Nota
Hola a todos.
Sólo queria decirles que les debo un capítulo, pero se me esta complicando escribir dos para una semana, tardo bastante en conseguir que queden como quiero.
Pero les prometo que un lunes de estos tendrán doble jeje
Sin más, ojala les guste esta probadita de Loki.
Ya abra muuuucho de él.Y chequen la letra del video, es ideal para este cap.
Quinta Parte
Al saberse roto el hielo, ella te hace un gesto para que le sigas en su paseo por los pasillos. Ves durante unos segundos uno de los libros, ya ha vuelto a cambiar de forma, ahora era una chica de... aparentemente corta edad. Pasaría por tu contemporánea si no tuvieras ya ciento un años y los elfos no vivieran milenarias vidas. Ella tenía ojos rojos y un cabello negro lacio larguísimo, casi tocaba el suelo. Vestía de dorado.
-Cuando a uno lo hechizan con una poción de amor en contra de su voluntad se debe tener mucho cuidado. Esas pociones tienen una conciencia propia muy celosa y codiciosa, pueden llegar a matar al portador si no obtienen lo que quieren- cuando dijo eso temblaste, al menos estabas segura de que en esta ocasión la poción no estaba obsesionada como tener a Loki 24/7 o ya hubieras notado algo.
-Hasta ahora no me ha dado mayores problemas... lo que pasa es que... a la otra persona... tampoco era voluntad suya que pasara. Fue un accidente de ambos.
-Eso es mucho más interesante... jamás escuche algo así antes... No podría decirte cómo es que vaya a reaccionar la poción...
-No es necesario, ya hemos... aprendido a llevarlo, de hecho, él me gusta mucho. Es lindo, inteligente y divertido...-como lo extrañabas al pensar de esa manera. Aguantas la respiración esperando sentirlo del "otro lado de la conexión" donde fuera que estuviera. Lo sientes ahí, sabes que de repente esta consiente de ti igualmente. Casi es como un "hola", como preguntándote cómo estabas. Abrazas ese sentimiento, quieres que sepa que estas bien, mientras sientes que el piensa igual.
-veo que cuentas con una conexión especial con ese ser... me parece que la poción fue hecha con oscuros y tristes propósitos... sin embargo, también con esperanza...- le volteas a ver, sigue siendo aquella joven.
-Hay cosas de ambos que nos gustarua cambiar... Pero él no es tan malo como piensa.
-veo... veo que le quieres de verdad.
-¿de verdad?
-Si, amor real, brilla a través de las sombras del hechizo, ha logrado robarse tu corazón a pesar de todo.
-No me sorprende... sin embargo... Creo que la poción me ha hecho un favor, él no es de los que se enamoran... Yo no le gustaría tanto sin la magia que nos une.
-Uno nunca sabe.
-Basta de mi- ya estabas empezando a deprimirte- quería preguntar tantas cosas... nadie aparte de él y su madre han sido capaces de cambiar de forma así... pero no es igual, lo tuyo es tan sutil... No es la misma magia del cambia formas.
-Eres una observadora. Yo no cambio querida, no es algo que pueda controlar mas allá del cuando pasa. Soy un ser atemporal, de los pocos que hay. Estas son formas de un cuerpo que salta sus orígenes en el tiempo. A veces he nacido en un pueblo lejano de brujas, a veces en un mundo lleno de criaturas grandes y peludas, a veces solo soy una sombra. Mi pasado se va reescribiendo cada tanto. Lo que nunca cambia es el presente. Para mi, esta librería y estos libros estarán hasta el fin de los tiempos, son mi bucle, los he leído todos y a la vez ninguno.
-Sólo te paseas por los pasillos... ¿Por qué?
-Al ver sus títulos recuerdo cuando los leí, al perderlos de vista olvido su contenido.
Te quedas anonadada ante la naturaleza de aquel ser. Al preguntar, aclara que no tiene nombre, ya que este cambia con cada forma que toma. Sin embargo, pasan horas y horas hablando, no de sus vidas, sólo hablando de temas, de opiniones acerca del mundo, de la verdadera naturaleza del tiempo, que realmente a ninguno de los dos les quedaba clara en lo absoluto. A nadie, en realidad.
Así se fueron tres meses, las semanas se encogían o alargaban tan aleatoriamente que solías perder la noción del tiempo. Ibas y venias desde casa hasta la aldea. Cada vez se te hacia más rápido, al conocer la zona al cabo de un mes, ya simplemente usabas los prácticos hechizos de teletransportación. Pasabas los días posibles con Crons y Run en la librería. El Cambiante, como le llamabas en secreto, era, sin duda, tu mejor amigo en mucho tiempo. Le contaste sobre tu familia y sobre Loki, a pesar de jamás haberle dicho su nombre. Así como con los libros, Cambiante solo se acordaba de ti al verte y te olvidaba cuando no. Sentías que adquirías una rutina.
Lo único que nunca tocaste en casa, fueron los tres grandes tomos de hechizos antiguos de tu padre, por respeto o por temor. Y sin embargo, mientras ambos sentimientos se separaban de sus raíces y cada vez carecían más de sentido, las veces en las que te quedabas viéndolos, considerando leerlos y estudiarlos aumentaban su frecuencia y duración. Así hasta que aproximadamente a los tres meses, cuando volvías a casa después de pasar días entero en compañía de Cambiante, notaste que la puerta de casa estaba abierta, sin embargo, la luz dentro no era la de los orbes, era la de un fuego. Te paraste en seco frente a la estructura, temblaste un poco al saberte poco armada. Con pasos silenciosos, imperceptibles, caminaste agazapada, lista para atacar de ser necesario. Entras pacientemente, asomándote para ser la primera en poner el ojo sobre quien sea que estuviera dentro y no al revés. No había nadie en la sala. Todo estaba igual a como lo dejaste, excepto por la chimenea encendida. Las luces se van prendiendo a tu paso. Te adentras por el pasillo hacia las habitaciones, puedes ver el fulgor violeta de la planta de tu habitación en el pasillo, junto con una sombra que la opaco por un instante en una rápida aparición. Con lentitud y lista para lo peor te aproximas, te detienes en la puerta para dar un rápido vistazo y resulta que sí conocías al intruso y no por ello te ibas a abstener de pegarle una buena paliza.
Lo ves jugando con las grasas y libélulas de papel que volaban por ahí. Se veía encantado con los detalles que descubría de ti con sólo ver aquel cuarto. En el momento en que le da la espalda a la puerta se le hechas encima inmovilizándolo del cuello, teniendo una obvia ventaja sobre él.
-¿Qué demonios crees que haces aquí?
-Yo también te extrañe mucho, amorcito- se las arregla para jalarte al frente y tirarte de espaldas en la cama detrás suyo, ibas a seguir peleando, realmente no estabas feliz de verle así nada más. Se había ido una año entero sin decir nada ni dar señales de vida más allá de unos minutos cada tantos días para concentrar en tu existencia, la cual ignoraba el resto del tiempo.
-¿Crees que puedes meterte en mi casa y todo perdonado? Vete- le dices molesta mientras te atrapa colocando sus codos a los lados de tu cabeza estando sobre ti en la cama.
-Ambos sabemos que no quieres que me vaya- sonríe como siempre, jactándose de tener razón.
-No esta vez Laufeyson, no lo sabes todo de mi y no vas a tratarme como se te de la gana. Ya arruiné mi vida lo suficiente por tu culpa- sabías que escuchar eso le picaba justo en la herida. Se queda un rato en silencio y luego se hace a un lado, sentándose inseguro en el borde de la cama, lo cual no se veía nada cómodo por la forma de la misma.
-Sabes que lo siento... y mucho... pero corrí aquí deseando verte porque te he extrañado como un loco, no me hagas irme...
-A veces sentirlo no es suficiente Loki, a veces te equivocas enserio.
-Estoy consiente de ello Aleth... nunca es mi intención dejarte, pero tengo que hacer cosas que no te incluyen a veces.
-¿Crees que no entiendo? Puedes hacer lo que se te de la gana Loki, no me molesta que te vayas. Sólo me gustaría que me dijeras cuando lo haces, que me dejaras alguna manera de mantener contacto directo... no te pido que te cosas a mi y dejes de ser tú, simplemente que me tomes en cuenta en tus planes, no como ayuda, sólo... como si tuvieras respeto por lo que siento, como si fuera algo real, no uno más de los errores con los debes cargar.
Se pone de pie, sabes que duda entre irse o no, esa duda te duele, en parte porque hace que te arrepientas de tus palabras y en parte porque te da la razón y no se molesta en aferrarse. Finalmente, se da la vuelta. Su cabello esta más largo de lo que recordabas. Pensabas en la dulce apariencia de príncipe que tenia al conocerlo, lo angelical de esos peligrosos ojos azules... Ahora un velo negro de muchas cosas perdidas acumuladas parecía crear humedad en ellos, siempre entre la felicidad y la nostalgia. Siempre perdida una parte suya donde nadie podría entrar e intentar llenarla, ni siquiera tú. Se arrodilla delante de ti, que ahora estas sentada en la cama, igual que él hace segundos. Pone sus manos sobre tus rodillas, con esa luz violeta dándole en el rostro. Sientes el instinto de llevar tus manos sobre las suyas, dejarle jugar con tus dedos como antes, sentir su toque sobre tu mejilla mientras te habla de cualquier cosa, distraído, como si tu presencia fuera tan común y necesaria como el aire para él. Deseabas sentir su tacto gélido volverse cálido a medida que sus latidos se hacían lentos y se relajaba hasta el ultimo de musculo de su cuerpo cuando estaban justos. Mientras tú eras todo lo opuesto, siempre incrédula y nerviosa de tenerlo para ti. Cambiante tenía razón, no podrías decir cuándo, o cómo con exactitud, es qué, más allá de un mero encantamiento, te habías enamorado de él y te reprendías por ello. Era tan tonto caer ante el encanto de alguien como Loki, pero también era tan fácil, tan gratificante... No ibas a dejar que lo sepa, nunca, ni aunque sus vidas estuvieran en riesgo. Por simple descarte lógico, caes en la conclusión de que de nada sirve resistirte a esos instintos, que son parte de la magia oscura que los une y son la única razón para que él se presente así. Entrelazas tus dedos con los suyos, evitando el contacto visual, tomando esos segundos para odiarte un poco y odiar tu suerte por millonésima vez. ¿Qué más tenías que hacer? ¿A cuantas vidas tenías que zambullirte sin pensarlo y cuantos destinos tendrías que domar por la fuerza para salir del pozo incontrolable de raras coincidencias ocurriendo una y otra vez sobre ti? ¿A cuantas muertes estabas de nunca haberle conocido, de ser libre? Al verlo de nuevo, sonríe apenado, lo siente, esta claro, pero ojalá pudieras sentir las cosas como lo hacía él, pues jamás le pesarían hasta las últimas palabras rudas que salieran de su boca, no como a ti te pesaban incluso las penas que no eran tuyas.
-Ibas a irte-le dices decepcionada.
-¿No era lo que querías?
-Nunca quiero que te vayas, pero a estas alturas, sé que es lo correcto.
-Era lo correcto hace tres años, Aleth, ahora es tarde-te besa dulcemente el dorso de la mano, luego la palma, la punta del dedo índice. Posas tu mano en su mejilla, se te estruja el corazón al ver como se regocija en el tacto, como un gato, y te observa con ojos suplicantes e indefensos, casi sientes que se te sale el alma. Lo jalas en tu dirección, para poder besarle después de tanto tiempo, sonríes sin poder evitarlo -Creo que este reencuentro empezó con el pie equivocado ¿Te apetece volver a intentar?-pregunta en un susurro.
-Podría intentarlo- le respondes mientras sigues besándolo.
Al día siguiente, cuando despiertas sigue ahí, sigue abrazándote y aun esta dormido. Te le quedas viendo un rato, no estas segura de nunca haberle dicho lo lindo que es, pero ¿Habría alguien en el universo que se resista a esa sublime apariencia? Sonriendo, te levantas con cuidado y vas a la dispensa a buscar algo que desayunar. Sales al jardín trasero, donde el árbol hueco seguía creciendo , junto con todas las hierbas de utilidad que se pudieran nombrar. Tomas asiento en el bordillo de la escalera que separa el suelo del jardín del portal de la casa. Con una tasa de algo caliente entre las manos y la versión de los elfos de lo que en Midgard sería un muffin sobre tu regazo en un cuenco. El clima empezaba a enfriarse, pronto un crudo invierno para el que seguramente no estabas lista empezaría pronto, quizás en un par de meses, pero dificil saber. No tenías idea de lo vendría a continuación, tal vez lo ideal sería dejar Alfheim por los meses de invierno, seguramente ahora Loki se sentía lo suficientemente culpable como para acompañarte ese tiempo... ¿Y era lo correcto aprovecharse? ¿Cuándo podrías volver a la tierra? Se estaba haciendo cansado esto de la tragedia innecesaria. Una vez más te repites que debes dejar de tomártelo tan enserio, mejor solo disfrutar tenerlo cuando seguramente alguien más querría tu puesto.
En ese momento sientes una mano en tu hombro.
-Buenos días- Loki se sienta a tu lado, te recorres un poco para tenga espacio suficiente. Sólo trae sus pantalones negros sin abrochar. Intentas verle disimuladamente mientras te fuerzas a no sonrojarte -Entonces... ¿Cómo has estado?
Sólo le respondes que "Bien" evadiendo por completo los detalles. Te haces para atrás, dejando la espalda sobre el suelo, pudiendo ver el techo y el cielo al mismo tiempo. Dejas la tasa a un lado. Puedes ver su silueta a contra luz y te fijas en las marquitas pequeñas y apenas visibles que le has dejado aquí y allásobre su cuello y pecho. Luego tus ojos regresan al techo/cielo, sin saber como sentirte al respecto. Le preguntas sobre lo que ha estado asiendo, al menos tenía el detalle de ser lo mas honesto que podía o simplemente se llenaba la boca de un montón de cosas que no importaban y tú insistías en creerle que eso era todo, como sea que fuese, al parecer simplemente se la pasaba en una nave con su hermano, una valquiria y otro montón de fenómenos, tal y como los llamó él, cuidando a su linda gente de Asgard. Él, sin embargo, se la pasaba fuera de allí, cambiando de posición aleatoriamente, investigando algo. No dio detalles de nada, sospechaba que las cosas no iban del todo bien desde la ultima vez que se enteró. Citando sus palabras "¿Sería que ya estaba empezando?". Simplemente le escuchabas hablar, no interrumpías y no querías entender todo al cien por ciento, con el tiempo lo harías, estabas segura.
-¿Te molesta si reviso tu despensa?- pregunta, poniéndose de pie, no sin antes apretarte amistosamente la rodilla para llamar tu atención, ya que parecía dispersa.
-Adelante.
Te sorprende lo sencillo que se ha vuelto, esperabas algo mas drástico, y fuegos artificiales al final. La manera tan cotidiana de reñir por cinco minutos, acostarse y todo solucionado dejaba entre ver la vida que llevarías por mucho tiempo...
Esa misma noche te pidió que lo acompañaras devuelta con su hermano, sólo durante un tiempo, estarían ambos en casa llevando una vida normal y relajada dentro de nada. Te prometió traerte cargando por la puerta y quedarse sin quejas, acoplarse a tu rutina. Quería compartir esa vida que habías hallado en casa de tu padre... y quien diría que cuando volvieses después del tiempo en dicha nave...
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El Bucle -Loki y Tú-
FanfictionSecuela de "No lo Respires" Es el fin, mientras los últimos esbozos de esperanza tejen sus planes para salvar lo que queda del universo, se te ha encargado una única misión. Resistir. Todo va como se pensaba, hasta que cometen un error, uno que debe...