Charlie Puth.

Capítulo 44. Charlie Puth.

Cada individuo reunido en la celebración de la boda se disponía a dirigir sus más atentas palabras a los dos chicos sentados frente al escenario. Aún cuando Génesis se concentraba en prestar atención le resultaba imposible, ¿cómo podía escuchar a los demás si lo único que anhelaba era estar entre los brazos de Charlie? Y que, si quería podría olvidar a todos los presentes para estar solamente junto a él. 

Trato de controlar sus impulsivas emociones para sonreír ante la última chica que pronunciaba cariñosas palabras. Agradeció con un pequeño gesto y se giró para ver a su amado, que ahora tenía los ojos clavados como agujas en ella; primero penetró sus pupilas y después, con una mirada agachada en dirección a sus labios reclamó un beso.

Ella sonriente se lo regaló, disfrutando del pequeño y moderado roce que Charlie precavía ante los curiosos que los miraban. El contacto entre ambos no duró mucho pues habría que seguir atendiendo a cada persona que se encontraba a su alrededor acompañándolos.

          -Te amo-aclaró Charlie.

Tantas veces escuchó de la dulce y armoniosa voz de Charlie tal confesión, pero ninguna se le había clavado tanto. No quería llorar durante el evento, le hacía recordar cada vez que sus sentidos la traicionaron haciéndola más débil y cobarde, pero no tenía control ante tal sentimiento que comenzaba a surgir con mucha intensidad dentro de sí. 

Agachó la mirada para evitar seguir viéndolo a los ojos, si algo era totalmente seguro era que Charlie podría adivinar con facilidad su siguiente movimiento, intensificandolo aún más.

          -Por favor, te ves preciosa, no llores.

Era demasiado tarde, había explotado. Se abalanzó contra el escondiéndose en su pecho por vergüenza a que los demás se dieran cuenta, lo estrechó fuerte y agradeció; no lloraba por las mismas cosas que la atormentaban o por que sintiera su mundo caer, desfallecía de felicidad, sí, claro que era felicidad, de tener a alguien tan extraordinariamente increíble como él para el resto de su vida. Entonces pensó en como podría agradecerle cada situación que le ayudo a superar y no encontró ninguna suficiente para hacerlo, y cómo cualquier luz, una se encendió aclarando su mente. Se armó de valor, tranquilizando su respiración y apartándose lentamente de su querido esposo, tomó los bordes de su vestido para levantarse de su lugar sin quitarle la vista de encima y observó su gesto de confusión, rió un poco y salió del pequeño lugar para tomar el micrófono y hablar.

          -Hola a todos-titubeó.

Los ojos de aquellas almas que la rodeaban se posaron justo en ella intimidandola y aunque quería salir corriendo del lugar, respiró profundo y tomó valor para continuar con su cometido.

          -Gracias por hacer este sueño realidad. Realmente nunca me cansaría de agradecerles lo mucho que hicieron por mi, mis padres, mis amigos, mi familia y particularmente, Charlie-pausó unos segundos para buscar su mirada y continuó al encontrarla-Recuerdo el día en el que lo conocí con claridad, recargado en una pared, distraído en sus asuntos; me acerqué tímidamente para preguntarle cómo podría regresar a mi casa, pero el chico resultó un engreído.

Las risas se escucharon por todos los rincones, pero aunque algunas parecieran ensordecer, Génesis parecía sólo notar las carcajadas de Charlie.

          -Me resistí a la idea de volver a cruzarme con él, sin imaginar de lo que sucedería después. No sabía que llegaría a amar el escalofrió que me provoca el toque de sus manos entrelazándose con las mías, tampoco esperaba disfrutar tanto escuchar su voz cada vez que pronunciara mi nombre. Éramos dos extraños, que se encontraron un día por coincidencia y después se enamoraron. Mi vida era un completo desastre emocional, lleno de agobios y dolor, que sentía a forma de punzadas en el pecho atrayendo una terrible ansiedad, pero de pronto existió una luz que iluminó el cuarto oscuro en el que estaba encerrada. Un alguien, que cambió mi vida entera haciéndola menos complicada, poco a poco y día a día. Raro, especial, ese tipo de personas que vale la pena acoger en tu vida. Mi corazón se queda pequeño ante lo grande que tú eres, no sé que nos depare el destino, pero sí que estoy dispuesta a enfrentar lo que sea a tu lado, mi querido Charlie Puth.

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¡Hola preciosa gente! Discúlpenme, sé que me atrasé pero aquí está por fin el final.

Los amo, muchas gracias por acompañarme en esta aventura tan emocionante llena de sentimientos, a los que aún me leen y a los que se fueron, también :3

Déjenme saber si les gustaría una segunda parte, con todo gusto <3

Amor para todos y todas.