin iba como siempre, camiseta básica, una chaqueta de cuero, vaqueros y deportivas.
Caminaron cogidos de la mano hasta una de las mesas, Gavin no se dió cuenta de que yo también estaba allí.
La rabia me comía por dentro y sabía que estaba siendo una estúpida. Como ya he dicho en varias ocasiones, el nunca se fijaría en mí. Y aunque lo sabía no pude evitar sentirme fuera de lugar.- ¡Hannah Anderson! - El cocinero me llamó para que fuese a recoger mi pizza.
Al levantarme, noté como Gavin se había quedado petrificado al verme.
Le miré asqueada y él se dio cuenta de que algo pasaba. Lo noté en la forma en que me miró.- ¿Podría ser tan amable de ponérmela para llevar, por favor? Llego tarde a un sitio - Mentí.
- ¡Claro, vuelvo en un minuto!
El cocinero se llevó la pizza y me la trajo en una caja de cartón.
Miré un par de veces a Gavin, el cual podía notarse que se encontraba tenso.- Aquí tiene ¡Disfrute de su pizza, Hannah!
Le di las gracias y caminé decidida hasta la mesa en la que Gavin y aquella mujer se encontraban.
En cierto modo, quería expresarle la frustración que sentía en aquel momento. Obviamente no podía decirle que me gustaba y que en lo más profundo de mi corazón, esperaba que pasara algo entre nosotros. Supongo que todo el mundo tiene razón, Gavin Reed es un capullo.- Buenas noches, detective Reed. - Dije fríamente pasando al lado de la mesa.
Asintió con la cabeza, a modo de despedida, pero no dijo ni una palabra.
Escuché a aquella mujer como le preguntaba qué quién era yo y Gavin le contestó que no era nadie.Volví a mi casa caminando rápidamente, pateando el suelo como si se tratase de la cara de Gavin.
Cuando entré, mi padre estaba bebiendo whisky. Había abierto una nueva botella.- No me vendría mal una copa ahora mismo. - Murmuré enfadada.
- ¿Qué coño has dicho? - Preguntó molestó.
- Bromeaba, estaba de broma. - Dije de malas maneras.
- Voy a cenar a mi cuarto, mañana nos vemos, supongo. No te pases, papá. - Me despedí a desgana.
Mi padre ha tenido un par de veces ataques suicidas, me daba mucho miedo verle beber, ya que nunca se sabe, si de nuevo, intentaría quitarse la vida. Lo lleva haciendo desde que mi hermano murió.
Me tumbé en mi cama y me comí aquella pizza como si la vida me fuese en ello. Tiré el cartón al suelo y me metí en la cama sin ni si quiera cambiarme de ropa.
La rabia que sentí en ese momento era indescriptible, no podía decir nada, no podía reprocharle nada a Gavin, ya que, realmente, no había nada por lo que discutir.

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Detective Reed.
Fanfic"Siempre has dicho que no te fijarías en los chicos malos. Pues en menudo te has ido a fijar...Y ya sabes que quien juega con fuego se acaba quemando. Gavin Reed te llevará hasta el límite...