Diario De Loki

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Veinteava entrada

Su puerta se cerró en la lejanía de los vacíos corredores, y caminé sin rumbo sobre sus pasos, pasando de largo el final de los mismo a mi disposición y llegue junto a otra presencia que extrañaba tanto como la de ella a esas alturas. El caballo me saluda alegre, mi… hijo, saluda alegre.
-Cuídala ¿quieres?- le pedí mientras acariciaba su hocico.
Su puerta se abrió a la mañana siguiente y escuche las hebillas de su equipaje tintinear en los vacíos corredores, la seguí sólo hasta la puerta. Sleipnir se apareció frente a ella, quien lo saluda también. Verlos juntos debió de ser una de mis vistas favoritas de todos los nueve reinos. Se sube en su lomo y se marchan.
Horas después, en el corazón del mercado de la ciudad, resuena estrepitosamente un fuerte impacto. Puestos reventando y techos volando en pedazos. Tiemblo, corro hasta la puerta del Palacio, grito por el caballo de ocho patas, llega corriendo desde el punto cero de los disturbios.
Él no habla, pero yo lo entiendo; “Está ahí, está en peligro” subo a su lomo y le doy la orden, deseando llegar con ella lo más pronto posible.

El Bucle -Loki y Tú-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora