Decimoctava Parte
Los sueños se niegan a guardarse en su baúl, salen en una horda continúa, armados hasta dos dientes, letales y malvados hasta la última fibra. Te abres bajo las cuchillas, escapas en la oscuridad, sin salida y al final, observas, inmóvil, como te devoran los fantasmas indignos arrastrados desde un pasado ilógico. Siempre despiertas cuando crees que no volverás a hacerlo. Sostienes el terror inicial, una vez consiente, con la punta de los dedos, si contemplas estoica un par de minutos, se desvanecerá, ya tenías experiencia. Una mano amable en tu hombro te recuerda que no estás sola y agradeces ese hecho. Te refugias en ese recuerdo ante los demonios deseosos de salir un paso fuera del subconsciente, el de la única compañía que tuviste en innumerables noches de repetir la horrida rutina. Y esperas que haga lo siempre ha hecho, intentando lograr que dejes de temblar entre sus brazos, y aunque ya no esperabas que se disculpase como malacostumbraba antes, creyendo injustificadamente que era su culpa, supiste, por obvias razones, que más allá de la mano sobre tu hombro, nada llegaría. No lo culpabas por ello ¿qué lo hacía responsable ahora? Antes, al menos, un hechizo jugaba a tu favor… el libre albedrío es una idea dolorosa ante las expectativas. No querías abrumarlo, pidiendo que te sostuviera hasta quedarte dormida, así que mataste la incomodidad sólo dándole la espalda. De todas formas, cuando tu instinto te pone la alarma, siempre funciona, así que, cuando el sol apenas tanteaba su salida, despiertas refunfuñando. Lo primero que notas es el cómodo y familiar calor que emana el cuerpo a tu lado, su brazo rodeándote, tu cabeza en su pecho, tus dedos acariciando la tela ligera de la camisa que trae para dormir. Esperas que aún este dormido, así que simplemente disfrutas el trato, deseando posponer todo y pasar de largo de ese ridículo viaje, quedarte todo el día sin nada que hacer. Ello no obstante, cuando un ligero movimiento declara que ha despertado también. Te retiras casi por inercia, dando por hecho que era inevitable salir de cama y vivir el día que esperaba, pero antes de que siquiera levantarses la cabeza del todo, la mano que tenía en tu cintura se desliza delicadamente hacia tu cabello.
-Shh sólo un rato más, está bien…- estaba dormilado por completo, como el típico gato huraño que cuando duerme profundamente se deja acariciar el vientre, o al menos, en eso piensas tú al verlo así.
-Tenemos tiempo limitado para irnos…- a pesar de que estas más alerta que el Dios, las caricias en tu cabello despeinado te convencen de relajarte, estirar los brazos para poner la mano en su hombro y abrazarle devuelta.
-El hechizo de traslación nos llevará a tiempo a la sala de tesoros, desde ahí pasamos a los túneles y ya estamos a salvo… ¿Tenemos que ir hoy?- al ver ligeramente hacia arriba, intentando buscar sus ojos, su expresión relajada y feliz casi te convence, sin embargo ya habías perdido mucho tiempo.
Te dejas quedarte unos minutos más, pero a los cinco minutos estas levantándose para sentarte en el borde de la cama, Loki de queja pero sigue tus movimientos como un imán. Se levantan y reparan para salir, tienes que ir a tu habitación a ponerte otra cosa más práctica que un vestido como el de anoche. Finalmente, ambos se encuentran en la sala de tesoros y sin hablar, cruzan las esquinas correctas para aparecer contra intuitivamente en las oscuras cavernas y las cuevas rocosas de la fronteras de Asgard. Él te guía, conoce esos corredores húmedos. Sabes que han llegado al percibir el sonido de la hierva crujiendo bajo tus pies. Observas con atención, los árboles tienen marcas distintivas, así que debes estar cerca de alguna población. Identificas los puntos cardinales, sigues hacia el norte, pensando que sería los más seguro, atenta a como varía la frecuencia con la que aparecen las marcas sobre los troncos.
-¿Sabes a donde vamos?- pregunta al fin rompiendo el silencio que tu clara concentración había impuesto.
-Lo sabré cuando sepa donde estamos…- le dices, sin voltear a ver como iba detrás de ti.
ESTÁS LEYENDO
El Bucle -Loki y Tú-
FanfictionSecuela de "No lo Respires" Es el fin, mientras los últimos esbozos de esperanza tejen sus planes para salvar lo que queda del universo, se te ha encargado una única misión. Resistir. Todo va como se pensaba, hasta que cometen un error, uno que debe...