Se había hecho una costumbre nuestros paseos por la playa. Salgamos o no salgamos siempre terminábamos en la playa, algunas veces sólo decíamos algunas palabras, otras no podíamos cerrar nuestras bocas. Todo era tan natural, nada era incómodo.
Parecía que nos conocíamos hace años.
Estaba sentado frente a mí, sólo la luna iluminaba su hermoso rostro, ese rostro que se volvía cada vez más perfecto, cada día encontraba otro detalle que me hacía sentir más. Tomó mis manos sin dejar de mirarme y comenzó a acariciarlas, hice lo mismo y una guerra de caricias comenzó entre ellas.
-Es extraño ¿no?- dije sin soltarlo.
-¿Qué?
-Como la luz de la luna ilumina todo- seguí- Como hace que todo sea hermoso- no dejaba de observarlo, una sonrisa apareció en su rostro, esa sonrisa que removía cada célula de mi anatomía.
Seguimos en silencio, mirándonos, explorándonos. No pude evitarlo y mis manos se dirigieron a su rostro acercándome más a él, necesitaba tocar cada centímetro de su hermosa piel, cada pequeño lunar que se encontraba en ella, él cerró los ojos ante mis caricias, se lo veía tan sereno, tan hermoso.
Estábamos en un trance del cual no queríamos salir, mis manos pasaban por su frente, bordeando sus ojos, acariciando cada centímetro de su rostro. Tomó mis manos y las retiró lentamente de su rostro, para luego acomodarse en la arena colocando su cabeza en mis piernas. Volvió a tomar mis manos y las puso en su cabeza, sin pensarlo mucho mis manos se adentraron en su rubio cabello. Comencé a jugar con él, acariciando cada mechón. Él parecía disfrutar de mis caricias, una sonrisa en su rostro me demostraba eso.
...
Emily seguía hablando de él y de lo imposible que estaba siendo todo. Yo estaba cansada, quería dejar de escucharla. Sé que había sido una decisión mía, pero él no había hecho nada que le demostrara que no había posibilidades.
Hoy era un mal día, por ahora lo iba llevando bien, no se trataba sobre la extraña relación de mi mejor amiga y el rubio que no salía de mi mente, era algo más profundo. Era una fecha que odiaba.
Un año se cumplía de la partida de mi padre y nada de lo que hoy podrían decirme me animaría. Mis amigas entendieron cuando les dije que no quería salir, que prefería ir a la playa, y no me hablaron mucho del tema. Lo prefería así, me costaba hablar ese tema con cualquier persona.
Un año había pasado y yo todavía no lo aceptaba. Lo que menos quería hoy era ver a Emily tirársele a Niall, lo que menos quería era verlo a él, aunque sabía que era sólo por hoy.
Las chicas se fueron y yo fui directo a la playa, minutos antes le había respondido un mensaje a Niall diciéndole que iría a la noche, era mejor que piense en eso. Sé que le había prometido que nunca iría sola pero lo necesitaba y no quería arruinar su noche.
Me senté en la playa a unos metros del mar, apoyé mis brazos en mis rodillas para poder acomodar mi cabeza sobre ellas. Necesitaba ver el mar, necesitaba sentir la brisa.
Odiaba este día, ese maldito día en el cual mi padre se fue. Lo extrañaba, era muy joven y nunca hubiese imaginado ese final. No podía comprender cómo haría para vivir sin él el resto de mi vida, un año había sido difícil, no quería imaginar más tiempo. El dolor en mi pecho era increíble, como si el tiempo no hubiese pasado, como si sólo ayer hubiese sido toda esa pesadilla.
-¡Natalie!- un grito me sacó de mis pensamientos, sequé mis lágrimas rápidamente y me giré para ver quién era, sin lugar a dudas era él. Se lo veía furioso caminando rápidamente hacia mí, me paré para enfrentarlo- ¡Lo prometiste Natalie!- dijo frente a mí.
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He- [FanFic Niall]
FanfictionNatalie está cansada de esperar esa persona ideal que nunca llegará, pero cuando decide darse completamente por vencida alguien aparece en su vida. Todo será complicado pero inclusive así siente que vale la pena. ¿Lo valdrá? ¿Se sentirá mejor que an...