Capítulo 40

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-¿A qué hora mañana?- pregunté.

-¿De qué hablas?- preguntó Zayn del otro lado de la línea telefónica.

-A qué hora mañana en tu casa Zayn...- expliqué obvia.

-¿Ve...vendrás?- preguntó confundido. 

Desde el lunes, día donde había pasado aquello que casi no quería recordar, habíamos dejado de hablar de ir a su casa, supuse que él dio por hecho que luego de aquella horrible reacción mía frente a simplemente escuchar su voz, ir a su casa no sería nada conveniente. En cambio a mi sólo me hizo pensar. Sí... me daba miedo, muchísimo miedo, pero no podía seguir así. Si debía vomitar todo lo comido en el año, si debía llorar hasta que los ojos se me secaran, si debía soportar aquel dolor lo haría lo más rápido posible, porque suponía que cuanto más tiempo pasará peor sería.

-Sí... dime la hora y estaré allí- dije segura, para ser sincera me sorprendía hasta a mí la seguridad con la cual hablaba.

-Nat... si no quieres lo entenderé, no hace falta- siguió.

-¿Me dirás la hora Malik? ¿O deberé ir a las cinco de la mañana a molestarte?- pregunté y sentí su risa del otro lado.

-Okey, Philips... a las siete aquí... aunque podrías venir antes, necesito ayuda para ordenar.

-Okey... a las seis estaré allí.

...

Es así como a las cinco de la tarde mis nervios estaban a punto de matarme. Las piernas me temblaban y mi estómago estaba completamente cerrado. 

-¡Vamos Natalie! Ya no eres una niña, eres una adulta de 21 años que puede con esto. Sí, era su casa, pero ya no lo es, ahora es la casa de uno de tus mejores amigos y no puedes hacerle esto ¿Acaso nunca volverás a pisar aquel lugar? 

Aunque no hacerlo era una opción completamente tentadora me forcé para no caer en aquella simple respuesta. Caminé a su hogar para poder relajarme completamente y aunque lo había logrado cuando estuve en aquella puerta tan conocida y llena de recuerdos mi mano volvió a temblar, mi corazón se aceleró y las náuseas crecieron nuevamente.

A decir verdad aquello no fue tan difícil como imaginé. Okey, cuando entré y su aroma chocó contra mí, infiltrándose en mis fosas nasales, mi cuerpo se desestabilizó, pero simplemente fue eso, sólo bastó con la presencia de Zayn para estabilizarme completamente.

-¿Cómo estás Nat? ¡Hace semanas que no te veo!- exclamó Harry cuando me abrazó en forma de saludo.

-Harry- sonreí- Bien...- mentí, ya no tenía sentido hacerme creer a mi que estaba bien, pero si valía la pena hacerle creer al mundo que si lo estaba ¿De qué servía decir que odiaba mi vida en esos momentos? ¿Qué pensaba seriamente en la posibilidad de dejar de existir? Con una simple respuesta como "mal" debería dar millones de explicaciones, y realmente no tenía ni la más mínima gana.

Hablamos y reímos durante largas horas, o eso intenté, quizás lo logré, es decir la única mirada que estaba sobre mi era la de Zayn, él era el único que sabía exactamente lo que pasaba por mi mente en aquellos momentos, el resto supuse se creyó mi excelente estado anímico.

-¿Hablaste con Niall, Zayn?-preguntó Louis distraído. Mi corazón se detuvo en aquel instante, hacía meses que no escuchaba su nombre, ni siquiera en mi mente sonaba. Un silencio completamente incomodo inundó la sala, Zayn me miró preocupado y sin permiso tomó mi mano- Oh... lo siento-susurró Lou cayendo en la situación, los miré confundida y quise que la tierra me tragase en ese mismo momento.

-Oh no Louis, no te hagas problema- dije intentando sonar fuerte y decidida, no podía permitir que sus amigos dejen de nombrarlo, no podía hacer como si nunca hubiese existido.

He- [FanFic Niall]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora