No Soy Su Admiradora

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Octava Parte

Thor tuvo la oportunidad para presentarse antes de que dijeras nada, sería un error llamarlo por su nombre si nunca te lo había dicho, oficialmente, al menos. Le tratas como imaginas que está acostumbrado a ser tratado. En ese mundo, aún era el hijo del rey, su sucesor y su imagen jamás había sido mancillada.

-Thor, hijo de Odín, un gusto- no muchas personas pueden decir que tienen la oportunidad de hacerse amigas de la misma persona dos veces.

-El gusto es mío, Thor. Muchas gracias por traerme aquí, no sé que me abría pasado si no me hubieran encontrado… agradece a tu hermano de mi parte también.

-No fue nada, estaba esperando que le hablaras sobre… magia y esas cosas… no estoy seguro, pero me parece que se está volviendo… más solitario y oscuro con el tiempo.

-¿Desde cuándo?- tu pregunta salió casi disparada de tu boca, no la pensaste y esa mirada de preocupación en tu rostro dejó bastante confundido al rubio.

-No… estoy seguro, un par de… años- te das cuenta de que sería más prudente que actuaras como debías, como si no conocieras a Loki de casi nada, así como él mismo creía que era.

-Ahh… bueno. He escuchado lo que cuentan de ti, asombroso… me pregunto si, cuando me recupere un poco más, te gustaría… practicar en combate contra mi- dirigiendo la charla en esa dirección no tenías que tapar más tu error. Thor cambia de semblante al segundo y con los puños sobre su cadera en una pose muy confiada empieza un corto interrogatorio.

-¿Eres buena en combate?- estabas segura de que se impresionaría.

-Lo suficiente.

-¿Crees que puedes vencerme?

-Mientras no me rompas la nariz de un martillazo estaré bien.

-Trato hecho, un mamo a mano tú y yo, tienes una semana.

-No hagas nada estúpido mientras tanto- le dices bastante sería, aunque va a hacerlo, era obvio. Una vez fuera echado por su padre iras a por la pequeña tú del pasado y posiblemente hablarías con Loki con honestidad.

Sientes un repentino retorcijón en el estómago. No estabas preparada, no había sido tan rápido el retroceso hasta el momento y no fuiste capaz de disimular. Thor se preocupa, poniendo una mano en tu hombro, impidiendo que pierdas la fuerza en las piernas y te desplomes de rodillas en el suelo.

-¿Sigyn? ¿Te encuentras bien?- no había sido tan grave, te repetías, solamente te pilló por sorpresa, podías aguantarlo sin problema la próxima vez. Sólo hasta que tuvieras la oportunidad de decirle a Loki la verdad… si es que la tenías…

-Sí, no es nada- y sin embargo te apoyas en él, de repente el aire se vuelve ligero en intervalos. Una vez equilibrada tomas una bocanada de aire profunda que logra provocarle una punzada profunda y dolorosa en un costado y te encontraes sobre ti misma, a la vez que Thor te jala a tomar asiento.

Sientes los dedos del Dios sobre tu espalda, y con el antebrazo puesto sobre la lisa superficie fría de una mesa, apoyas la frente en este. No dejas que ninguna lágrima se te escape, a penas habías llegado y no hace tanto que la maldición volvía de su pausa. Presentías que ibas a pasar una buena temporada arreglándotelas cómo se diera y los dolores de los que ahora te quejabas serían un descanso después.

-si está tan mal, deberías llevarla a que la revisen- dice alguien que posteriormente se sienta a tu lado. El bullicio se calla en el momento que su presencia se hace evidente, formando una especie de burbuja a su alrededor, entonces el aire se llena de susurros, seguramente hablando de él. Boletas, es Loki, suspiras pesadamente. Si estaba tan cerca deberías haber mejorado, pero al parecer, la conexión no era directa, entonces sólo servía cuando lo veías con tus propios ojos o eras consiente de que estaba ahí.

El Bucle -Loki y Tú-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora