Una vez más sentías el polvo pegarse a tu piel tras caer de espaldas sobre la arena de batalla, aun cuando el terrero era suelto, te dolía en cada impacto que la gravedad no perdonaba. Temerosa te pones de pie y agotada, te sacudes, ya se hacia de tarde y no podías seguir así. Llegar al siguiente nivel parecía estar a un mundo de distancia. Aun si eras consiente de que jamás llegarías a vencer genuinamente a Thor en toda regla, esa versión controlada te estaba dando una paliza sin dudarlo.
-La última- gritas.
-Bien, intenta ganar esta vez- te responde, hace rato que sus amigos habían tomado asiento para ver como estabas tan cerca y aun así no lo conseguías, una y otra vez. Impresionados, en parte, de verte llegar tan lejos.
La batalla no es esencialmente diferente de cualquier otra de las muchas que ya llevaban repitiendo. Otro movimiento inesperado te da una ventaja que parece importante y una vez más, Thor se saca algo de la manga, apuntas directo a su garganta, el martillo esta en su mano, parece el fin cuando se gira solo para arrojar el martillo y esperar que vuelva, al igual que un par de veces antes. Volteas detrás, al frente y a los lados, incapaz de saber por que rincón llegará. Y cuando es el momento perfecto para traerlo y darte justo por donde no estabas vigilando, Loki aparece como un Pop! Detrás de Hogun y Volstagg Para gritar tu nombre y “derecha" después, vez el arma del rubio príncipe precipitarse a menos de un metro de ti. El martillo desaparece frente a todos ni bien lo tienes a la vista y por primera vez en tantísimas horas te deshaces del hacha, y felizmente exclamas.
-¡GANE! SE ACABÓ.
-Es trampa, Loki te ayudó- su queja de buenas a primeras te deja en silencio.
-No exageres ¿acaso crees que la dejaría sola en una batalla real? Esta fue la recreación más exacta de un escenario real que puedes tener- la respuesta de su hermano congela a todos en sus lugares, en especial por que su entrada había asustado a los dos guerreros. Le sonríes a Loki satisfecha.
Thor se pone de pie intenta recuperar su martillo, pero por largos segundos nada pasa. En ese momento él y sus compañeros se acercan a ti preocupados y algo enojados.
-¿Y el Mjölnir? – parecen exigir respuestas al mismo tiempo.
-ah sí, solo lo lleve muy lejos, quédate llamándolo un rato y ya aparecerá… si tarda mucho tal vez puedes preguntarle a Heimdal- los calmas lo mejor que puedes, y tienes que asegurarles un par de veces que volvería tarde o temprano… en realidad estaba perdido en algún lugar de Vanaheim, realmente iba a tardar en volver.
Los compañeros del rubio heredero están prácticamente obligados a quedarse ahí, haciéndole compañía hasta que el Mjölnir volviera desde otro lejano reino. Mientras tú y Loki van a tu habitación calmadamente para que pudieras cambiarte la ropa. Un sencillo vestido corto de corte en A, blanco, de piel de alguna criatura escamada con grandes botones negros en el frente y cuello elevado, unas mallas negras y botas planas. Amarras tu cabello en un moño. Mientras sales del cuarto y sigues a Loki sin saber bien donde.
-Realmente me sorprendes, en toda mi vida, jamás he visto a nadie que le pueda hacer frente así a mi hermano- volteas a verle, quieres cortar esos pocos centímetros que los separan mientras caminan.
-Hacemos buen equipo- recuerdas que él te ayudó a obtener una victoria real -de todas formas, se estaba conteniendo- se para en medio del pasillo y sostiene tu mentón, entrecerrando los ojos cuando claramente ve a tus labios, con el pulgar parece tener la intención de rozar tu labio inferior, mas solo presiona torpemente en la herida notoria y cicatrizada en este, producto de la batalla en el campo -Ahhg, duele- le apartas de un manotazo.
-No parecía controlarse mucho- su tontería te recordó el rodillazo que te habia reventado la boca hace rato, le golpeas el pecho en venganza.
-Solo tenías que mencionarlo- ríe, mientras tu pasas la mano y te lames tu labio, confirmando que no lo haya vuelto a abrir y no estuviera sangrado, vuelve a sostener tu mentón y en un parpadeo deja un beso inocente y dulce en tu herida, casi parecía una coincidencia la ubicación de la misma.
-¿Mejor?- en sus ojos ves reflejarse una emoción nueva, miraban con suavidad, sin intención de prestarle atención a nada, únicamente parecías existir tú. Ante la incertidumbre por tu consiguiente actuar, te sientes algo incomoda.
-Su… supongo- tu tartamudeo te deja expuesta como un venado a las luces de los faros en medio de la oscura carretera. Siguen caminando, ahora despertando tu curiosidad por saber a donde. -¿Vamos a algún lugar en especifico?
-Así es- sigue caminando sin decir una palabra, esos días llenos de sorpresas te empezaban a poner la piel de gallina, en un buen sentido… la mayoría del tiempo.
El pasillo se hace corto en buena compañía y en un momento había dos caballos, una puerta abierta y amplias calles despejadas frente ambos para dirigiste a donde quisieran. Si nunca volvieses a tener un destino oprimiéndote y tantas responsabilidades, tan solo un amplio camino, él a tu lado, sin planes, preferías ese camino, tomabas la decisión una y otra vez de acabar justamente así. Las posibilidades eran miles de veces más tentadoras que las elecciones. Puedes verle de cerca mientras sigues desde atrás su recorrido casi laberintico. En un par de minutos no estabas segura si en cualquier momento pararían o seguirían cabalgando por horas por horas, y finalmente gana la primera opción. Dejan a los caballos atados donde correspondía, junto a un porche suntuoso, bien escondido entre setos podados delicadamente. Incluso el pomo de la puerta parecía una artesanía cuando Loki te dice que abras la puerta sin reparo alguno. La sala dentro era estrecha pero el techo estaba a docenas de metros sobre tu cabeza y una magnifica araña de luces iluminaba la estancia llena de retratos y espejos con encantadores marcos. Sigues la única dirección posible hasta un par de puertas dobles de cristal, podías ver dentro una elegante mujer con un vestido largo, muy largo, que llenaba parte del inmenso salón que veías bien iluminado a través de vidrieras que daban a la calle del otro lado, mostrando piezas de vestimenta igual de bellas y elegantes, muy típicas, también cabe mencionar, de la ciudad en la que estaban. El príncipe toca la puerta con los nudillos y aguarda. Pocos segundos después un sujeto alto, flaco como un fideo y de blancos cabellos cortos que usaba una especie de gafas gruesas cual telescopios en miniatura sobre sus ojos, les abre.
-¿Haciendo los recados de la reina otra vez?- se burla nada más verlos, poniendo una sonrisa de superioridad.
-Te gustaría mucho, recibiste la nota ¿cierto?- Loki no se ve muy feliz de tener que hablarle, aunque le complace el vuelco que sus palabras le dan a la situación.
-Sí… ¿Para quién…- Tu escolta te señala, acto seguido el extraño se calla súbitamente -¿Y vino contigo?- una mirada asesina de parte del Dios es suficiente -Bien…- habla como si sospechara algo, finalmente voltea a verte -Por acá- dudas en seguirlo, pero todo era tan inusual que supones que la única salida era acatar sus, aparentemente, inofensivas instrucciones.
Un banco de madera negra frente a un espejo, te subes a este sin aceptar ayuda del extravagante desconocido y este saca de su bolsillo una esfera dorada de la cual se extiende una suave cinta blanca con mediciones métricas, ni centímetros ni milímetros ni nada que hubieras visto antes. Mide tu cintura, hombros, caderas, el largo de tus brazos, tu cuello y todo lo concerniente a lo que era evidente al fin. Estaban en alguna especie de sastrería. Seguramente gente que trabajaba con el castillo.
-¿Un vestido para mañana en la noche?- no te atreves a moverte mientras hablas ignorando a quien te media incluso el grosor de las muñecas.
-Aja- Loki esta distraído con un trozo de papel del cual leía y repasaba en voz baja algunos misteriosos apuntes.
-¿Y por qué no puedo ir con cualquier cosa que me den en el palacio?
-Por que no- aquella repuesta condescendiente era suficiente para convencerte de rodar los ojos para arriba.
-Listo- dice el modista o empleado de la tienda en todo caso- ¿alguna idea de que clase de vestido quiere?- cuando te observa al hablar sonríe con muchísima amabilidad, haciéndote imposible rechazar absolutamente nada.
-Bueno…- en verdad que no te gustaban tanto los vestidos de fiesta como los que exponían las vitrinas o el que lucia la joven que seguía en el salón probándose un modelo tras otro mientras hablaba con una dependienta que no tenia la mínima oportunidad de salir detrás de unas amplias cortinas que guardaban los demás vestidos. Solo piensas en uno que usaste en una pasada ocasión -Algo verde… y dorado…- Loki levanta la vista del papel unos instantes.
-¿Y eso?- pregunta. Te ríes pensando en la respuesta de antemano.
-Así era el que me regalaron en una pequeña reunión en… Midgard, nuestro…- tienes que aclararte la garganta para seguir -primer baile juntos- Solo se quedan mirándose mientras quien los atendía se pasaba a las bodegas. Saca un perchero considerablemente largo con al menos cien vestidos de ese color y con accesorios dorados. Caminas tímidamente hasta el inicio y comienzas a ojear las prendas. Todas son igual de lindas, lo cierto era que si tenias que probarte todos los que dijeras que te gustaban y al final tuvieses que tonar una decisión basada en algún criterio real, tardarías la vida entera. Rascándote la cabeza con un mero reflejo, volteas a ver al príncipe una vez más. -¿quieres escogerlo tú?- posiblemente él ya sabía lo que tramabas, por lo que camina hacia el perchero con una risilla entre los dientes.
Podrías decir que por lo menos le dio una ojeada a cada uno de los vestidos, y en algunos se detuvo a pensar varios segundos, tal vez minutos, tanto tú, como el encargado estaban sentados en un sillón al fondo del salón aburridos, esperando que termine. Finalmente, en su tercera ronda, toma uno del perchero y antes de que se arrepienta, ambos saltan de su lugar. Lo tomas, le das un breve vistazo, en efecto era muy bonito. Escamas doradas en toda la espalda y brazos, una cola larga, pero no excesiva, mangas ceñidas que cubrían tus manos por completo en su acampanado final y un corsé ligero con pedrería y cadenas. Cuello alto y cerrado y el escote de la espalda era discreto. El toque especial residía en que la cola parecía la de una serpiente estando extendida.
-Es genial ¿No cree?- le preguntas al encargado, siendo sinceros, hubieras dicho lo mismo de cualquiera que hubiese tomado.
-Por supuesto, lo tendré ajustado a tus medidas mañana en la tarde, mandare los cargos extra por no haber hecho la reservación antes, nos vemos en cuanto vengan por él, un gusto- y por gracia divina, los saca de ahí apresuradamente, lo cual agradeces, Loki esta un poco sacado de lugar, pero terminan regresando con los caballos que estaban en la entrada para clientes con cita, como imaginabas que era.
-Eso fue raro… tal vez deberías habértelo probado antes ¿segura que ese te gusta?- lo tranquilizas con una mano en su hombro.
-Todos me gustaban, ese es genial, ahora volvamos a casa, muero de hambre- le dices mientras subes a tu montura. Ya se estaba escondiendo el sol en el horizonte.
Regresan sin prisa y en relativo silencio, un par de bromas sobre la tardanza previa van y vuelven, antes de que puedas ver las puertas realmente grandes del castillo recibirlos. Dejan a los animales en manos de empleados del establo y siguen al interior en calma. El camino incomodo hasta el salón, vigilados por los trabajadores del castillo desde todos los ángulos posibles te regresa a la incomoda realidad. Toda esa tarde, ni uno solo de tus problemas habia cruzado tu mente a pesar de pasártela terriblemente aburrida. En secreto, le agradeciste tener el detalle de escoger algo para ti y sacarte del constante caos que traías siempre en la cabeza.NOTA
Ignoren el capítulo que parece que falta, fue un error, ese es después de este jaja
Meme del día
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El Bucle -Loki y Tú-
FanficSecuela de "No lo Respires" Es el fin, mientras los últimos esbozos de esperanza tejen sus planes para salvar lo que queda del universo, se te ha encargado una única misión. Resistir. Todo va como se pensaba, hasta que cometen un error, uno que debe...