13.- Más caos

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Gerard:

Finalmente Frank había aparecido.

Mis ojos se habían topado con los suyos antes que entrara a su salón y sonreí victorioso. Sabía que esto no podía durar mucho. Ahora que estábamos en la escuela Frank brillaba más que un sol. Estaba radiante.

Algunas de las chicas que estaban en frente de mí empezaron a preguntarse sobre "el chico nuevo" y dijeron cosas que me hicieron sentir orgulloso porque había logrado una sensación sobre ellas con base a mi excelente trabajo.

Pero Frank era mío.

—No sean tontas —espeté a lo que todas voltearon. En ese momento llegó Lindsey a mi lado y antes de que hablara continué. —Es Frank.

—¿Frank, quién es ese? 

—¿Es Iero? Pero él es un chico nerd y los nerd's son feos. Ese no puede ser el tal Frank.

Oh, ¿Ahora se atrevían a decir que lo conocían y lo desprestigiaban?

Malditas tontas.

—Sí que lo es —confirmó Lynz riendo.

Sonreí engreído y ellas siguieron hablando sobre lo bien que lucía con esos jeans rasgados y un suéter bastante holgado, nunca habían visto a un chico tan lindo y al mismo tiempo tan tierno y sexy. Y aunque me resultaba muy difícil aceptarlo, yo también había fantaseado con tenerlo rodeándome con sus brazos o apretando su lindo trasero. Quería creer que estaba así por la falta de sexo.

¡Necesitaba algo!

—Escúchenme bien idiotas, Frank es mío, ¿entienden? No sé cuando me cansaré de él pero mientras tanto no lo toquen. Ni siquiera lo vean —sentencié a lo que algunas rieron.

¿Qué mierda era lo gracioso?

—¿Es gay? Agh no importa, seguramente necesita de una mujer para que aprenda lo que es bueno. Y esa seré yo —dijo Victoria, una de las más perras de la escuela, después de mí.

La miré queriéndola asesinar en ese instante pero Lynz colocó sus manos en mis hombros deteniéndome, ¿por qué no podía lanzar dagas con la mirada?

—Si, lo es, y como dije antes es mío. Ni crean que voy a compartir mi creación, si antes no se fijaron en él están jodidas. Claramente no pueden ver lo bueno de una persona.

—Por eso mismo debes de dejar que Frank esté con alguien que sí lo quiera —susurró Lynz.

Sus palabras habían salido como veneno y no hice más que rodar los ojos. No sabía por qué se comportaba así.

—No es mi problema, ya están advertidas.

—¿Y si no qué harás? —retó Jessica.

¿Hasta donde son capaces la mujeres para lograr su objetivo?

Volteé a verla y sonreí.

—No saben de lo que soy capaz —dije y antes de irme me acerqué para acariciar su mejilla. Yo tenía el poder aquí. —Además Frank está enamorado de mi, dudo que ponga su atención en zorritas como ustedes.

Entonces me fui.

•|•|•|•|•


Antes de que las clases terminaran le pedí a una de las pocas chicas que me agradaban en la universidad que le entregara una nota a Frankie. Kristin aceptó con una sonrisa y cuando regresó de hacer mi encargo dijo que mi novio era muy lindo y se despidió con la mano. A final de cuentas ella también podía tener sus debilidades.

Frankie  |Frerard|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora