Si Te Digo La Verdad

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Diecisieteava Parte

La fiesta sólo se alargó por un par de horas más, al menos para ambos. Loki ya se veía arto de los presentes, no era para nada a su forma habitual de comportarse cuando estaban rodeados de otras personas, gente que no lo conocía de nada y frente a la cual tenía oportunidad de lucirse. Bajo esas circunstancias era el centro de atención en las reuniones sociales. En un momento al azar, entre el bullicio y los brindis, puedes ver como sus ojos se iluminan ante la presencia de una nueva idea.

-¿Qué planeas?- le preguntas de inmediato, esperando que sea lo que te saque de la incomoda atmósfera de “en tu honor".

-Salir a dar un paseo, por supuesto- levantas la ceja, sabes que ese no ese no es el plan, es el nombre del plan. Sólo faltan los detalles.

-Entonces está es la parte en que te digo “Ya lo hubiéramos hecho, de poder,  tonto" con sarcasmo y procedes a relatarme tu maravillosa idea. En ese orden, para jactarte de lo brillante que eres- le toca a él poner la cara de desconcierto, pero adornada de una sonrisa nueva, nueva en apariencia, pues hasta le sabías el nombre, era admiración.

-Perfecto, niña lista, esto es lo que haremos…

Y mientras el salón se llenaba de un juguetón tono de violines, te adelantabas a Loki para seguir el primer paso para el Show que se habían formado, Loki se dedica a conversar con damas, hijas de los miembros de la corte, fáciles de impresionar. Sólo sigues las manos que te incitan a saludar, todos quieren su turno para hablarte, tal y como dijo Loki, es fácil llegar a introducirte en el medio de la multitud, la gente pretenciosa, hambrienta de una posición, es siempre igual, siempre predecible, no los hacia malos, sólo convenientes, manipulables en el mejor de los casos. Intercambias vana palabrería con personajes sin importancia hasta que el intercambio avispado de miradas con tu cómplice te da la señal correcta. Esta listo. Entonces, torpemente, te sujetas del brazo de uno de los invitados con el que hacías conversación, finges que tu peso es demasiado para tus rodillas temblorosas y cuando se preocupan por ti y hacen el esfuerzo por verte a los ojos, que tienes entrecerrados, ven que te sangra la nariz, un truco visual, simplemente, de mano del mejor de los bromistas. La reacción no se hace esperar y prácticamente el príncipe de verde aura es arrastrado a tu lado, envueltos, ambos, en una nueva sinfonía de preocupación y fingida histeria que intentaría pasar por empatía sin lograrlo del todo. Loki hace lo que puede para calmarlos, casi y te hechas sobre él intentando que los desmayos se vieran reales y que ninguna risa traicionera curse tus labios antes de tiempo. Rápidamente te saca de ahí, alegando que te repararías en corto con algo de aire fresco. Odín, Frigga y su hijo observaban al fondo, estarían preocupados si no conocieran a su hijo problemático, el rey se ríe para si mismo, intentando creer, por milésima vez, que de verdad el segundo heredero estaba enamorado ¡Él! De entre todos… en su mente, sonaba imposible y puede que bajo muchas circunstancias lo sea, y sin embargo, el destino era amable, era quisquilloso… El destino, ya estaba hecho. Loki y tú casi corrieron a los establos, esperando que nadie los viera, Loki silva un par de veces y un caballo imponente llega al galope. Sleipnir está más que feliz de ver al pelinegro, e insiste por un par de atenciones, las cuales le son dadas sin miramientos. Te saluda cálidamente también.

-Se han vuelto cercanos- comenta Loki, mientras te ayuda a subir al lomo del corcel.

-Pasamos varias tardes conversando- le comentas, y se encaminan los tres sin rumbo fijo, con el Dios guiando las correas del caballo a un paso lento y calmado. Observas el cielo, está nublado, sin embargo, la luna se ha hecho un agujero entre las nubes y las ilumina en un corto círculo a su alrededor, es rara… la luna en Asgard…

La charla en los jardines fue directo al punto, Alfheim. Estaría bien al fin dejar hasta la última de las cartas en la mesa. Extrañabas muchas cosas, pero tu nombre era de las raras que esperabas nunca tener qué. Puede que nunca llegases a recuperarlo por completo…

Esa noche, después de volver a los dormitorios, lo seguiste casi en completo silencio hacia a su recámara. Una vez frente a la puerta, abre y te deja entrar primero, observas bien el rededor, la segunda vez que puedes estar ahí. ¿Realmente nunca antes habías entrado a ese cuarto? En retrospectiva, no se había dado la oportunidad y de repente Asgard dejó de existir… Loki tapa las ventanas con sus cortinas en un acto rutinario mientras te sientas en una silla frente a un amplio escritorio que llenaba todo un espacio posterior del amplio cuarto. La mesa estaba llena de hojas y notas, demostrando que mayormente, el tiempo del príncipe se quemaba en estudios y curiosidad, aunque el polvo sobre el papel que cubre la superficie del mueble también delata el abandono a dichas actividades en un largo periodo de tiempo. Ojeas rápidamente los escritos a la vista, reconociendo la bonita caligrafía en seguida. Todas las ideas parecían acumularse en esa sombra del pasado, en su carta de la última vez. Y con el viaje a casa tan cercano, era hora de aclarar las cosas para alguien más que Loki. Ni siquiera tú sabías muy bien que harías, que era lo que de verdad debías de hacer, y aquello que significaba seguir manteniendo el teatro que montañas frente a casi todos.

Una lista dejaría las cosas claras.

Primero; salvar a la pequeña Aleth. Aunque ahora era prácticamente imposible que nada de lo poción ocurriese, no tendrían dos jovencitas idénticas en el palacio. De todas formas, al ser dos personas diferentes, nada de lo que le pasara te afectaría. Pues en ese momento eras como Cambiante, un ser sin pasado, dado que se quedó en un futuro que ya no existe, sólo presente.

Segundo; asegurarte de que Los Vengadores se unan y estén listos para Thanos, así que era obligatorio mantener el curso de eventos, dado que Loki era pieza clave. ¿En qué punto debías romper el guion? Tal vez después de que los elfos oscuros finalmente fueran vencidos por Thor ¿en qué influía Loki después? Se suponía que para ese tiempo ya habría cumplido su condena en la prisión tranquilamente y estaría “rehabilitado”, según lo que te habían dicho. En paz en el palacio, ayudando y jugando un poco por ahí. Y finalmente llegaría la época en en que aparecías tú.

Después, eran libres… puede que ayudasen a Thor en uno que otro detalle, sin embargo, nada de nave, nada de Thanos, nada de hacerse el héroe. Eso sí sonaba a un plan.

-¿En qué piensas?- sus palabras te patean al mundo tangible con muchísima fuerza, sacas la mirada clavada en los papeles frente a ti y sigues su sombra hasta verle a los ojos a contra luz. Estaba sentado a tu lado, sobre el escritorio, entretenido por tu estado de ensoñación tan profundo -¿Te dolió caerte de la nube, cabeza hueca?- ríe, se pone de pie y avanza hacia la sala a pocos metros en la que toma asiento. Era agradable que esos cuartos tan grandes de la realeza sean apartamentos por si solos, prácticamente era innecesario volver a salir nunca por nada más que para comer.

Buscas por ahí una hoja en blanco, revisas bien que no haya palabra escrita y la arrugas, lanzándola a continuación, le cae de lleno en la frente. Loki se queda con los ojos cerrados por reflejo, sus facciones serias y tensas son divertidas.

-¿Cabeza hueca? ¿Tienes cinco años?- le reclamas, aunque sabes que lo había dicho con una irónica intención de ser tierno.

-Sip, igual que tú y tus bolas de papel- al verte sonriendo se encarga de envenenar bien la oración con sarcasmo, cual si esa mera entonación le concediera la victoria en esa disputa irrelevante. Con la misma actitud inmadura y graciosa, rotas los ojos, sólo sabes que se ríe una vez más.

Te levantas y lo sigues a la sala, recostándote por completo con la cabeza apoyada en el respaldo lateral que te permitía hablar con tu compañía frente a frente. Tus pies cuelgan a centímetros de sus rodillas, de repente toma tus tobillos, uno por uno con ambas manos, dejando que descansen es su regazo. Es casi automático que llenas tus pulmones con todo el aire que les cabe y suspiras, relajada por completo. Era como ser una piecita de rompecabezas que caía en su lugar, perfecto, bien calzado, calculado y diseñado únicamente para ti.

-¿Vamos a necesitar algo para el viaje?- su voz pasa como agua tibia en una corriente. Etas a punto de quedarte dormida. Desde los nervios antes de cantar en aquel escenario, ahora lejano, pasando por la emoción de la fiesta, e incluyemdo todo el gasto de energía, todo te arrastraba hacia el sueño.

-No, vamos y volvemos, va a ser rápido, ni siquiera un día entero.

Si dijo algo después de eso, no lo escuchaste, porque estabas completamente dormida. Tal vez deberías haberte disculpado, puede que él tuviese otros planes, sin embargo, no te despertó en los primeros minutos. Después de un rato, escuchas su voz llamándote, y abres los ojos con esfuerzo.

-Ven, vamos, si te quedas aquí te va a doler todo mañana, duérmete en la cama- se ve risueño, te restriegas los ojos y aceptas su ayuda para ponerte de pie.

Arrastras tus pies según te guía él y en los últimos dos pasos, mientras bostezas, pierdes el norte y te caes, jalándolo hacia abajo, pero el colchón te atrapa. Escuchas su risa.

-¿Te diviertes?- le preguntas medio dormida, ves sus antebrazos a ambos lados de tu cabeza. Antes que nada, que ninguna respuesta o gesto, su mano derecha se detiene en tu mejilla, su pulgar acaricia suavemente la superficie de tu piel. Todos sus hábitos volvían con cada paso nuevo.

-Supongo… ¿Harías algo si te lo pidiera?- te le quedas viendo un par de segundos, toda la situación era novedosa, eran pocas las veces en que era así, orgánico, ignorando su naturaleza afilada y sus palabras siempre cargadas de un propósito. A veces, pocas veces, el dios de la mentira decía la verdad, su verdad.

-No lo sé ¿Qué es?

-Tienes que decir que lo harás antes de que te lo pida… - intentas despertar por completo para enfocar a quién tenías en frente. Cuesta un poco de trabajo, especialmente porque cada célula de tu cerebro pedía siguir durmiendo. Su mirada es sería, lo notas en cuanto te es posible, y está esperando una respuesta sería también. No sabías dilucidar cuán importante sería el resultado de ese conciso intercambio de palabras.

-Está bien… lo haré- esperabas que terminase la tención que había comenzado, y así fue, pero no con su petición al fin expuesta, sólo recostándose a tu lado, viendo al techo como tú, ambos con los pies colgando al borde del catre. Lo ves de reojo, parecía que al final era un asunto sin mucha trascendencia, o eso pareciese, hasta que volvió a hablar.

-Cuéntame sobre él… sobre la persona con la que compartías la poción de amor.

-Tú… sabes que esa persona…- te interrumpe.

-Lo sé, lo sé. Aún así, dijiste que lo harías y quiero escuchar.

Sólo quedaba dar un pesado suspiro de resignación. Eso sería una confección, ni siquiera en ese lejano entonces te hubieras atrevido a abrirte de esa manera, soltarlo todo. Y si tan sólo pudieras preguntarle devuelta… sin embargo, esos secretos se habían ido junto al futuro que habías cambiado para siempre, junto que su viejo yo. Si alguien iba a recordar lo siguiente que dijeses, si algún registro quedase tus exactas palabras para volver a ellas en algún punto… si tuvieras que contar una historia sobre la persona que más te gustaba en el mundo ¿cómo empezarías?

-Lo conocí una noche en la que se supone que nadie debía verme. Fue culpa mía que la poción nos afectará a ambos. Lo empujé, tiró el frasco y cuando me di cuenta, no podía dejar de verlo, seguramente sería lo más… lindo que haya visto en mucho tiempo y lo sería todo el tiempo que pasara después.

-¿Qué supone que estaba haciendo con una poción de amor? Mejor dicho, una de control mental.

-Después muchas cosas que… hizo, arrinconado ante muchas situaciones, muchas ideas, contradicciones y dolores de cabeza que no eran del todo justos, estaba obligado a quedarse en el Reino de su padre. A veces podía escapar de todo, pero siempre tenía que volver. Así que la creó para poder escapar sin que nadie le persiguiera.

-¿Fueron cosas muy malas las que hizo?

-No… - al principio, aquella aseveración se disparó de tu boca por acto reflejo, ello no obstante, te lo piensas bien, cayendo en cuenta de muchas sensaciones que jamás habías racionalizado antes. Al estar lista y clara de emente, continúas -Bueno, sabes, sí lo fueron- recuerdas algunas cosas muy superficiales que escuchaste de tus viejos amigos -Terribles, muchas jamás le serían perdonadas, pero si me preguntas a mi… creo que debo estar igual de loca, porque no me importa, digo, pienso en ello y sólo digo ¿Qué más da? Ya quisiera ser como él, pedirle a un mundo entero que se arrodille no es poca cosa. Hay que tener bien claras un par de cosas y un horizonte muy amplio para fijarse esas ambiciones. Ni siquiera… creo que haya que pedir perdón ¿Te imaginas cuantas condenas me merezco? ¿Y cuantas él? Pero el mundo no va a jugar a ser justo con nosotros, no lo fue cuando pudo salvarnos a ambos de ser como somos, no lo va a ser cuando paguemos las consecuencias de ello.

-Vaya…- se queda en silencio, casi lo sientes temblar antes de seguir -Siempre pensé que había una línea ¿Entiendes? Que una vez que fuese cruzada no sería uno quien se sintiera mal, sería… el mundo quien automáticamente se pondría en contra.

-Sólo me gustaría que el mundo no hubiera peleado TAN bien esa batalla.

-¿Por qué lo dices?- Puedes sentir como se estremece a pocos centímetros de ti, llevas tu mano izquierda por el edredón, palpando, hasta encontrar la suya apoyada distraídamente a un lado de suyo. La sostienes, devuelve el apretón.

-Con el tiempo, los años… yo vi como una… capa oscura de cosas que nunca supe identificar y que acumulaba dentro suyo terminaba por tragarlo por completo. Aunque también creo… que, al menos al final, se quitó todo eso de encima...- sus últimas palabras resuenan en tu mente -Loki… tal vez deberíamos esperar hasta mañana, no estoy segura de que contarte todo esto ahora sea buena idea.

-No te preocupes, estoy evitando atar cabos, sólo… di lo que se te ocurra, no importa si es irrelevante.

Y así continuaste, sólo un par de minutos más, sabías que podías seguir y seguir en detalles sobre lo que fue hasta el amanecer. Hechos más agradables. Secretos que no existían antes de que llegarás, pedazos de su recuerdo que tallaste con tus propias manos bajo su nombre. “Solía juguetear con mis dedos, jamás supe su era a propósito o lo hacía sin darse cuenta" le dices, dándote cuenta de que estaba haciendo eso exactamente en ese momento, para de mover sus propios dedos que sujetan tu dedo índice y medio, sonríe, y sigue en lo suyo. Te das cuenta de que tú dejabas que lo hiciera sin darte cuenta. “Es imposible que nadie haga eso a propósito", responde.

Tal vez, depende a quién le preguntes, en una historia, en un diálogo, en una respuesta que parece inocente, sólo hay que saber cambiar la palabra Nadie por el nombre o pronombre correcto. Por la palabra Yo, en este caso particular.

Nota

Hola a todos. Mis sinceras disculpas por ausentarme el viernes pasado, pero estaba en medio de un bajón que ni siquiera me dejó salir de cama todo el fin de semana. Sin embargo, está semana no les fallo más.

En estos capítulos vamos a ponernos muuuuuy emotivos. Además, personajes que pensábamos perdidos van a darse una vuelta por aquí.

Aquí tal vez deba poner el Spoiler Alert porque quiero hacerles recuerdo sobre lo que va a pasar sí o sí. Los acontecimientos más importantes de las películas Thor y Thor: un mundo oscuro...

Hasta ahí, igual para la segunda peli falta muuucho.

Se los quiere, hasta el miércoles. 👋👋👋

El Bucle -Loki y Tú-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora