Capítulo 19 día 4 (2)

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Continuación tercer día de playa

Él y yo fuimos a la heladería, me sentía diferente esa noche y no sabía si era del todo bueno.

- Entonces Kayla Oconel es fanática del helado- dijo luego de verme comer tres helados seguidos.

- Bueno, son deliciosos- expliqué con helado en mi boca.

- Me gustaría conocer más de ti- dijo mirándome atento mientras se acomodaba en su asiento, como si fuera a escuchar la mejor historia de su vida y no quisiera perder ni una palabra de la misma.

- Ya te dije lo importante- me encogí de hombros.

- No, hablo de otras cosas además de eso.

- Bueno... Ahora sabes qué me gusta comer- dije desviando la conversación.

- Bien, te contaré de mi. Pero sólo si me lo pides- dijo cruzándose de brazos.

Lo miré esperando alguna señal de broma, pero cuando vi que hablaba enserio no me quedó otra opción.

- ¿Que pasa en tu vida Josua Blake?- pregunté fingiendo interés, aunque si lo tuviera.

- Que bien que lo preguntas- fingió no habérmelo pedido- empezaré por mi infancia, ¿te parece?- me miró alzando una ceja.

- Suena bien- dije. Ahora era yo quien se acomodó en su asiento para escuchar.

- Cuando tenía once años mi padre murió- al escucharlo abrí mis ojos como platos- descuida, nunca lo conocí- le restó importancia- viví con madre hasta su último día.

- ¿Donde vivían?- pregunté.

- Era un apartamento pequeño, no hablaré de países porque no es necesario. Su nombre era Jenny. Nunca tuve muchos amigos, aunque ahora soy muy sociable.

- ¿Como fue la escuela para ti?- pregunté interesada.

- ¿La escuela?- repitió mi pregunta incómodo.

- Si- dije echando una cucharada de helado en mi boca.

- Creo que si me hubieran preguntado eso antes no habrían pasado muchas cosas. No fue uno de mis mejores momentos en la vida, era el típico nerd al que agredían. Pero ya eso no importa- dijo al ver mi reacción. Me sentía mal por haber preguntado.

- Creo que mejor dejamos las preguntas- dije.

- Descuida, esos tiempos ya no tienen importancia ahora- dijo mirándome fijamente, al parecer sus palabras tenían doble sentido.

- ¿Crees que te e cambiado la vida?- pregunté directa.

- Aún no, por ahora sólo la manera de verla- dijo con una sonrisa- y eso mismo me gustaría hacer en ti.

- ¿Cambiar mi vida?- pregunté con confusión.

- Al menos la manera de verla, ya sabes, hacerte feliz.

- Yo soy feliz- dije a la defensiva.

- No dije que no lo fueras- se explicó- digo que quiero que lo seas también por mi.

- Ya basta- dije molesta- ¿y si no quiero que cambies mi vida?.

- Entonces me iré cuando lo pidas- al escuchar sus palabras mi corazón sintió cierta molestia.

¿Se lo pediría?.

_____

- Fue divertido- dije entre risas cuando llegamos a casa.

- También me divertí contigo, deberíamos salir mas seguido- me dio la razón riendo conmigo.

- Si- dije segura.

En ese momento un mensaje entró a mi teléfono.

-Llamada entrante... Número privado-

- Lo siento debo responder- me disculpé antes de ir a un lugar más privado.

- ¿Hola?- respondieron al otro lado de la línea.

- Hola- respondí.

- Kayla, hola... Soy Tomas.

¿Que, porqué él me llama?.

- ¿Necesitas algo?- pregunté algo preocupada.

- ¿Cuando vas a volver?- se le escuchaba nervioso.

- El sábado, pero ¿porqué necesitas saberlo?.

- ¿Podriamos vernos ese día?- no creo que me esté invitando a salir.

- Claro, ¿a pasado algo en el trabajo?- pregunté confundida.

- Ya basta de preguntas- dijo su típica voz seductora.

- Adiós Tomas- me despedí.

- Nos vemos señorita Oconor- dicho esto cortó la llamada.

No me sorprendente que coquetee conmigo, sino el hecho de que quiera verse conmigo. Ya les dejé claro que no haré esa parte del contrato. Pero iré a verle sólo si es se trata de trabajo, de otra manera tendrá que soportar un rechazo.

- ¿Todo está bien?- preguntó Josua al verme.

- Claro, era del trabajo- mentí.

- Vaya concepto de vacaciones tiene tu jefe- bromeó- ven, estuve buscando una película mientras hablabas.

- ¿Que encontraste?- dije mientras me sentaba a su lado en el sofá.

- Bueno, decía que era de romance así que la elegí.

- ¿Hablas enserio?- pregunté incrédula. Creí que lo hacía por otro motivo.

- Creí que te gustaría- dijo nervioso.

- Si, lo siento, creí que tenías otras razones...

- Claro que no, sólo pensé en tus gustos. Aunque no estoy seguro de que.

- Descuida- le interrumpí- esa me gusta- me encogí de hombros restándole importancia.

Me parece divertido su manera de actuar cuando se esfuerza por quedar bien conmigo, y es por razón que en este momento le miro con una sonrisa aunque él no se de cuenta de ello.

Estuvimos viendo la película que él eligió, admito que me incomodaban las escenas en que se besaban, porqué era inevitable no darme cuenta de que en esos momentos él me miraba de reojo.

Los demás chicos llegaron bastante tarde, yo mientras tanto muero de sueño. La película estaba por terminar cuando comencé a sentir mis ojos pesados. Sólo recuerdo haber encontrado una almohada muy cerca.

TU PRESENCIA [Sin Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora