Las dudas inundaron mi mente haciendo que retrocediera un paso- Josua te quiero, pero tengo miedo de lo que pueda ocurrir luego de esto- admití.
Sentía remordimiento por haberle dejado así, yo también quería besarlo- por favor entiendelo- le pedí- éste es mi primer momento, mi primer beso- aclaré- no quiero tener ninguna duda cuando eso ocurra.
- Como tu desees, sabes que siempre estaré esperándote enana- dijo abrazándome.
Le rodeé con mis brazos agradecida y continuamos así hasta que terminó la tarde.
Me sorprende que aún después de haberle hecho esto, él siga siendo amable y respetuoso conmigo.
- Gracias- susurré contra su pecho.
Él besó mi cabeza tiernamente. La tarde había terminando, así que me llevó a casa.
Antes de bajarme del auto se me ocurrió preguntar- ¿Como supiste que estaba en el lago?- le pregunté confundida- ¿acaso me seguías?.
Su única respuesta fue un guiño, reí negando con mi cabeza y bajé del auto.
Cuando el arrancó el auto y se marchó, un recuerdo vino a mi mente provocando un dolor en mi pecho.
Era acerca del día que Ethan me llevó a casa luego de que a Grenda le dieran el alta y la llevaramos a casa.
- De acuerdo, Ethan- dicho esto salí del auto.
Mi padre me esperaba sentado en las gradas, y me pareció divertido verle ahí.
Él me miró con el entrecejo fruncido- ¿Y quién...
- Es nieto de Grenda- le resté importancia- le han dado el alta- le informé- la llevamos a su casa.
- Eso es una buena noticia- se levantó y abrió la puerta- ¿y como se yo que Grenda es una mujer?- preguntó cerrando la puerta.
- Papá por favor- respondí entre risas.
Miré la puerta de mi casa visualizándolo todo. Esto me está matando por dentro y no logro contener las lágrimas.
Nadie nunca entenderá cuánto lo extraño, era mi mejor amigo, mi ayudante y mi compañía en esta casa en la que ahora abunda la tristeza y la soledad.
Luego de haber pasado una tarde increíble ahora me encuentro a mi misma llorando en el sofá, el que instantáneamente me trae todos mis recuerdos, desde los buenos hasta los malos.
Es por ésta misma razón que ahora solo deseo estar en casa de Grenda, para no estar en ésta misma situación cada día de mi vida.
Lo amaba, amaba a mi padre y lo extraño. El siempre hacia bromas, era una estupenda persona, una que yo nunca lograré ser.
_____
Desde aquella vez que encontré a Tomas hablando con la cocinera, no le e vuelto a ver.
Siquiera se a asomado por aquí, y su padre tampoco le menciona. E llegado a sentir algo de curiosidad por ello, pero creo que es mejor si no pregunto sobre el tema.
Desde su operacion en las piernas a estado muy delicada y no puede caminar demasiado. Prefiero ir a hacerle compañía, para que no vuelva a tropezar.
Ethan a ido de vaciones con Jessica mientras yo la cuido. Descuiden, yo me ofrecí a hacerlo.
Salí finalmente de mi trabajo, ya no soportaba estar ahí. El sonido de la pequeña campana indicándome que hay un platillo más para entregar, las personas hablando ruidosamente y muchas veces hasta gritando molestos por cualquier error que se cometa.
Felizmente caminé hasta la casa de Grenda, ésta de hecho queda más cerca de mi trabajo que mi propia casa.
Toqué a su puerta un par de veces hasta que ella finalmente abrió la misma- Hola pequeña- saludó con una gran sonrisa.
- Hola- saludé. Ella me enredó entre sus brazos.
Una vez en su sala comencé a hablar- oye, no e vuelto a ver a Tomas- dije.
- ¿Te preocupa?- preguntó.
Asentí con mi cabeza.
- Deberías llamarle- sugirió.
- No me parece buena idea, no quiero hablar con él- admití con desagrado.
- Creo que te gusta.
La miré con los ojos completamente abiertos.
- Como crees, él es... Es muy, ya sabes. Tonto y- me quedé mirando a la nada pensativa.
- Y te gusta Kayla, ¿no es así?.
No creo que eso sea lo que sucede ahora mismo. Debe ser la confusión que llevo ahora.
¿Acaso tengo que pensar en esto ahora?. Me gusta estar sola, e visto películas románticas y en vez de quedarme con ganas de una relación agradezco no estar en una.
Veo como todo se complica más, comienzan los celos, se desvive por estar pensando en la otra persona y no se concentran en las cosas que en realidad importan.
Creo que aún debo darme mi tiempo y no apresurarme a pensar en que debo elegir ahora por alguno de ellos, si cabe la posibilidad de que no envejezca con ninguno de los dos.
Lo único que sí me interesa ahora es la salud de Grenda, ésta es la única cosa en la que estoy completamente segura de que esta es una decisión de la que nunca me arrepentiré.
- No, en éste momento sólo me interesas tu Grenda. Quiero cuidarte, por ahora, es lo único que quiero hacer- dije honesta.
- Lo agradezco Kayla- puso su mano en mi hombro- no sabes cuánto- sonrió-. Pero también me gustaría verte feliz, debes enamorarte, conocer y amar. No cierres esas puertas por mi, eso no me gustaría.
- No lo hago, sólo tengo claras mis prioridades...
- Y eso es muy maduro de tu parte, eres una chica fuerte eso lo sé. Pero también eres testaruda- dijo riendo.
- Tu también- estreché mis ojos con una sonrisa.
Sé muy bien que ella verme con alguien. No soy diferente a otras chicas, también tengo sentimientos de toda clase dentro de lo normal. Sólo lucho constantemente para no cometer el mismo error que mi padre, al casarse con alguien como mi madre.
- Bueno, veamos la serie porque no podré ver de nuevo un capítulo en tu teléfono, es incómodo y todo se ve en miniatura- dijo Grenda prendiendo el televisor.
- Oye- dije fingiendo estar ofendida-. Estás acostumbrada a mucho lujo.
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TU PRESENCIA [Sin Editar]
Teen FictionMuchas cosas alrededor de mi vida han construido mi persona, no soy igual que las demás chicas de 19 años, que su mayor deseo es enamorarse y casarse. El mío es trabajar y ser independiente. Tengo un trabajo de medio tiempo, lo que implica 6 horas...