Diario de Loki

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Doceava Entrada

La vi desaparecer entre la maleza y las ramas de los árboles, dejándome sólo con la niña. Aleth, estaba seguro de que así la había llamado, me gustaba ese nombre, sonaba familiar. Observo a la chiquilla, de un momento a otro se dedica a dar vueltas a mi alrededor, analizándome de pies a cabeza. Intento decirle algo para que se quedara quieta, pero ni parece importarle ni sé bien que decir. Al final, simplemente se para frente mío, juega con su cabello, enredando algunos mechones entre sus dedos, se piensa que decir, reconocí la pausa en sus palabras justo en la tensión de sus labios… empezaba a sospechar quién era está niña realmente para “Sigyn", intentaba repetirme que sería su hermana, su tía aunque fuese, pero la verdad, cada micro expresión que la pequeña hacía era clavada a su versión adulta. Antes de que Aleth hablase, suspiré, al menos ya era el día en el que me enteraba como iban las cosas.

-¿Eres de la realeza?- supuse que lo dedujo por mi ropa.

-Sí… lo soy- le digo, se me hace difícil no verla hacia abajo.

-¿Y ella... -Señala la dirección por la cual la mayor se perdió de vista- ...también?- lo pensé un momento, en teoría, no… pero si las cosas seguían el curso que ya tenían establecidas…

-Sí, o lo va a ser pronto.

-¿Y que es? ¿Princesa? ¿Reina?- me sorprendía la neutralidad de su voz.

-Pues ahora es… una de las asistentes del Rey. Tiene una poderosa magia ¿Sabes? El Rey la necesita en caso de conflicto, ella y sus ayudantes prometen ser el arma más poderosa del Reino- no sé porque sentía como si la estuviese presumiendo, pero a pesar de nunca haber recaído en esa verdad, me sentía ¿orgulloso?

-¿De verdad?-ojos brillan con admiración. Algo me decía que de haberle dicho que simplemente sería una princesa pronto la habría decepcionado. Me puse de cuclillas para estar a su altura al hablar.

-De verdad- disfrute ver su emoción ante lo que le decía - te diré algo, si algún día vas a Asgard, puedes buscarnos, estaremos en el palacio.

Sonríe de oreja a oreja. De repente, un grito no muy lejano llama nuestra atención, la voz de Sigyn es claramente reconocible. La pequeña se asusta, dando un saltito en su lugar.

-¿Se habrá encontrado con mi padre?-menciona, seguramente ella no estaba prestando la mínima atención a su entorno, porque su sentido de la audición podría haber captado con precisión lo que fuese que pasara a la distancia. Mientras tanto, a pesar de que Sigyn había dicho algo, no llegue a identificar nada excepto el miedo en su voz al escuchar el grito.

-Aleth… quédate aquí. No te muevas -Fui lo más autoritario posible al advertirle, evitando que me siguiera. Y corrí a ver que había pasado con Sigyn, en los primeros metros que me supe fuera de la vista de Aleth comencé a desesperarme ¿cuan lejos se había ido?

Demonios… más te vale estar bien Sigyn.

El Bucle -Loki y Tú-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora