Dieciseisava Parte
Y te pusiste a contar las impresiones de su huella digital sobre tu piel cada vez que sentías el aire tibio que él jadeaba sobre tu hombro. Al principio, cuando solamente aprendía a besarte de forma que te derritieses ante todos y cada uno de sus toques. Desde la sala, intentando no tropezar ruidosa y tontamente con los muebles, simplemente avanzan sin saber dónde van acabar cayendo, si es en la cama o en el sofá, pero tienen los minutos contados. Dejas que deshaga los nudos en tu ropa, que suelte las correas y tiré de los bordes, mientras le insistes en la misma dirección, sin tomar en cuenta el orden en que sus prendas caen al suelo. Dudas en pensar si te observa tan maravillado como tú a él. No dejas escapar ni un solo chance de acariciar su piel perfecta, rememorar la geometría exacta de sus músculos, cada esquina angulosa marcada en su anatomía. Finalmente, sientes las sabanas debajo tu peso, concentrada en como se sentían sus labios sobre tu cuello, descendiendo hacia tu pecho sin pararse a pensar. Tan amable como lo eran los rechinantes materiales del catre con el silencio, clavaste tus uñas en su espalda tras cada choque eléctrico que descubría su viejo inolvidable camino a cada célula de tu ser. Desde tu interior, sólo suyo, hasta la punta de los dedos de tus manos y pies. Intentabas grabarte a fuego esos gemidos, casi gruñidos, que podían insinuar su paso desapercibido por el aire, al igual que no quisiste que se perdiera de cada uno de los instintivos gemidos que necesitaban salir de tu garganta por cada golpe de sus caderas contra las tuyas. A pesar de que sus cuatro letras, talladas en la punta de tu lengua tiempo atrás, repetían su poema con entonación entrecortada, entre sus labios, tu secreta taxonomía no vio la luz de las lámparas tenues. Esos treinta minutos que parpadearon directo a su final fueron lo que la primera noche, y las palmas de Loki se aprendieron de memoria donde debían aterrizar para que arquetas la espalda y te fuera inevitable morder lo primero que tuvieras cerca de la boca. Escuchas como se para su respiración un par de segundos, y entrenada sus dedos, finalmente ambos caen en la superficie de la cama, prácticamente dormidos.
A los pocos minutos, dentro de tu cabeza, sonó el reloj despertador, te separaste de sus brazos, dejas que se quede dormido los diez minutos que te separaban de ese escenario en el que estabas destinada a vaciar todas las letras que te habías aprendido a la perfección. Al escoger vestido decides que bastaría con un corsé guindo con una larga cola blanca cayendo sobre una falta delgada y holgada de color negro, tan sencillo que era como vestir arte minimalista, no era típico de Asgard, pero te recuerda a la noche de la única fiesta en Midgard… también bailaste con Loki, no fue la última vez, pero si la última vez que estuviste con todos tus amigos juntos. Pasas del recuerdo, tienes que maquillarte y eso es una ciencia completamente nueva. Tienes que acabar rápido y despiertas a Loki, dormido a las malas sobre un montón de sábanas revueltas que tenías que mandar a lavar.
-Ya es hora de irnos ¿Vas a tardar o te espero?- se levanta con calma, bosteza antes de sentarse con las piernas extendidas y frotándose el cuello que había tenido en una mala posición.
-¿Por qué no me despertaste antes?- te ve casi de reojo, se toma su tiempo para procesar como luces, y no quieres preguntar lo que piensa al respecto.
-Lo siento, nunca te ha gustado que te despierten a la mala- le dices de rutina mientras te acomodas los zapatos de tacón que ya estás maldiciendo.
-¿Qué?- supones que se escuchó muchísimo más raro a sus oídos.
-Todas tus preguntas en Alfheim, por favor. ¿Te espero?
-No… creo que tomaré un baño, iré lo más pronto que pueda, eres la estelar, no llegues tarde.
-Bien, te veo ahí entonces.
Caminas hasta la puerta y sales, le das una última mirada. Las sábanas dejan ver únicamente su torso desnudo, te hace sonrojar y estando fuera, sonreír, es perfecto. Ahora sólo queda irte a la fiesta calmadamente, ya escuchabas a los músicos afinar sus instrumentos a la distancia, al bullicio de la gente que se a reunido para darte la bienvenida. En la puerta del salón más grande del Palacio esperaban Odín y Thor.
-¡Sigyn!- dice el heredero, se apresura a apretujarte en un abrazo -Feliz cumpleaños…-te deja en el suelo riendo después de casi ahogarte -Estaba esperando hasta ahora para decírtelo.
-Felicidades querida- te dice Odín tomando tu mano entre las suyas, empiezas a sospechar que no ha perdido las esperanzas frente a un posible compromiso entre tú y su hijo.
-Gracias a ambos… de verdad- intentas parecer auténtica, no importa cuán irreal se sintiera todo el asunto.
-¿Y Loki? Creí que vendría contigo… han pasado casi todo día juntos…
-No es verdad… tenía ensayos- reclamas a Thor, te estaba poniendo incómoda con el tema.
-Eso no cuenta, ya a venir ¿cierto?
-Sí… eso dijo, pero puede que llegue tarde- el padre de todo no parecía muy feliz con ello. Sin embargo se limita a suspirar y abre la puerta para su hijo y para ti. Todos los presentes, con copas en las manos y sirviéndose del gigantesco banquete, aplauden.
-¡Bienvenidos, amigos! – la voz de Odín resignaba como trueno – ¡Sigyn! Preséntate querida- avanzas al lado del rey y se escuchan los aplausos y “felicidades" viniendo de los muchos invitados -Que sea un cumpleaños que no pueda olvidar- y aunque le hablaba a la audiencia, al final voltea a ver y guiña un ojo. Sonríes ante el acto, haces una reverencia y tras la ultima ovación, los tres se incorporan a las celebraciones.
Sigues a Thor, te presenta a un par de personas, charlas un poco, algo incómoda por la nueva atención, no eras realmente tímida en toda la extensión de la palabra, sin embargo, estar tan expuesta era incómodo y tanta gente, abrumador. El silencio indica de repente que la banda a terminado de afinar sus instrumentos. Las miradas van de vez en vez al escenario, esperando que las cortinas de abran. Los bailarines están abajo entre tanta gente, casi camuflados, los reconoces y sin embargo, apenas puedes recordar cuales eran los planes exactos para este show. Thor le dice a su padre que el espectáculo está a punto de empezar. La música empieza sin más reparo, unos pocos aplausos y las primeras doncellas se ven bailando con sus parejas al compás de la alegre melodía tras pocos minutos. Permanecerá con Thor y sus amigos, esperando atenta a la puerta del salón que se tomará Loki sin llamar mucho atención hacia su retraso. En un momento en el cual la canción presente llegaba a su fin, vez a Lurán asomarse por los relojes y llamarte con gestos, te disculpas brevemente con esos nuevos conocidos a los cuales les seguías la charla y corres para encontrar a Lurán y Kimi que esperan pasos detrás de la puerta por la que entras para llegar a la parte trasera del salón, donde los artistas esperaban sus turnos. Ellas se emocionan y saltan a abrazarte y desearte feliz cumpleaños, cosa que no se habían dado la oportunidad de hacer antes. Estás algo confusa ante todo el movimiento que el grupo entero mantenía, cual caos ordenado, detrás del telón. Así que dejas que ambas cantantes te guíen y acomoden en el escenario. Y con la ultima mano dándote una palmadita sobre los hombros en señal de apoyo, penas podías decir con certeza que estaba pasando realmente cuando todo se calmó y lentamente las cortinas doradas del escenario se abrieron estabas en la parte trasera del lugar, disimulando tu incorporación. Un montón de aplausos y la luz brillante del salón son la bienvenida devuelta a la fiesta, en la cual la gente presta sólo una sutil atención extra ahora que el telón está de par en par mostrando a los músicos. Tú buscas un par de ojos conocidos en los que encontrar soporte y algo de confianza extra, sin embargo, a excepción de los de la familia real, a quien querías ver, hasta el momento, no se presenta. Ante tu obvio nerviosismo, a pesar de tener a tus dos amigas a cada lado, a penas puedes sonreír. La música no parece haberse detenido realmente ni un solo segundo, hasta que un violín solitario y muy lento llena con tanto eco el salón completo que la atmósfera cambia, esa es tu canción, una de tantas que habían practicado. La voz de Lurán empieza, Kimi le responde, nada que los presentes no hayan visto varias veces en otras ocasiones. Hasta que, segundos antes del coro, te hablan al medio y sigues la canción, escuchas el aplauso pero intentas pasar de ello, sólo cantas, así como siempre, adorando cada segundo. Llega la parte animada de la melodía, los bailarines mezclados En el público se hacen su espacio y empiezan su coreografía, te quedas anonadada, verlos con el vestuario y las largas pañoletas en medio de ese dorado entorno era hipnótico. En medio de tu siguiente intervención y a nada de terminar, vez como Loki entra como una gato silencioso, sin dejar que nadie se descuenta de ello. Ahora, con las personas relajadas, disfrutando del banquete y de la música, la siguiente canción llega como la siguiente gota de agua cayendo por un arrollo. Vez a Loki hablar con su hermano, disculparse con sus padre, saludar aún par de personas y finalmente, aunque se toma su tiempo, voltea a ver al escenario donde sigues cantando esperando que tus nervios aumentando no te jueguen una mala pasada, pero era imposible, si era más fácil que respirar para ti.
Cuando al fin eras el momento de tu canción favorita entre todo el repertorio, siempre pensaste que esa letra les quedaba bien a ambos, a ti y a Loki, y querías que todo lo que siguiese en el futuro, desde esa vez que dejaste Midgard para irte con él, tuviera la escancia de esa canción. De repente Thor y su hermano estaban a metros del escenario, parece que Loki había llegado ahí sin darse cuenta y Thor le había seguido, de repente, al a voltear hacia Lurán y Kimi ellas están atenta al heredero, guiñan un ojo al unísono y lo siguiente que sabes es que Thor a empujado a su hermano y las chicas te alzan de los brazos sin dejar de cantar, para dejarte bajo el escenario casi arrojándote a los brazos del príncipe, que tampoco sabía que pasaba.
Al instante había un círculo de gente a su alrededor, estando absolutamente sin escapatoria y en una especie de abrazo incómodo donde él impedía que perdiese el equilibrio del todo. A la canción le quedaban pocos compases, Loki observa a las cantantes que ahora los ignoran e intenta figurarse que debe hacer, pero es su hermano el que grita sobre el gentío y las risas.
-Solo sácala a bailar Loki, es lo que todos esperan.
Observa a Loki, sólo queda reír, tenías amigos un tanto exagerados, te encoges de hombros y le ofreces tomar tu mano. No eran más que una pieza o dos, no los iba a matar. El pelinegro te ve dudoso y mosqueado unos segundos, sin embargo, nada más queda tomar tu mano, sujetar tu cintura y seguir los primeros ritmos que cerraban la canción y la empalmaban con la siguiente, únicamente instrumental. Las demás parejas, incluso Thor con una chica cualquiera, son parte de la danza. Casi parece que todos son un grupo coreografiado. Y aunque tú te divertías, viendo al príncipe seguir a todos los demás con maestría, pensando que seguro de joven lo obligaron a prender este tipo de cosas, estaba refunfuñando. Entonces le pisas el pie derecho, a propósito obviamente. Te ve desafiante y con la típica sonrisa “No deberías haber empezado”, intenta devolverte el favor y lo esquivas, entre giros, alejamientos y acercamientos, sólo juegan a pisarse los zapatos. Dejando que la danza, que la multitud sea una tachada para su tontería secreta, que toda la parafernalia los cubra en un humo que ninguno de los dos podía evitar respirar.
Terminó la música, o al menos las piezas que estaba dispuesta a soportar mientras te aplastaban los dedos de los pies. Malas a Loki fuera del espacio donde se congregaban aquellos que si disfrutaban de bailar correctamente y se sentaron en una mesa. Un muchacho del servicio les ofrece un par de copas y no dudas en tomar una, notando la boca y garganta algo secas.
-Se honesta ¿Sabías sobre eso?- pregunta, tras tomar un sorbo de su propia copa. Se ríe de la idea, al parecer lo estaba molesto como quería fingir que lo estaba.
-Sabía que estaban locos, no tanto.
-Supongo que debí saberlo- se reclina un tanto hacia atrás en su silla, llena del todo sus pulmones y saca el aire de golpe -Pero fue divertido… una de las pocas veces que me divierto sin que nadie se enoje.
-Es mejor si alguien se enoja- le dices, recordando todas las veces que jugaron como tontos por la ciudad de New York en alguna ocasión, y en todos los lugares alienígenas y extraños que ambos visitaron.
Sólo escuchas a Loki reír, y sigue apoyado en el respaldo de la silla, en un breve vistazo constatas que tiene los ojos cerrados. Pocas veces bajaba la Guardia de esa manera, pero no era la primera vez que lo hacia, normalmente solía ser si estaba contigo, por supuesto.
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El Bucle -Loki y Tú-
FanfictionSecuela de "No lo Respires" Es el fin, mientras los últimos esbozos de esperanza tejen sus planes para salvar lo que queda del universo, se te ha encargado una única misión. Resistir. Todo va como se pensaba, hasta que cometen un error, uno que debe...