Frankie |Frerard|

38.- El final de una historia

Capítulo final

El día era bastante soleado, el asiento delante de mí seguía vacío y la carpeta de la mesa se movía un poco por el viento. Había terminado mi vaso de café con éxito esperando la llegada de Gerard, quien ya se había demorado mucho y para evitar que me corrieran del lugar pedí algo más. Los árboles también se movían corriendo al compás del aire y decidí acomodar mis gafas de sol, pero después procedí a quitarlas para ponerlas en la mesa. 

Este era un día bastante difícil, no sabía cómo había hecho para levantarme de la cama y tampoco sabía cómo había logrado llegar tan temprano. Pasaba repetidamente mis manos por el cabello tratando de verme lo mejor posible pero la verdad es que sólo intentaba ocultar el tic que vino de pronto en mi cara. 

Tres minutos pasaron cuando Gerard apareció con una sonrisa apenada y yo me levanté para saludarlo con un abrazo, cerré los ojos por un instante y acaricié su espalda un breve momento.

—Perdona la tardanza.

Ambos nos sentamos en nuestros respectivos lugares y evité soltar un suspiro.

—No te preocupes.

—Si te soy sincero, no quería venir.

También se me había hecho duro el procesar todo. Apreté los labios y Gerard acomodándose el flequillo abrió la carpeta. No me hizo falta saber que al ver el principio encarnaría una ceja.

—Se necesitan ambas firmas para el divorcio —dije mirando mi vaso. Esta vez fue Gerard quien asintió.

—Lo sé.

Su mirada iba de izquierda a derecha sobre el papel, leyendo, podía notar cómo su mandíbula se había tensado y yo mordí el interior de mi mejilla. No quería hacer esto, sabía que habíamos cruzado un límite pero seguía siendo demasiado. No quería botar nuestra relación a la basura. 

—¿Estás seguro de terminar todo? —pregunté tratando de que en mi voz no se reflejara lo nervioso que estaba.

Gerard levantó el bolígrafo que alguna vez había sido de mi padre y me sorprendió que aún llevara tinta. Eso me demostró que iba a firmar y que ya no había vuelta atrás. Desvié la mirada, no era alguien fuerte.

—Para nada —dijo luego de segundos levantando la vista y dejando pegada la punta del bolígrafo en el papel. Su rostro se veía más hermoso el día de hoy, todo esto era un error y ambos lo sabíamos. —Te amo incluso más que la primera vez, no quiero hacer esto.

Entonces colocó las cosas de lado y rompió el papel donde estaba nuestro divorcio.

Me levanté al mismo tiempo que él para preguntar qué sucedía pero sus labios se pegaron a los míos, y como instinto aferré mis manos a sus caderas, segundos después correspondí al beso cerrando los ojos.

—Perdóname por ser un estúpido impulsivo, no quería que esto llegara tan lejos. Perdóname por hacernos pasar por esta mierda. Te amo Jack.

Volví a besarlo, había olvidado mi última línea y lo único que me quedaba por hacer era improvisar.

—¡Y corten! —gritó Lynz quitándose unos audífonos tipo cascos sentada en una silla mientras varias personas llegaron a acomodar la mesa y la utilería que se había utilizado. Gerard sonrió y me dio una rápida mordida en el cuello que me hizo reír.

—¿Qué tal quedó? —pregunté cuando la pelinegra se acercó a nosotros.

—Perfecto, todos aman a los gay's, mi película será un éxito rotundo —dijo jugando con una sonrisa en el rostro. Tenía que ignorar que nos iba a vender como producto de franquicia.