Diario De Loki

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Onceava Entrada

Por alguna razón, es como si la viera moverse en  cámara lenta. Siento que mi vista y análisis se han entrenado para detectar esas pequeñas curvas que los actos esconden por si mismos. Cada paso que Sigyn posaba en el mármol tenía eco, estoy seguro que podría transcribir sus palabras a las partituras nota tras nota en su voz. Las falanges de sus dedos doblándose con coordinación asombrosa, sus orejas cambiando de dirección ante el sonido, como un felino, aunque sé que ella no estaba en lo más mínimo consiente de ello. Su cabello brillando ante cualquier luz que lo iluminara, rebelde…

Ahora que la veo dormir en el sillón de la sala, tengo dudas extra. ¿Cómo la vería “él”? Que… se de quien habla cuando lo menciona, pero me niego a ganarle las palabras. Desearía viajar en la dirección correcta para alcanzarlo y preguntarle. O tal vez eso me aterra. Cuando la tengo vulnerable es fácil convencerla de soltar uno que otro dato. Un par de caricias acá, unas palabras lentas y ya está prácticamente ronroneando bajo mi influencia. Es divertida y predice muchos de mis movimientos, ello no obstante, en mi juego no iba a ganarme.
Teníamos que despertar temprano, antes que nadie en el castillo si queríamos llegar a Alfheim sin levantar demasiadas sospechas. Heimdal vigilaba y la magia de tele transportación no era conveniente, había a que usar los atajos secretos, ocultos a los ojos del vigilante. Así que me rendí junto a Sigyn, cayendo dormido a su lado. Fue ella quien despertó después con un terror nocturno, tose, atorándose con su saliva en medio de una arcada, temblando y sudando frío, sus nudillos estaban blancos por la fuerza que usaba al apretar la ropa de cama. Pongo una mano en su hombro y se congela. Tarda varios segundos, respira profunda y pausadamente, no sé que decir, ni como actuar, sólo intento hacerle saber que no está sola y que ha sido un sueño nada más. Termina de relajar sus músculos uno por uno, me ve por sobre su hombro, sus ojos son fríos, conozco esa mirada y un escalofrío recorre mi espina cuando la veo en sus ojos… decepción.

No… de ella no, dioses no dejen que me vea como todos me han visto alguna vez, como sentía que estaba destinado a ser visto. Y sé lo que hice mal, horas escuchando de quien la amó me han dejado claro, ella sabe que no siento eso, que no soy él… él la habría abrazado, a él no le habría dado la espalda para volver a dormir.

El Bucle -Loki y Tú-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora