32.- Ser independiente

1.6K 183 131
                                        

¡Hola! ¿Qué tal el fin de semana? 

Aquí les dejo esta cosita, espero que les guste. Les amo 💚

*******

Agradecía cuando la universidad entraba a esos eventos culturales y no era necesaria la presencia de todos los alumnos porque ocuparíamos el espacio que otras escuelas podían utilizar cuando llegaran, entonces sólo estaban presentes los que iban a participar y los demás teníamos el viernes libre.

No habría clases. Las palabras más bellas y aterradoras para una persona como yo. Es decir, me encantaba tener clases, en especial asistir a la asignatura de Armando, pero los últimos días me había desvelado y necesitaba urgentemente descansar. Entonces cuando nos avisaron de eso un día antes (el jueves) sonreí y llegando a mi casa planeé levantarme hasta tarde. 

Sólo tenía oportunidad de hacer eso los domingos pero siendo éste un caso especial tenía que aprovechar lo que la vida me estaba obsequiando.

Lo que no esperaba es que Gerard aparecería en mi habitación a las ocho de la mañana dándome unos golpecitos en la mejilla.

—Despierta Frank, el desayuno está listo.

Poco a poco abrí los ojos y en mi campo de visión alcancé a distinguir algo rojo, una cabellera, froté mis párpados para después agarrar mis gafas que estaban en la mesita a un lado de mi cama. De pronto caí en cuenta que Gerard estaba sentado cerca de mis caderas viéndome con una mueca divertida en su cara, me tapé la boca cuando bostecé.

—¿Qué haces aquí? —pregunté un poco somnoliento aún.

—¿Acaso no puedo visitarte? ¿Y qué hay de mis buenos días? Por cierto, Lois es encantadora.

Sonreí apenado.

—Pensé que estarías en la universidad, escuché que habría una exposición de pintura.

—No, en realidad quería hablar contigo hoy de algo muy importante.

—De acuerdo, espérame unos minutos —dije quitando la sábana de mi cuerpo. El pelirrojo miró todo lo que hacía.

—¿Quieres que te ayude con eso?

Al bajar la mirada me di cuenta de que estaba sólo en ropa interior y mi amiguito estaba bastante despierto. Rápidamente los colores se me subieron a la cara y agarré mi almohada para cubrirme. Gerard estaba riendo. No podía sentirme más avergonzado.

—Cariño, no hay nada que no haya visto antes.

Gateó hasta mí para intentar algo y yo corrí hacia el baño agarrando cualquier pantalón que había en una silla. Me pegué a la puerta y apreté la almohada contra mi pecho.

Un momento, ¿Cómo había entrado a la casa?

•|•|•|•|•|•

Resulta que Linda estaba aquí cuando Gerard llegó y tocó el timbre, según mi memoria él nunca había entrado a mi casa así que cuando lo hizo conoció a Lois y mamá empezó a cuestionarle muchas cosas. Habían pasado desde nuestra extraña relación (sin entrar en detalles) hasta el cuidado que Gee le daba a su cabello. Todo eso mientras dormía.

Y ya sé, yo también me confundí con lo último.

Mamá le indicó dónde me encontraba mientras la perrita seguía oliendo su pantalón y decidió quedarse un rato más hasta que bajamos juntos y nos metimos a la cocina.

—Buenos días bebé.

—Buenos días mamá —me acerqué a ella y le besé la frente. Lois apareció para que le tocara la cabeza y así lo hice, después se fue a un lado de Gee. —¿No irás al trabajo?

Frankie  |Frerard|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora