—Ya casi termina el semestre—decía Charlie emocionado.
—Deberíamos ir a festejar-contestó su amigo.
Habían pasado un par de semanas desde que Alex se había recuperado completamente de aquella bala que le había atravesado el cuerpo, Rubén estaba detrás de las rejas en una prisión y Natalia había escapado sin dejar rastro alguno.
Ahora el trío de chicos se encontraban fuera de las aulas conversando y riendo de vez en cuando, Charlie tomando de la cintura a su chica que estaba recargada de espaldas frente a él y Alex bromeando como era costumbre.
—¿Qué dices Gen?—preguntó Charlie tratando de llamar su atención.
Ella veía distraída hacia un costado del lugar en el que se encontraban, había centrado su vista en el pequeño campo de flores absorta en sus pensamientos sin prestar atención a la llamada de Charlie.
—¿Gen?—volvió a preguntar.
—¿Uhm?—soltó—oh sí, sería estupendo.
Caminó hacia la banca apartándose de los dos para sentarse volviendo su vista a la variedad de colores de las flores cerca, Charlie y Alex cruzaron miradas haciendo gestos de confusión por notar el raro comportamiento que tenía Génesis desde hacía varios días.
—¿Sucede algo cariño?-cuestionó Charlie arrodillandose para quedar a su altura.
—No es nada—mintió.
—¿Entonces?
—Solo estoy cansada—sonrió
—Nos vamos ya a casa—externó.
Génesis se levantó con cuidado del asiento queriendo tomar la mano que le había extendido el chico, pero al ponerse de pie sintió como el estómago comenzaba a revolversele y corrió asustada al baño dejándolo preocupado.
—¿Qué pasó?—dijo Alex tomándolo del hombro.
—No lo sé, quizás está enferma.
—¿Nos vamos ya?
—Adelantate, iré a buscarla.
Charlie caminó dentro buscándola por los pasillos hasta que se la topo recargada en la pared tratando de regular su agitada respiración, entonces se apresuró en su auxilio alarmado por que algo pudiese estarle pasando.
—¿Qué pasa?
—Yo... perdón, creo que me dará gripe.
—Te llevaré al médico de nuevo.
—No es necesario.
—Claro que sí y no vas a negarte.
—Por favor—tomó su brazo—solo quiero descansar.
—Te llevaré a casa entonces.
Ambos se encaminaron tomados de las manos hacia el exterior del edificio para buscar a Alex. Cuando le encontraron caminaron en su dirección, estaba recargado en el auto de Charlie revisando su teléfono sin percatarse de que se estaban aproximando.
—Ya está, vámonos.
—¿Todo bien?—agregó viéndola.
—Si Alex, gracias.
Charlie abrió la puerta delantera para dejar pasar a Génesis que caminaba con dificultad tocándose el vientre, parecía sufrir algún tipo de dolor pero insistía en que sólo se trataba de cansancio.
Él subió del otro extremo seguido de Alex que también trepó en el asiento trasero, condujo primero a casa de su amigo, después recorrió las calles hasta llegar al hogar de su prometida.
Bajó del auto para abrirle la puerta, espero a que bajara para cerrarla y aprovechó su agonía para cargarla entre sus brazos sin permiso haciéndola reír de sorpresa.
—Bájame ya, Puth.
—Me temo que eso no es posible señorita.
—Déjame en paz—rio a carcajadas.
—Ni muerto—contestó—tú ya eres mía.
—Aún no hay boda—desafió mostrándole el anillo de compromiso.
—Pronto la habrá y no podrás librarte de mi.
—No quiero hacerlo.
Soltó delicadamente a Génesis al llegar a la entrada principal tomándola por la cintura mientras ella envolvía sus manos alrededor de su cuello y sin dudarlo se acerco para juntar los labios a los suyos reclamandolos, formando una guerra pasional entre sus lenguas que jugueteaban entre sí, explorando cada parte de su interior disfrutando de su dulce sabor. Llevó sus manos por debajo de su cintura para posicionarlas en sus caderas acariciandola, estremeciendola por completo.
Disminuyó el ritmo de los besos debido a la falta de oxígeno y se separó lentamente de ella dejando un mínimo espacio entre ambos, pegando su frente y jadeando bajito.
—Ya no quiero esperar más, quiero casarme contigo ahora-susurró Charlie.
—Acepto.
—Estaremos juntos a fin de mes.
—¿A que te refieres?-frunció en seño
—La boda.
—¿En serio?—-gritó exaltada.
—Por supuesto.
Brinco de emoción abrazándolo y siendo correspondida de su parte, la tomó de nuevo por la cintura para levantarla en el aire haciéndola girar. Ella se encontraba riendo por la noticia sin darse cuenta de que Charlie se había puesto a admirarla tal como un ciego miraría por primera vez el mundo.
Y su armoniosa voz le llenó los oídos haciéndolo entender porque habría de amarla como loco, cada pequeño gesto y parte que la componían la convertían en la mujer más hermosa de toda la existencia pasando por encima de todas, el brillo con el que relucian sus ojos marrones le daban la seguridad de creer que era la indicada como para pasarse la vida entera hasta envejecer y ni todas las cicatrices que llevaba podían hacerle dudar de su amor por ella.
—Te amo.
—Yo te amo aún más, pero necesitas descansar.
—Bien.
—Te veo mañana ¿sí?—dijo Charlie besando su frente.
Génesis asintió con la cabeza para después girarse y entrar por el marco que sostenía la puerta de su casa, él volvió al auto y partió no sin antes dedicarle una sonrisa inmensa que la embobo.
—¿Madre?—giró segundos después cerrando la puerta.
—¿Sí?—respondió asomando la cabeza por la cocina.
—He vuelto.
—Bien pequeña.
—Iré a dormir, no me siento muy bien.
—Perfecto, pero no te olvides que hoy es el exámen médico de ese pequeño retoño.
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Charlie Puth.
FanfictionGénesis es una chica educada, encantadora, optimista, centrada en sus estudios y muy segura de lo que quiere. Pero toda esta personalidad es cambiada por Charlie, un chico de la escuela, del que Génesis se enamora perdidamente. No sabe que es lo que...