Otro día más en aquel lugar frío y oscuro que le habían concedido como habitación. Aún tenía las manos atadas a su espalda inmovilizandola y Natalia le había dejado más rasguños en la cara con los golpes que le metía apesar de que Rubén le seguía advirtiendo que no la tocara.
Parecían ser poco más de las 5:00pm y se encontraba sola, no había ninguna señal de sus secuestradores por ningún lado. Como pudo se sentó sobre el colchón desgastado para estirar sus flacas piernas moreteadas por los resortes del acolchonado, recargó su cabeza en la pared y miro hacia arriba recordando a sus padres junto con Charlie, sonrió al pensar en lo que podría estar haciendo con ellos hasta que escuchó la puerta sonar; Rubén entró rápido para dejar unas bolsas de plástico que llevaba cargadas ignorandola, sacó su teléfono para teclear un mensaje de texto y al terminar la miro dedicándole una sonrisa.
-Eres preciosa-soltó.
Caminó hasta la chica y se agachó para verla más de cerca, ella seguía sin decir nada pues estaba realmente molesta con él.
-Date la vuelta-ordenó.
Génesis apartó la vista de Rubén para negarse a su petición como acostumbraba hacer pero él no la dejó y bruscamente la giró en su lugar, cerró los ojos esperando algún golpe o rasguño de su parte y en lugar de eso él le soltó las manos dejándola descansar.
-¿Por qué haces esto?-preguntó confundida.
-Nos largamos mañana y necesito que estés limpia.
Se reincorporó para tomar una de las bolsas y arrojarsela, tenía dentro un cambio de ropa así como productos de baño entre otras cosas.
-Ven para acá.
Abrazo la bolsa aún con temor pero sin dejar de mirarlo, él se irritó por su comportamiento y se acercó nuevamente forzandola a pararse, apenas y pudo caminar de lo débil que se encontraba pero logró ponerse en pie.
-Harás lo que te ordene sin rechistar ¿entendiste?- reclamó enfadado acentuando cada palabra.
Génesis asintió con la cabeza sin decir otra palabra, le causaba aún horror recordar cuanto la había maltratado alguna vez y si podía evitarse pelear con él lo haría. Rubén le tendió la mano y al instante la tomó, él sonrió mientras que ella sólo agachaba la mirada indignada por la situación, ambos caminaron fuera del pequeño cuartito hasta llegar a un baño dentro del lugar que aunque no fuera el más lujoso tenía lo indispensable; una ducha y un retrete. Génesis examinó cada parte aún con la bolsa en sus manos agradeciéndole a cualquier cosa que se encontrase allá afuera poder estar limpia, recordó entonces que Rubén le miraba desde la puerta y se giró para verlo, no fue tan necesario adivinar con que intención recorría desde sus pies hasta su cabeza todo su cuerpo.
-Bien, estaré afuera-dijo marchandose y cerrando la puerta.
Un blanco vestido cubría los rincones de su cuerpo pegandose a sus caderas, los rizos le caían por la espalda como siempre y su cara estaba menos hinchada que antes pero aún conservaba las cicatrices de todos los golpes de Natalia. Esperaba sentada a Rubén que se duchaba también para ir a buscar otras cosas que necesitaba al centro comercial más cercano, una nostalgia le llegó haciéndola preguntarse si de verdad tendría que olvidarse de Charlie y de todo lo bello que habían construido juntos, no le parecía posible esa opción pero temia en su ser atreverse a desafiar a Rubén y volver a acarrear tragedias.
Un manojo de llaves la sacó de sus pensamientos haciendo girar la perilla de la puerta principal, se topo con Natalia que llevaba una gran bolsa de vestuario entre sus manos acompañada de más accesorios de novia. Rápidamente se paró escondiéndose detrás de la silla en la que se encontraba en modo de protección y sin dejar de mirarla con los ojos como platos, Natalia dejó sus compras en la mesa y se aproximó hacia Génesis sin buenas intenciones.
-¿¡Qué diablos!? ¿Cómo te soltaste?-exclamaba tomándola del brazo.
-¡Suéltame!-gritó Génesis retirando sus manos de encima.
-Yo le he permitido quedarse así por un rato.
Al escuchar esto Natalia la soltó haciendo un gesto de enfado. Después se enfrentó contra Rubén.
-¡Eres imbécil o qué! ¡Pudo escapar!
-Pero no lo hizo, es buena chica.
-No te confíes de esta zorra.
-¡Basta!-gritó-¿cómo han ido los preparativos?
-Excelentes, Charlie ha ido a comprar su traje.
Génesis la miro confusa y su curiosidad le exigió saberlo todo.
-¿Qué...traje?..-cuestionó nerviosa.
Natalia rodó los ojos dirigiéndose a ella y después de burló, el asunto era más obvio de lo que parecía.
-¿Su traje de boda? ¡Duh!-externó sin dejar de mirarla- nos casamos mañana, espero puedas asistir a nuestra preciosa boda. Él me ha dicho que no le interesas más y lo demostró al dejar de buscarte, tenía que asegurarse de obtener un buen futuro y me buscó.
Natalia levantó sus dedos flacuchos para presumir el anillo de diamantes que llevaba puesto, era realmente hermoso pero le partía el alma verlo puesto sobre sus manos.
Génesis se agachó a llorar. No sabía cómo reaccionar y ni siquiera estaba segura de si todo lo que le habían dicho era verdad. Pero aún si lo fuera, ¿cómo había sido posible que Charlie le olvidará tan rápido después de todo? ¿acaso se había equivocado en pensar que estaría a su lado hasta viejecita? Se tomó ambos brazos para rodearse a si misma intentando controlar las hábiles lágrimas que salían descontroladas y entonces sintió un tirón en la nuca que no le permitió enderezarse.
-Charlie es mío, te advertí que no te metieras con él.
¿qué sucedía? Necesitaba respuestas de Charlie, quería escuchar de sus propios labios que no la amaba o los motivos que le llevaron a elegir a Natalia como su compañera.
La única pena era que Charlie no se encontraba a su lado, si no a quien sabe cuantos kilómetros cerca de ahí.
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Charlie Puth.
FanfictionGénesis es una chica educada, encantadora, optimista, centrada en sus estudios y muy segura de lo que quiere. Pero toda esta personalidad es cambiada por Charlie, un chico de la escuela, del que Génesis se enamora perdidamente. No sabe que es lo que...