Capitulo 7. Todo por Charlie.

631 31 6
                                    

La casa entera le parecía inmensa sin alguien acompañándola. Charlie había dicho que llegaría pero ya había pasado más de una hora y no estaba con Génesis.

Mientras tanto se duchó, el tiempo con él había sido increíble pero se encontraba terriblemente sucia. El agua caliente caía lentamente por todo su cuerpo acariciando cada músculo y nervio tenso que habían aparecido por los últimos acontecimientos, agradecida por la sensación tomo el jabón y la esponja para cepillarse, después froto el shampoo por todo su cuero cabelludo eliminando todo rastro de suciedad. El acolchonado tapete que se encontraba fuera del cubículo de la regadera parecía apapachar a sus cansados pies y la toalla se pegaba a cada rincón de su cuerpo absorbiendo las gotas de agua restantes.

Se vio a sí misma en el espejo y pudo observar unas grandes ojeras que posiblemente estaban ahí desde que había entrado a la universidad, sus pecas apenas y se veían, llenando todas sus mejillas de rojizo. Tomó la pasta mentolada para cepillar sus dientes y después la peineta para desenredar los nudos de su larga cabellera.

El día aún estaba soleado, así que se puso un short y una camiseta de tirantes para salir al jardín un momento, pero en eso el timbre rechinó; había llegado Charlie y no tardaría mucho en abrirle.

La felicidad se convirtió en horror al recordar esos grises ojos malévolos que la habían recorrido de pies a cabeza durante la fiesta de la noche anterior. Sentía de nuevo las manos recorrerle todo el cuerpo y los labios sobre su cuello succionando cada centímetro de su piel. Paralizada por la figura frente a ella pensó en correr, sin embargo había sido demasiado tarde pues ya la tenía acorralada sobre la pared.

          -Hola cariño-decía con malicia.

          -¿Cóm....cómo me encontraste?-balbuceaba Génesis con temor.

Maldecía mil veces haber aceptado la invitación a la fiesta, seguramente Natalia le habría dado la dirección a este chico y así la había encontrado, se encontraba totalmente llena de miedo pero si lo demostraba podría ser peor, así que se armo de valor para enfrentarlo.

          -Fue sencillo, solo busque tu dirección IP.

          -Ya déjame tranquila-respondía Génesis con enojo.

          -Me temo que me has gustado bastante, además, tú noviecito me debe algo-dijo Rubén señalando el parche en su nariz y los rasguños de su frente.

-Debió haberte partido la cara-contestó soltando una gran carcajada que solo lo enfureció más.

-Escúchame bien niña-amenazó Rubén-harás lo que yo diga o si no mataré a tu amado Charlie.

          -No te atrevas ni a tocarlo-gruñó retándolo.

-Si quieres que conserve su bonita cara obedecerás a mis órdenes.

Las palabras de Rubén parecían ser más que una amenaza, transmitía la esencia de un completo psicópata que estaba dispuesto a todo, fuese lo que fuese con tal de vengarse por los golpes que le había soltado Charlie. Génesis se lo pensó por un momento y su fuerza interior la animó a rechazar aquella oferta que le había propuesto pero las pupilas dilatadas de Rubén le advertían que no era un juego que tomarse a la ligera.

Se quedó en silencio cediendo a las amenazas mirando hacia abajo, mientras que él tocaba su mejilla y sonreía triunfante ante su éxito.

-Buena chica, ahora vas a venir conmigo.

Génesis se alarmó y abrió mucho los ojos, sabía que la última ves que habían estado a solas había intentado abusar de ella y no parecía querer deshacer ese capricho, lo sabía perfectamente pues desde hacía varios minutos que se encontraba ahí que no dejaba de mirarle las piernas y los hombros desnudos. Extendió su mano esperando que ella la tomara y así fue, temblorosa unió las palmas de sus manos para acompañarlo, no quería que le hiciera nada a Charlie por lo que debía seguir a todos sus mandatos.

Charlie Puth. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora