Frankie |Frerard|

22.- Cumpleaños

Casi no escucho éste tipo de música pero bueno, existen excepciones. Espero que el capítulo no les resulte un tanto agobiador.

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Los días siguieron corriendo y Lindsey empezó a pasar más tiempo con nosotros, tanto así que nos habíamos convertido en los tres mosqueteros de la actualidad o algo así. En parte me sentía mal, no era mi intención robarle la mejor amiga a Gerard pero Pete me había comentado que habían arreglado su amistad. Aunque realmente no lo parecía.

Me hacía del ciego en ese sentido, supongo que no era necesario meterme.

Una fecha muy importante se acercaba, todo giraba en torno a eso porque yo mismo había estado planeando algo para ello y simplemente no podía ignorarlo.

El cumpleaños de Gerard.

Días antes de esa fiesta había estado buscando el regalo perfecto para él, quería tener todo en orden, quería hacerle algo especial o que simplemente nunca olvidara esa fecha. Y no había vuelto a pensar en eso hasta que Lynz lo mencionó discretamente hace un día.

Ese chico de cabellos rojos me había marcado por tanto, se hizo alguien indispensable en mi vida y, Dios, todo esto era tan difícil. No había noche en la que no soltara lágrimas amargas por todo esto.

¿Por qué yo?

Quizás hubiese estado mejor si él nunca hubiera puesto su atención en mí. Seguiría siendo ese chico nerd que pasaba desapercibido y no molestaba a nadie. Tal vez nunca habría conocido el amor y la otra cara de el, la que dolía, la que ardía, la que te hacía querer morir. Nadie quería aceptarlo pero cuando eso llegaba... te destruía por completo. Era completamente difícil cerrar esa herida.

—Tenía un regalo para él, una cámara instantánea —solté mientras me encogía en mi lugar.

La pelinegra fijó su mirada en mí, terminó de comer su fruta y se limpió con una servilleta el resto del labial. Me gustaba el contraste que hacía la pintura roja en sus labios, le hacía verse más pálida de lo que era pero combinaba a la perfección con su cabello negro azabache. Hoy traía su cabello sujeto en dos coletas, decía que no le gustaba peinarse pero yo sabía que ese brillo y esa suave textura no se cuidaba sola.

—¿Cómo?

—El cumpleaños de Gerard es en tres días ¿No? —pregunté y asintió. Ray sólo rodó los ojos. —Podrías darle eso de regalo si es que aún no consigues uno, de todas formas me llega hoy por paquetería.

—No Frank, yo...

—Hazlo, no necesito la Polaroid, ¿para qué? Si de todas formas la compré para él desde un principio.

Apretó los labios.

—¿Estás seguro?

Sonreí.

—Por supuesto.

ווו×

En la tarde como había dicho, el paquete llegó hasta mi puerta en forma de una caja de tamaño mediano con mi nombre en el papel que traía pegado encima. De inmediato subí a mi habitación para estar a solas y me senté en la cama con una tijera para poder quitar todo el plástico, adentro habían de esas bolitas que ponían para que el producto no se estropeara en el camino y busqué hasta hallar dicho objeto. 

Sí, uno de mis objetivos era tomarle una fotografía a Gerard para guardarlo entre mis cosas, después de eso le daría el regalo y lo llevaría a... Bueno, ya no importaba realmente. Cancelé la reservación.