El Bucle -Loki y Tú-

7 El Joven Príncipe

Séptima Parte

Volteas a tu alrededor, Asgard, otra vez intacta, gloriosa, dorada, hermosa e impactante. Mucho más joven de como la conociste... La gente apenas se fijaba en ti, a pesar de que estabas sentada en el suelo como mejor podías. Estabas en una suerte de muelles a las afueras de la ciudad, donde las naves de viajeros paraban.

Entonces alguien patea tu pantorrilla pegando un tropezón, claramente no te había visto. Volteas apenada y asustada de meterte en líos ahora que ni siquiera estabas lo suficientemente bien para hablar con un volumen audible. Te esfuerzas por pedir disculpas sin voltearte a ver. A lo lejos alguien grita.

-¡Hermano! ¿Estas bien?- aquel que preguntaba no estaba preocupado, se estaba aguantando la risa y tú conocías muy bien esa voz.

-Sí, Thor- anuncia el que se había tropezado con una voz venenosa. Te paraliza su voz, te esfuerzas por no sonreír y sacar fuerza de donde no había para no saltar a abrazarlo, al instante la mancha de tu abdomen deja de doler.

Pero aun cuando la euforia te gana, estas débil y tu voz te delata, tu respiración se corta y se hace superficial tras hablar. Sientes que pierdes el conocimiento y tus brazos ya no suficiente para mantener tu rostro lejos del piso. Unas manos se posan sobre tus hombros.

-¿Estas bien?- es Thor quien pregunta, verlo de nuevo con sus dos ojos y cabello largo, el martillo en su cinturón...

-Yo... No- la seguridad en su presencia, a demás de los nervios contenido... ellos no te conocen y te dabas cuenta de que no tenias idea de qué hacer, no podías echarle una nueva poción de amor, Loki ¿Podía fijarse en ti de esta forma? No... claro que no. Pensaste antes de perder por completo el conocimiento.

Thor te toma en brazos, su hermano se ve molesto al instante. Se le queda viendo con una ceja levantada. Le sigue el ritmo con disgusto.

-¿Qué crees que haces, hermano?

-Loki, te tropezaste como ella y se desmayó, puede haber tenido problemas, tiene mala apariencia, no podemos solo dejarla ahí tirada.

-Sí que podemos. No es nuestro problema.

-No seas así, además ¿No decías que estabas aburrido? Puede ser interesante, es una elfo, a lo mejor hablan de sus trucos raros juntos.

-¿Estas seguro de que se quedara en el palacio? O mejor aun, ¿crees que no es una espía?

-No puede ni estar en pie, tendrá que estar un día o dos y luego puede que le guste el lugar, una espía no luciría así.

-¿Así de patética? Tienes razón... Veo que tu le dejaras quedarse... Que lindo

Loki suspira, cuando su hermano tenía una idea en mente no había nada que se la sacara. Podía usar eso a su favor muchas veces, tantas como eso mismo le fastidiaba. Caminarían de regreso al palacio. Habían salido a darse un vuelta dado que se la pasaban de celebración en celebración y ya estaban cansados de eso. No conocías la historia de aquellas épocas, apenas poco antes de que desterraran al dios del trueno a la Tierra, pero sabías que tu mera presencia iba a cambiar muchísimas cosas.

Cuando abriste los ojos nuevamente, unas jóvenes te revisaban en una maquina algo extraña. Era un cápsula de recuperación, no traías puesto mas que un delgadísimo vestido blanco, estabas segura que eran capaces de verte donde no quisieras, pero estabas todavía muy cansada. Al ver sus rostros era claro al instante que algo andaba mal, más de una sola cosa, posiblemente. No te era misterio que esa maquina podía saber fácilmente que era lo que te hacia "diferente" verían La Chispa y posiblemente querrían hacerte un par de preguntas. No los creías capaces de usarte solo por ese hecho, aún así, probablemente seria mejor estar en sus manos que en las de alguien más que sepa lo mismo que ellos.